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Después de 11 años, se identificaron cadáveres

Los restos de Carlos Burgos e Iván Ruiz, participantes del copamiento de La Tablada, fueron individualizados recién ahora. Todavía hay tres desaparecidos. 

Familiares de los presos anunciaron la identificación de los cuerpos.
Los restos fueron recuperados a fines de 1997 de una tumba NN


Por Victoria Ginzberg

t.gif (862 bytes) Carlos Alberto Burgos e Iván Ruiz murieron hace once años durante el copamiento al cuartel de La Tablada, pero sus cuerpos fueron identificados recién el 7 de agosto pasado. La Justicia sólo autorizó la exhumación de los cuerpos a fines de 1997 y después de tres años se realizaron los análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos. Lo más llamativo es que hasta hace poco tiempo, Burgos y Ruiz tenían pedido de captura internacional. La información fue revelada en la conferencia de prensa realizada ayer por los familiares de presos de La Tablada y organismos de derechos humanos. Diputados prometió tratar hoy el proyecto que permitiría la libertad de los presos que retomaron la huelga de hambre. 
Martha Fernández, abogada y viuda de Burgos, recordó que el fiscal Raúl Plee le dijo que �hubo gente que salió del cuartel, y que mi compañero podía haberse ido y no querido comunicarse conmigo�. �Nos armaron una historia. Iván Ruiz aparece filmado en la secuencia final de la recuperación del cuartel�, agregó la mujer. La versión del Ejército sobre Ruiz era que había agredido al soldado que lo custodiaba y había escapado.
Los restos de los miembros del MTP fueron recuperados a fines de 1997 �después del informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que constató nueve ejecuciones� en una tumba NN. �Estaban mezclados y algunos dentro de bolsas de Manliba�, describió el abogado Rodolfo Yanzón. 
Aún quedan tres cuerpos sin identificar y existen otras tres personas desaparecidas, pero no se puede saber la identidad de éstas últimas hasta que no se completen los estudios de ADN. Hoy se paralizará el trabajo de construcción de un supermercado que se estaba realizando en el predio donde funcionó el regimiento de La Tablada porque los abogados de los miembros del MTP denunciaron la semana pasada que en ese lugar se habrían encontrado restos humanos. 
�Habríamos perdido la capacidad de revelarnos frente a lo injusto y traicionaríamos a nuestros hermanos que dieron sus vidas contra el autoritarismo si aceptáramos pasivamente la situación que vivimos hoy. Eso no ocurrirá bajo ningún concepto, en ninguna circunstancia, ante ninguna amenaza, frente a ninguna presión. Es nuestro juramento�, manifestaron los trece presos de La Tablada que retomaron el martes la huelga de hambre a través de un comunicado. También criticaron al senador Angel Pardo, quien había manifestado que ellos tuvieron �un juicio justo�, y mencionaron varias irregularidades del proceso por el que fueron condenados. 
La secretaria de Política Criminal, Patricia Bullrich, informó que los detenidos son sometidos a controles de �peso y presión� y que en caso de que �haya algún tipo de descompensación, se hará una alimentación forzada�.
El debate sobre el proyecto que podría beneficiar a los detenidos está previsto para hoy, aunque en último término después de la reglamentación de los fueros y el habeas data. La iniciativa original, del frepasista Ramón Torres Molina, otorgaba a los juzgados por la ley de Defensa de la Democracia la posibilidad de una apelación de su condena. Para los miembros del MTP implicaba la libertad casi automática �menos para Enrique Gorriarán Merlo y su esposa Ana María Sívori� pues pasaban a ser procesados y se beneficiaban con la ley del Dos por Uno (dos días de prisión por cada uno sin sentencia firme). Pero el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, modificó el proyecto con intención de trabar la aplicación del Dos por Uno. 
Durante la conferencia de prensa, a la que asistieron representantes de organismos de derechos humanos, Carlos Zamorano, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, advirtió sobre las �trampas de algunos legisladores que quieren que los presos sean considerados condenados y no procesados�.

 

 

opinion
Por Manuel Justo Gaggero*

¿Cuál es la verdad, general?

El 19 de julio de 1976, en un procedimiento realizado en Villa Martelli, fueron supuestamente abatidos los dirigentes del Ejército Revolucionario del Pueblo Mario Roberto Santucho y Benito Urteaga, y �detenidos� la compañera del primero Liliana Delfino, Domingo Menna y Ana Lanzilotto de Menna, embarazada de seis meses. Los diarios de la época presentaron el procedimiento como un �éxito� en el combate que libraban las fuerzas armadas argentinas contra la �subversión marxista�, y daban cuenta de que en el operativo había participado un capitán Leonetti, el que habría muerto en acción. El comunicado fue reconocido como propio por el dictador Videla. La junta militar realizó un brindis en la residencia del embajador norteamericano Robert Hill, festejando �el golpe más serio que se le infringía al Partido Revolucionario de los Trabajadores�. 
Veinte años después, representando a los familiares de los caídos en Villa Martelli que engruesan la lista de desaparecidos, interpuse un recurso de hábeas data, dirigido a conocer qué había pasado realmente. Las respuestas de los organismos de �seguridad� �SIDE, Policía Federal y Gendarmería� revelaban, una vez más, el poco interés en colaborar para que se sepa la verdad sobre los crímenes del gobierno militar. La más insólita fue la respuesta oficial de la Policía Federal. Consignó que �ni Santucho ni Urteaga se encontraban detenidos en unidades de esa institución�. Por su lado, el Ejército, que en ese momento encabezaba Balza, afirmó desconocer los hechos aclarando que �por su estilo el comunicado publicado en los diarios del 30 de julio de 1976 podía ser de la dirección militar de ese momento�.
Ante esta falta absoluta de compromiso con la verdad, decidimos iniciar una información sumaria en San Martín, que se radicó en el Juzgado Federal del doctor Bustos. En ella, y mediante el testimonio de un suboficial que integraba los equipos de mantenimiento de los campos de detenidosdesaparecidos existentes en Campo de Mayo, logramos avanzar, pese a la renuencia en colaborar por parte de la dirección del Ejército.
Esta, oficialmente, siguió sin admitir la intervención clara del Ejército en los asesinatos y secuestros. Por otro lado, y el pasado fin de semana, el actual comandante en jefe Ricardo Brinzoni, participó oficialmente en la inauguración de un busto, en la localidad entrerriana de María Grande, del represor Juan Carlos Leonetti, y en su exposición alabó la �heroicidad� de dicho oficial, y de quienes lo acompañaban en ese luctuoso 19 de julio de 1976. ¿Cómo se explica esta contradicción, general? Por una parte, oficialmente se niega el hecho y se omite informarle al juez y por otro lado se homenajea a uno de los partícipes de dos asesinatos ilegales �no se le dio intervención a juez alguno y aún no se le han entregado los restos a los familiares� y del secuestrodesaparición de tres personas más ¿Cuál es la verdad? La que se declara cuando Ud. y su antecesor manifiestan que desean contribuir a reconstruir la historia de lo ocurrido en la Argentina en el período 1976-1983 o la que subyace en los �homenajes, que revelan la decisión de recuperar� a los imputados por crímenes de lesa humanidad, como parte de la fuerza.
Hable claro, general. ¡No sigamos con dobles discursos!

* Abogado y docente.

 

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