Por Laura Vales
El juez federal Gabriel Cavallo busca determinar quiénes de los que estuvieron dentro de la Alcaidía de la Policía Federal la noche de la fuga actuaron como cómplices de Agustín �Tractorcito� Cabrera y los paraguayos Fidencio Vega Barrios y Luis Alberto Rojas. Convencido de que el escape no ocurrió tal como lo cuentan los testigos, Cavallo agregó ayer a la lista de sus sospechosos al ex policía bonaerense Diego Barreda, quien hasta ahora era considerado sólo como una víctima de los evadidos. También fue detenida la esposa de Barreda, Gabriela Schirripa. En el centro de todo el tema está la incógnita sobre cómo se avisó a la policía que se habían escapado los paraguayos y por qué, dentro de la Alcaidía, estaba el teléfono celular de la esposa de Barreda. También sobre qué sucedió en las tres horas que pasaron desde que Cabrera, Rojas y Vega Barrios se esfumaron �según la Federal, a las 0.40� hasta que se dio aviso a la Justicia, recién a las 3.55.
Barreda y su esposa fueron indagados anoche. �De las pruebas recolectadas surge que Barreda no dijo toda la verdad�, explicaron ayer en el juzgado de Cavallo; �aunque por el momento tampoco se puede afirmar que haya sido cómplice de la fuga�. Una de las hipótesis abiertas es que el ex policía haya estado al tanto de que se preparaba la fuga y lo haya aprovechado para mejorar su situación procesal en la causa AMIA, mostrando que no estuvo dispuesto a escaparse él también. Lo cierto es que los médicos confirmaron que Barreda fue brutalmente golpeado por los paraguayos.
La esposa del ex policía bonaerense, Gabriela Schirripa, fue detenida en la medianoche del miércoles, cuando salía de dar una entrevista en un programa de televisión. Al mismo tiempo fue allanada su casa, de donde se secuestró la documentación sobre su teléfono celular. Como se recordará, la noche de la fuga, según declaró el sargento Sofío Godoy, había dentro de la Alcaidía un celular perteneciente a la esposa de Barreda. Desde ese celular, según la versión de Godoy, él personalmente avisó al comando radioeléctrico que se le habían ido los tres presos. Pero el teléfono no aparece por ningún lado. Todo indica que se lo llevaron Cabrera y los paraguayos y que en realidad la alarma se dio a través de un handy.
Ayer el abogado Roberto Damboriana, defensor Schirripa, confirmó que el celular fue olvidado por la mujer en el Departamento Central de Policía en la tarde del sábado y que habría sido utilizado para realizar varias llamadas por los prófugos. �El juez quiere saber si con su accionar facilitó la fuga. Por ahora sé que los elementos que tiene en su contra son llamados desde teléfonos celulares�, explicó Damboriana.
Un familiar de Schirripa puntualizó que el teléfono en cuestión fue entregado por la mujer de Barreda al sargento Sofío Godoy. �Gabriela fue a visitar a su marido el sábado y antes de entrar a la visita le dejó su celular al sargento Sofío Godoy porque así lo indica el reglamento�, sostuvo. �Cuando terminó la visita se olvidó de retirarlo. El domingo Gabriela se enteró de que los paraguayos se lo habían llevado junto al saco de Diego (Barreda) y entonces hizo la denuncia correspondiente�.
En los tribunales federales no se tiene certeza sobre la hora del llamado que alertó sobre la fuga, un dato crucial para entender hasta qué niveles llegó la complicidad policial investigada y si a los presos se les dio el tiempo necesario para alejarse del lugar sin problemas.
Ayer fue allanada por segunda vez la Alcaidía del Departamento Central y se secuestró el handy que usa la guardia para determinar si fue el que se usó para avisar al comando radioeléctrico. También se allanó la casa del sargento Godoy, donde encontraron su handy personal.
Para la Justicia hay acabadas pruebas de que la policía colaboró en la fuga. Por eso continúan detenidos el comisario que estaba a cargo de la alcaidía, Hugo López, el oficial Sofío Godoy y la auxiliar Violeta Locatelli. Los tres volverán a ser interrogados hoy. En las próximas horasse espera tener también los primeros resultados sobre la investigación patrimonial de los policías y un análisis de las cintas del Comando Radioeléctrico donde quedaron grabados todos los llamados realizados la noche de la fuga.
�SEREMOS SEVEROS CON LOS POLICIAS IMPLICADOS�
Las explicaciones de Storani
�Se va a ser muy severo con el personal policial que haya estado implicado en la fuga�, enfatizó ayer el ministro del Interior, Federico Storani. Lo dijo en el Congreso, frente a los legisladores de la Comisión Bicameral de Seguridad Interior, ante quienes admitió que pudo haber �complicidades en el interior de la misma dependencia policial�. Storani pasó airoso la prueba: no hubo pedidos de renuncia del jefe de la Policía Federal, el comisario general Rubén Santos, quien acompañó, casi en silencio, el informe del ministro.
Storani no pudo brindar mucha más información que la ya conocida, además de sus propias impresiones sobre la triple fuga del domingo a la madrugada. Pero dejó en claro su apoyo a la gestión de Santos, al calificar la evasión como �un hecho puntual que empaña el buen accionar� de la fuerza. �Paradójicamente, creímos que el Departamento Central era el lugar más seguro, porque de allí nunca se había producido una fuga�, admitió después el ministro.
Como la hipótesis del soborno ha ganado cuerpo por sobre la de la negligencia, la oposición evitó responsabilizar directamente a los funcionarios por la fuga. Pero no eludió cuestionamientos hacia políticas del área de seguridad que, según su criterio, podrían ser �causales indirectas� de episodios como la fuga.
�El brutal deterioro presupuestario, sumado al recorte salarial del 12 por ciento, está haciendo colapsar a la fuerza. Eso, sumado a la reestructuración impulsada con Santos, que sacó del Departamento Central a 600 hombres de la Guardia de Infantería y a 1200 de Investigaciones, debilitó la seguridad en el lugar�, dijo a Página/12 el diputado justicialista Miguel Angel Toma, miembro de la Bicameral.
Con respecto a la búsqueda, Storani informó que se han creado dos brigadas especiales: �Una, dedicada al seguimiento de los paraguayos (Luis Alberto Rojas y Fidencio Vega Barrios) y la otra, al argentino (Daniel) Cabrera, que se trata de una persona de muchos antecedentes, con más posibilidades desde el punto de vista logístico a mantener el carácter de prófugo�, dijo el ministro. Esto es así porque los investigadores suponen que después de la fuga, cada uno se fue por su lado. �Apenas cruzaron la calle, Cabrera se los quiso sacar de encima. No creo que tenga interés en que estén pegados con él, que es un profesional del delito. Ellos (los paraguayos) le resultarían un lastre para su seguridad�, razonó el comisario Santos.
El jefe de la Federal habló con la prensa después del encuentro con los legisladores. �Lo único que pido es paciencia �dijo�, porque vamos a tener más posibilidades y más margen de acción cuando se descomprima (este tema) dentro de la opinión pública.�
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