Autoridades nacionales y bonaerenses se trenzaron ayer en polémica
sobre la falta de vacunas y medicamentos. El gobernador bonaerense, Carlos
Ruckauf, y su ministro de Salud, Juan José Mussi, salieron a criticar
al Ministerio de Salud nacional porque: a) no estaría entregando
las vacunas contra el sarampión ni la cuádruple, por negligencia
o demora en las compras; b) estaría entregando en forma parcial
o fraccionada los medicamentos contra el VIH-sida. Héctor Lombardo,
ministro de Salud de la Nación, vinculó el faltante de vacunas
con fallas de la administración anterior y de gobiernos provinciales,
y reveló que más de 300.000 vacunas llegaran a su fecha
de vencimiento sin ser aplicadas. Página/12 consultó a fuentes
independientes: a) desde la Sociedad de Pediatría, confirman el
faltante de la vacuna cuádruple y la antisarampionosa y explican
que, si se prolonga, pondrá en riesgo la salud pública;
b) desde las organizaciones civiles dedicadas al VIH-sida, afirman que
las fallas en la entrega de remedios son permanentes y culpan
tanto a la Nación como a la provincia de Buenos Aires.
El gobernador Carlos Ruckauf, en declaraciones radiales, exigió
que el Ministerio de Salud nacional remita las vacunas, especialmente
la antisarampionosa y afirmó que hemos iniciado una
denuncia penal contra los funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación
por esta situación gravísima. El funcionario exigió:
O el Ministerio de Salud hace las licitaciones a tiempo y nos manda
las vacunas a los gobernadores, o nos mandan la plata y compramos nosotros.
Su ministro de Salud, Juan José Mussi, precisó que, para
la vacuna cuádruple, la Nación inició la licitación
en el mes de abril y tenía que haberla iniciado en enero,
ya que el proceso lleva de siete a ocho meses.
El ministro Lombardo admitió para este diario que en setiembre
hubo problemas con las vacunas cuádruple y antisarampionosa,
pero lo explicó de otra manera. En cuanto a la cuádruple,
en agosto se abrieron los sobres de la licitación: hubo un único
laboratorio oferente, el AventisMerieux, de Francia, y comprometió
la entrega desde la segunda quincena de octubre. Entretanto, por medio
de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tratamos de
conseguir vacuna en préstamo, pero no se pudo porque hay un solo
proveedor mundial. Entonces, decidimos comprar por separado 350 mil dosis
de los componentes de la cuádruple, que estarán en pocos
días.
En cuanto al sarampión, Lombardo reveló que 338.000
dosis de vacunas, que recibimos del gobierno anterior, se perdieron porque
habían sido compradas de más, vencían en junio y
julio de este año y los efectores provinciales no las aplicaron
a tiempo. A raíz de esto, iniciamos un sumario administrativo.
El ministro señaló que, de todos modos, distribuimos
2700 millones de dosis, lo cual supera las necesidades previstas
pero que, ante el faltante, compramos un millón de dosis
más, que esta semana estarán en el país.
El hecho es que, entretanto, el gobierno de la provincia de Salta compró
30 mil dosis de vacunas cuádruples y antisarampionosas que
la Nación se había comprometido a enviar en setiembre pero
no cumplió, según el ministro de Salud provincial,
Claudio Piorno.
La secretaria del Comité de Infectología de la Sociedad
Argentina de Pediatría, Charlotte Russ, confirmó para este
diario que está faltando la vacuna cuádruple y también
la antisarampionosa. La especialista precisó que algunos
hospitales todavía tienen stock, mientras que en otros ya se terminó.
La vacuna cuádruple inmuniza contra el tétanos, la difteria,
la coqueluche y contra la infección por el Haemophilus influenzae,
que causa la meningitis bacteriana. En cuanto a las consecuencias de estos
faltantes, la doctora Russ estimó que hasta ahora no tiene
por qué suceder nada grave, pero podría haber problemas
si el faltante se prolongara 15 días más. La falta de antisarampionosa
tampoco es grave mientras no falte la triple viral, que incluye un componente
antisarampionoso.
Un
problema recurrente
Los problemas en la provisión de remedios
para el sida siguen siendo crónicos en la Argentina. Ayer
el ministro de Salud bonaerense, Juan José Mussi, incluyó
la falta de medicamentos contra el sida entre sus
críticas al Ministerio de Salud Nacional. El ministro Héctor
Lombardo respondió a este diario que no faltan medicamentos,
aunque, durante un breve lapso, unos pocos fármacos se
entregaron fraccionados. Esto se debió a que modificamos
criterios licitatorios para bajar los costos sin resentir la calidad,
y los nuevos proveedores necesitaron tiempo para tener la orden
de compra y elaborar el producto.
Sin embargo, Mario Burgos, miembro del comité coordinador
del Encuentro Nacional de Organizaciones No Gubernamentales con
Trabajo en VIH-sida, afirmó para Página/12 que en
muchas oportunidades, durante los últimos seis meses, entregaron
los medicamentos fraccionados en dosis que sólo alcanzan
para tres días y que los pacientes no reciben en los hospitales
donde se atienden: deben viajar desde el conurbano hasta el Ministerio
de Salud, cada vez, y el resultado es que los tratamientos se
interrumpen y, entonces, fracasan. Años de tratamiento,
en los que el Estado gastó miles de dólares, se
pierden porque el paciente no tiene para pagar un boleto de colectivo.
Según Burgos, el Ministerio de Salud no ha conseguido
sistematizar la distribución de los medicamentos para el
VIH. Pero también la provincia de Buenos Aires es responsable:
hace un año, el ministro Juan José Mussi firmó
un convenio por el cual la distribución de estos medicamentos
en su provincia queda a cargo de la Nación: se lavó
las manos y ahora se queja.
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