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51 MUERTOS Y MAS DE MIL HERIDOS EN CINCO DIAS EN MEDIO ORIENTE
Llegó el (nuevo) síndrome de Jerusalén

Los enfrentamientos de ayer entre palestinos e israelíes dejaron 15 muertos. Mañana en París la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, el premier israelí, Ehud Barak, y el líder palestino Yasser Arafat buscarán acordar un cese del fuego.

t.gif (862 bytes)  Los muertos crecen con el correr de los días: ayer fueron 15, entre los cuales otra vez hubo niños. Desde el jueves, cuando el líder derechista israelí Ariel Sharon visitó provocativamente la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, los choques israelíes y palestinos ya dejaron 51 muertos y más de un millar de heridos, la mayoría de bala. Los movimientos diplomáticos internacionales hacen pensar que los vientos de guerra no están lejos. A pedido palestino, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió ayer para pronunciarse sobre la situación. El premier israelí Ehud Barak, el líder palestino Yasser Arafat y la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, se reunirán mañana en París para acordar un cese del fuego. Barak acusa a Arafat de provocar la violencia y advirtió que “no vamos a ceder ante la fuerza”. El líder de la Autoridad Palestina acordó una cumbre árabe urgente con los países vecinos de Israel: Jordania, Egipto, Líbano y Siria. Irán exigió que la lucha contra Israel fuera hasta el final y el jefe de la guerrilla proiraní Hezbollah, el jeque Hassan Nasrallah, se reunió con líderes radicales palestinos para apoyar “la nueva intifada”.
“Las causas de esta ola de violencia son más complejas que la visita de Sharon”, declaró Barak. “Hay que observar que el comportamiento de los policías palestinos es el resultado de directivas de la Autoridad Palestina”, completó. Quizás el premier israelí tenga razón en cuanto a la complejidad de las causas, pero en la llamada “comunidad internacional” la interpretación israelí tiene por ahora las de perder. El hecho de que todo haya comenzado con la presencia de Sharon en el Monte del Templo, sumado a la represión que siguió con una cantidad inusitada de balas de verdad por parte de las fuerzas israelíes, y aun a imágenes tan fuertes como la de niños palestinos acribillados, hacen que hasta Estados Unidos, tradicional aliado israelí, tome partido por la interpretación palestina. La Casa Blanca enviará una comisión de la CIA a Medio Oriente para investigar casos como los del niño Mohamed al-Dourra, que murió en brazos de su padre. “Esa imagen me partió el corazón”, dijo el propio presidente norteamericano, Bill Clinton. Un portavoz del Ejército israelí anunció que este cuerpo también iniciará una investigación, aunque denunció “la utilización cínica de mujeres y niños por parte de los palestinos”.
Existe unanimidad internacional en la condena a Sharon. El líder del Likud, que quizás actuó como actuó amenazado por la posición ascendente dentro de su partido del ex premier Benjamin Netanyahu, atacó ayer a “la propaganda difamatoria de los palestinos”, a Estados Unidos y la Unión Europea “que no deben inmiscuirse en los asuntos de Israel” y a la Autoridad Palestina que “armó una estrategia global violenta hace diez días”. Repitió que todo judío tiene derecho a visitar el Monte del Templo, donde está del Domo de la Roca, tercer lugar sagrado del Islam. Pero parece que Sharon conoce los derechos y no los rituales. Un artículo publicado ayer por el diario israelí Haaretz señala que Sharon cometió un sacrilegio al visitar el lugar santo sin tomar antes un baño ritual y al hacerlo en calzado de cuero. Según una fuente diplomática occidental, el objetivo de Sharon pudo ser, más bien, hacer que las fuerzas israelíes le impidieran el acceso al Monte del Templo como recurso propagandístico para acusar a Barak de ceder la soberanía de esa zona a los palestinos. En todo caso, el gobierno israelí efectivamente prohibió ayer la entrada al Monte del Templo a Jehuda Etzion, conocido ultraderechista israelí.
Un aspecto que complica más a Israel a ojos de la Unión Europea, de Estados Unidos y de los países árabes es la virulencia de la represión. Al día siguiente de la visita de Sharon, Arafat mostró fotos sobre cómo las fuerzas israelíes tiraban a matar (según la cantidad de heridas de palestinos ubicadas del pecho hacia arriba). A medida que llegaban los heridos a los hospitales palestinos, se fue comprobando que los israelíes usaban un tipo de balas (las dum-dum) prohibidas por las convenciones internacionales. Anteayer, el responsable del Servicio de Seguridad Preventiva palestina, coronel Mohammad Dahlan, denunció que “los israelíesestán disparando misiles antitanque contra la población civil desarmada”. Y la escalada no cesa: ayer, los israelíes estrenaron helicópteros de combate que lanzaron cohetes en Gaza.
En los 15 que murieron ayer inmediatamente por los impactos (además de los heridos que van muriendo), la proporción sigue siendo elocuente: siete árabes israelíes, siete palestinos y un judío abatido a quemarropa cerca de un pueblo palestino de Cisjordania. La violencia llegó ayer por primera vez a la ciudad cisjordana de Jericó. El papa Juan Pablo II y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, multiplicaron su llamado a un cese del fuego. Albright repitió que “no estamos solamente ante jóvenes con piedras, sino que hay fuerzas de seguridad palestinas. Por eso no es realmente una intifada”. O sea: esto es peor.

Claves

Los enfrentamientos entre palestinos e israelíes son los más graves desde la intifada (guerra de piedras) palestina de 1987.
Todo comenzó el jueves con la visita del líder derechista israelí Ariel Sharon al Monte del Templo en Jerusalén, donde está el Domo de la Roca, tercer lugar sagrado del Islam.
La comunidad internacional condenó la actitud de Sharon. Los palestinos acusan a los israelíes de tirar a matar y el gobierno israelí responde que la violencia fue provocada por la policía palestina.
A pedido de la Autoridad Palestina, el Consejo de Seguridad de la ONU estaba reunido anoche para pronunciarse sobre el conflicto.
Ehud Barak y Yasser Arafat, que fracasaron en julio en Camp David en su intención de alcanzar un acuerdo de paz, se encontrarán el miércoles en París para frenar lo que parece ser el comienzo de una guerra.
Los líderes de Egipto, Jordania, Siria y Líbano se reunirán con Yasser Arafat en una urgente cumbre árabe para respaldarlo ante Barak.

 

 

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