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EMPATO SIN GOLES POR FALTA DE CONTUNDENCIA Y GIMNASIA SE LE ACERCA
Boca no sabe cuánto perdió ayer

En un partido que no fue bueno, y pese a que dispuso de las mejores oportunidades, el equipo de Bianchi dejó dos puntos en Santa Fe que le pueden ser muy necesarios más adelante, si es que sus perseguidores no aflojan. Buena tarea de Colón y resultado en líneas generales justo.

Por Facundo Martínez
Desde Santa Fe

t.gif (862 bytes)  Boca-Colón fue el partido más esperado de la semana, sobre todo por lo que hubiera significado una nueva victoria de Boca para los principales perseguidores del puntero y, además, por la historia reciente que hizo de este duelo unos de los principales indicadores para medir, en circunstancias similares, las pretensiones y perspectivas de este equipo de Carlos Bianchi. Ayer Boca no pasó la prueba, sin Martín Palermo, no consiguió atemorizar al rival y hasta cedió terreno de juego, ante un Colón que buscó por momentos hacer su partido, pero también careció de fuerza y calidad para golpear oportunamente. Finalmente, el partido fue muy impreciso y hasta un tanto aburrido. Se pudo ver mucha más fricción que inventiva. Y aunque la jugada más clara fue para los xeneizes, el empate sin goles fue un resultado inobjetable, porque ninguno de los dos pudo, ni supo cómo y por dónde encontrarle la vuelta al otro.
No hay dudas de que cuando no está Palermo a Boca se le complican demasiado los planes. Y más si, a diferencia de como lo venía demostrando en sus últimas presentaciones, no consigue demoler en los primeros minutos la estructura futbolística y emocional del contrincante. Ayer Boca sufrió la falta de su goleador y no pudo ni supo ser ese equipo aplastante, porque Riquelme sólo apareció de a ratos y porque sin él, el equipo se tiró atrás y los delanteros quedaron desensamblados. Claro que mucho tuvo que ver el buen primer tiempo que hicieron los santafesinos.
Delgado sufre la infracción de morant.Viendo que no había necesidad de aguantar ningún arrebato, Colón se agrandó hasta terminar con el control del juego en la zona de volantes, lo que fue posible gracias al buen partido que jugó Esteban Valencia, quien se convirtió en la manija y en la salida de los locales. Pero si bien en números Colón consiguió generar más llegadas, nunca llegó a hacerlo con más claridad que Boca. Con mayor presencia en el área xeneize, Colón pudo abrir el marcador cuando a los 18 minutos Graf fue a buscar una pelota cara a cara con Córdoba, pero el colombiano se le anticipó haciéndole un sombrero con la mano izquierda que le permitió recuperar con seguridad la pelota. Más tarde, fue Matellán quien le sacó a Graf otra pelota de gol sobre la línea.
Boca intentó dar vuelta las cosas con varios contraataques, a los que les faltaron el acabado artesanal del goleador. A los 27’, Battaglia ganó le ganó de arriba a Morant y conectó un cabezazo que demandó un gran esfuerzo del arquero Díaz para desviarlo. Unos minutos después, increíblemente, se lo perdió Bermúdez. El capitán no llegó a tiempo para aprovechar un error del arquero de Colón, que había quedado en mala posición, de espaldas a una pelota, cuando apenas había que empujarla dentro del arco. Más tarde, otra vez Marchant sacó, esta vez de volea, un cabezazo de Claudio Biaggio que llegó a estar muy cerca de la línea. Después se lo perdió Riquelme, quien tras un tiro de esquina encontró un rebote fuera del área y tiró a colocar: el disparo pegó en el palo.
El ingreso de Pandolfi por Barijho le dio a Boca otra velocidad. Durante unos minutos, el conjunto de Bianchi pisó el acelerador e intentó hacer lo que no había logrado durante la primera parte. Si bien así Riquelme volvió a tener contacto con la pelota, pasó que los delanteros xeneizes se fueron retrasando, quizás para no perder el contacto con Román, y eso hizo que Boca no tuviera presencia cerca del arco rival.
Sin embargo, las dos jugadas más claras fueron de Boca: una habilitación de Román a Delgado, quien en lugar de rematar al arco, cuando tenía espacio y ángulo, buscó sin éxito eludir a Díaz y la desperdició; la otra vino tras una buena jugada de Marchant, con un remate de Riquelme que pegó en el travesaño, después en la línea y finalmente salió.
Colón siguió en la misma tónica. Dos veces estuvo cerca Javier Delgado, una vez afuera y otra a las manos de Córdoba. A Boca se le acababa el tiempo, y en los últimos minutos, cuando los santafesinos parecían satisfechos con la igualdad, varios errores defensivos le permitieron a los locales salir del atolladero y descomprimir la leve asfixia.

Sin contundencia
- A Boca se le complicó el partido desde los primeros minutos porque no pudo sacar a relucir todo su poderío, ni siquiera esa presión inicial con la que ahoga a los rivales, frente a un Colón discreto que se paró bien en la zona de volantes y consiguió cortarle el juego.

- En un tono menor, sin demostrar demasiadas ideas, los santafesinos dominaron gran parte de la primera mitad, aunque la falta de claridad en los últimos metros, y algunas imprecisiones, les permitió a los xeneizes generar varias situaciones de contraataque.

- Colón generó más situaciones que Boca, pero lo cierto es que la jugada más clara del partido fue de Marcelo Delgado, quien no pudo definir una pelota que con soplarla entraba sola al arco de Díaz. Varios errores defensivos de Boca le dieron respiro a Colón en los minutos finales.

 

se viene el desmantelamiento
Aunque Bianchi no quiera

Por F.M.
Desde Santa Fe

Por más que Carlos Bianchi ya empezó su campaña verbal para que los dirigentes no desmantelen el plantel la próxima temporada, la mano viene dura y las cosas no van a ser tan simples. Los dirigentes dicen que Boca no tiene necesidad de vender, porque el club “no tiene apremios económicos” pero varios jugadores ya les habrían pedido que no les impidan emigrar si les llega alguna oferta respetable. Para Bianchi la cosa es simple: si le desarman este grupo, no hay demasiadas garantías para el futuro inmediato, porque este Boca ganador tiene su esencia en el conjunto y no en las individualidades. Para los dirigentes no hay salida. Si son los jugadores los que quieren ganar más plata deben irse a Europa porque el club no puede pagar ni siquiera lo que está pagando en estos momentos. Y hay directivos que ya hablan de la posibilidad de rebajar las cifras de las renovaciones de los contratos. La excusa: la merma en los ingresos del club, producto de la situación general del país.
El vicepresidente Pedro Pompilio manifestó ayer, en esta ciudad, que Martín Palermo y Oscar Córdoba son dos de los que pidieron que el club no rechace cualquier posible oferta por sus pases. Según el empresario Gustavo Mascardi, representante del goleador, el Inter lo tiene en carpeta y está interesado en comprarlo, aunque a Boca no ha llegado ningún pedido. Para el colombiano, el futuro podría estar en España, en el Barcelona, o en Turquía, en el Galatasaray. Y en este sentido, no hay que olvidar que existe interés de otros clubes del mundo por otros jugadores de Boca: el Paris Saint German y el Zaragoza están siguiendo a Hugo Ibarra, el Valencia mira a Marcelo Delgado, la Fiorentina a Jorge Bermúdez y el Napoli observa a Guillermo Barros Schelotto.
Lo cierto es que, por más que Bianchi diga: “Espero que en enero pueda contar con el 99 por ciento del plantel”, su deseo, que, sin dudas, tiene que ver con sus principios y su estrategia de trabajo, podría verse alterado por los deseos de los futbolistas que están esperando la oportunidad de triunfar en el exterior. Y como viene la mano, los dirigentes de Boca no podrán hacer mucho para retenerlos.
"Todos quisiéramos contar con el ciento por ciento de los jugadores. Lo que ocurre es que hay algunos que por motivos propios quieren irse. Obviamente, queiren cruzar el Atlántico porque eso les significa una cantidad de dinero mucho más importante de la que puedan ganar aquí", explicó Pompilio.

 

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