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POLEMICA DENUNCIA DEL ESCRITOR MASSIMO CARLOTTO
La modelo derecha y humana

 

�Valeria Mazza habla de la santidad de Pio Laghi�, expresó el escritor italiano y definió al ex nuncio apostólico: �Es un cura diabólico�.

 

Por Silvina Friera

t.gif (862 bytes)  El escritor italiano Massimo Carlotto puso el dedo en una herida abierta que pocos se atreven a escarbar: la complicidad de la Iglesia Católica argentina con los militares durante la última dictadura militar. Pero Carlotto, que llegó a Buenos Aires para presentar su libro Le irregolari, Buenos Aires horror tour, en el marco de la Tercera Edición del Festival Italoargentino “Un puente, dos culturas”, fue más preciso en sus denuncias e hizo hincapié en el ex nuncio apostólico en la Argentina en los años de plomo, Pio Laghi, actualmente encargado mundial de la educación de los jóvenes en el Vaticano y, defendido, según él, por la modelo Valeria Mazza.
Sobrino de Estela, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, el escritor italiano sostuvo que “Laghi está en campaña por el papado, dispuesto a todo por el premio mayor: ser el guía espiritual de la Iglesia Católica. Consiguió el apoyo de la congregación de la Madre Teresa de Calcuta y de los obispos de Emilia-Romana, zona comunista por excelencia. Valeria Mazza habla de la santidad de Laghi en todos los canales de televisión italianos. ¿Cómo puede ser que sea el responsable mundial de la educación de los jóvenes católicos?”. El estupor que produjeron sus palabras en el público que asistió a la presentación en el Centro Cultural San Martín fue seguido de un repudio unánime hacia la postura de la blonda y famosa modelo argentina. Carlotto siguió con su caracterización del ex nuncio apostólico: “Es un cura diabólico, que en las salas de tortura ponía retratos de Hitler y la Virgen María. Lamentablemente, en Italia hay un pacto de silencio: de esto no se puede hablar, no hay ningún periódico que vaya a publicar la verdad sobre quién es Laghi y su rol en la represión”.
Al margen de estas palabras, que subieron los decibeles de la charla, en el San Martín se podía palpar una alegría contagiosa, que obedecía a varios motivos. Estela Carlotto comentaba a quien quisiera escucharla, alternativas del resultado de un ADN que confirmó el caso número 70 de un hijo de desaparecidos, Gabriel Cevasco, que “se encontró a sí mismo”. La institución que preside acaba de cumplir 23 años de lucha y ella se mostraba contenta, además, porque estaba acompañada por un Carlotto, con el que comparte mucho más que el apellido y el parentesco. Le irregolari... sintetiza las batallas cotidianas de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo en la búsqueda de hijos y nietos. “El libro de Massimo cuenta nuestra historia, con la frescura de las palabras de un joven de la edad de mi hija Laura, comprometido política e ideológicamente. Esta es su mejor contribución para el esclarecimiento de la historia argentina .aclaró Estela–. Lo hizo en un momento en que el juicio en Roma necesitaba de la comprensión del pueblo italiano”. La presidenta de Abuelas le entregó a Massimo una medalla con el logotipo de la institución, en reconocimiento a su colaboración desinteresada con la causa.
El sobrino Carlotto, en diálogo con Página/12, expresó que “Argentina experimentó un método represivo complejo, desconocido en otras partes del mundo: el de la desaparición de personas. La dictadura exportó un modelo de tortura, basado en el perfeccionamiento del secuestro, los campos de concentración clandestinos, los chicos tratados como botín de guerra, el homicidio y el ocultamiento de los cadáveres”. Carlotto nació en Padova en 1956 y actualmente reside en Cagliari. Es autor de numerosos libros, que recorren un amplio arco genérico, desde la denuncia política a la novela negra. Títulos como Fuggiasco, La veritá dell’ Alligatore, Il mistero di Mangiabarche, constituyen parte de su vasta producción literaria. “Le irregolari resume el drama de toda una generación, con la que me siento plenamente identificado, que adhirió a un proyecto revolucionario que no pudo ser. Muchos pagaron sus ideales con sus vidas o terminaron en lacárcel”, agregó Massimo. “En Chile y Uruguay no conocían la metodología represiva, la importaron de Argentina”, puntualizó ante un auditorio que escuchaba con atención las premisas de su reciente publicación en italiano. Respecto del juicio en Roma consideró que no es suficiente, porque falta aún realizar una reconstrucción completa y exhaustiva de la metodología del terror en Argentina. “Hay algo ambiguo, muy contradictorio en Europa. Al mismo tiempo que impulsan los procesos judiciales contra los genocidas, Italia deja en libertad a Olivera”, advirtió el escritor.
El autor de Le irregolari puso también sobre la mesa la cuestión del papel que desempeñaron los intelectuales argentinos durante la dictadura. “En los diarios italianos publicaban que (Jorge Luis) Borges almorzaba todos los domingos con Videla”, aseguró Carlotto y abrió el debate para un público interesado en participar. Alguien mencionó que también Ernesto Sabato se sentó a la mesa del represor y que la clase media argentina veía en Videla al hombre que “llegaba para poner orden”. “La fuerza de la literatura –concluyó Carlotto– reside en que llega al corazón de la gente, por eso se convierte en un instrumento de difusión tan importante. Borges habló muy bien de la dictadura y contribuyó a su promoción en el exterior”.

 

 

 

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