“Presidente, lo que más le jode
a Pelé es que le gané en Brasil”

Eso le dijo Diego Maradona a Fernando de la Rúa en el encuentro que mantuvieron en Olivos, y en el que la elección del mejor futbolista del siglo por la FIFA copó la charla entre ambos. Diego Maradona le regaló una camiseta de Boca autografiada a otro hincha del campeón Intercontinental.

–Gané yo, Presidente, no tengo dudas.
–Ah, es una votación por Internet...
–Yo le gané a Pelé por un margen bastante grande y ahora la FIFA dice que los que votaron son muy chicos.
–¿Y ahora la FIFA quiere rever la votación?
–Lo que más le jode al morocho es que yo le gané en Brasil...
La polémica votación que organizó la FIFA para determinar quién es el futbolista del siglo dominó el encuentro que sostuvieron en la noche del jueves el presidente Fernando de la Rúa y Diego Armando Maradona, en la quinta de Olivos. El astro mostró bronca ante la posibilidad de que la FIFA dé marcha atrás y lo obligue a compartir el premio con Pelé.
El encuentro entre el jefe del Estado y el ex futbolista tuvo lugar anoche en la residencia de Olivos, en un clima festivo y cordial en el que ambos estuvieron acompañados por sus esposas y algunos de los familiares más íntimos.
La primera dama, Inés Pertiné, y la mujer de Maradona, Claudia Villafañe, intercambiaron elogios y se interesaron mutuamente por sus hijos y la salud de ambas.
Risueño pero contundente, Maradona le aseguró al Presidente que no tiene dudas de que él es el ganador de la encuesta por Internet, y ratificó que, en caso de que Pelé sea anunciado como ganador, no viajará a Roma para presenciar la entrega del premio.
“Por más que a mí me dijeron que gano por muerte, a Guillermo (Cóppola) ya le dije que no saquemos las banderas” para celebrar el galardón, porque –explicó– “la gente me puede votar a mí, pero ahora se quiere hacer una comisión (para premiarlo a él, a Pelé y a Alfredo Di Stéfano) que se debió formar antes de la propia votación”, explicó el astro.
Sentado junto a sus invitados en los elegantes sillones de unos de los salones de la quinta presidencial, De la Rúa seguía atentamente la conversación, mostrando no estar muy al tanto del tema.
“Ojo, Pelé, Di Stéfano y el Charro Moreno se hubieran adaptado al fútbol que yo jugué –comentó Diego–, pero si bien es cierto que el Negro la rompió en México ‘70, recibía la pelota, se podía dar vuelta y, sin problemas, le podía dar un pase a Carlos Alberto. Si a él le daban patadas, a mí, por la velocidad en que yo jugaba, me pegaron 25 veces más.”
Diego insistió con que no viajará a Roma, donde el lunes se realizará la entrega del premio, si no confirman su victoria, y dijo: “Por más que con dos argentinos en el podio ya le ganemos a Brasil, si no levanto el premio me quedo en Cuba”, adonde viajaba anoche para continuar sometiéndose a un tratamiento médico. “Y que no digan que sólo los chicos me votaron. Porque los chicos les preguntan a los padres. También eligen los mayores”, acotó, enojado.
El Presidente y Maradona dieron rienda suelta también a la alegría compartida por la Copa Intercontinental que obtuvo Boca en Tokio, tras vencer al Real Madrid. Luego, llegó el tiempo del intercambio de obsequios. “Qué sorpresa”, exclamó la esposa del primer mandatario cuando recibió un presente de manos de Diego.
La pequeña nieta del jefe del Estado puso la nota tierna a la jornada, al entregarle al ex futbolista una camiseta de Boca, con el número 10 y decir casi a media lengua y en forma vacilante: “Esto es para Maradona”. De la Rúa no se quedó sin regalo, ya que Diego le obsequió una camiseta de la Selección Argentina, también con el número 10.

LIDERA CON NUEVA ZELANDA EL MUNDIAL DE GOLF
Argentina está a medio camino

Eduardo Romero y Angel Cabrera se mantienen al frente de la Copa del Mundo de golf, tras la segunda jornada, compartiendo el liderazgo con el equipo de Nueva Zelanda, que está integrado por Frank Nobilo y Greg Turner, mientras que la representación de Estados Unidos, liderada por Tiger Woods, se recuperó de una mala jornada inicial y se ubica en la tercera posición.
Ambos equipos líderes entregaron tarjetas de 67 golpes, y totalizan 124, 20 bajo el par. Woods y su compañero David Duval hicieron una ronda de 65 golpes, y están ahora a sólo dos impactos. Sin embargo, los ganadores de la jornada fueron los galeses Ian Woosnam y Philip Price, que totalizaron 64 golpes, saltando de la 21ª a la novena colocación.
La mayor ovación de la jornada le correspondió al Gato Romero, quien luego de haber echado la pelota lejos del fairway en el hoyo 1 (doble bogey para Argentina), cerró el hoyo 9 con un águila (dos bajo el par).
La ovación fue de antología. Duró varios minutos a pesar de que tanto Romero como Cabrera instaban al público con sus brazos para que dejara de aplaudir y así permitir que Nueva Zelanda continuara jugando. Se situaron como únicos líderes, por primera vez en el día, con un birdie en el hoyo 12, mientras que en el catorce Romero concretó otro birdie luego de que Cabrera dejara la pelota a medio metro para águila. Recién en el 15 los neocelandeses lograron igualar el score. Cabrera dejó oír algunos insultos cuando, por muy poco, no concretó el birdie en el hoyo 18 que hubiera dejado solo en la punta al equipo nacional.
Los golfistas argentinos compartieron cartel con Woods, seguido por una multitud de espectadores a lo largo del recorrido. El estadounidense, que había tenido una ronda inaugural por debajo de su nivel habitual, entusiasmó con algunos golpes que llevan su sello.
Bajo un sol demoledor, los 24 equipos jugaron la ronda según la modalidad del “foursome”, en la que los golfistas se alternan en los golpes. En la tercera ronda, a jugarse hoy, se retomará la modalidad de la jornada inaugural, el “four-ball”, en el que cada golfista juega con una pelota, y se toma la mejor marca de los componentes de un equipo.

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