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SOBRE LA MEDIACION EN EL PROCESO DE DIVORCIO
La otra forma de encarar los conflictos de la separación

Las autoras explican los beneficios de la mediación como una etapa previa a la judicialización del divorcio. Estrategias para encarar un proceso pleno de conflictos y dolor. La tarea y las responsabilidades del profesional.

Por Cristina Moyano * y María Esther De Palma **

Distintos autores nacionales y extranjeros a lo largo de los últimos 40 años han realizado estudios relacionados con el divorcio y las consecuencias que produce en los integrantes de la familia. Florence Kaslow habla de un duelo que dura entre 2 a 5 años. La pareja se forma y con ella se ponen en funcionamiento mitos, creencias, educación de dos personas distintas, en realidad de dos familias, las familias de origen de cada uno de los cónyuges. Como dice Alfredo Canevaro, para trabajar con una familia hay que pensar en la pareja que la creó. A las jóvenes parejas no se las ayuda a emprender este difícil camino.

  Así, las expectativas de ambos sobre el nivel de satisfacción a obtener en la relación de pareja, la no explicitación de las fantasías y las necesidades de cada uno, y los esfuerzos que es necesario realizar para lograr los acuerdos mínimos de funcionamiento inciden en el grado de decepción y en los sentimientos de frustración. La nueva pareja debe crear sus propias normas de funcionamiento, debe lograr acuerdos que a veces son difíciles de obtener debido a que hay aspectos de la formación, de la educación, que están muy arraigados y que cada uno los vive como indiscutibles.

  Cada miembro de la pareja va al matrimonio con su ECRO, Esquema, Conceptual, Referencial, Operativo del que habla Enrique Pichon Rivière y que se vivencia como indiscutible, ésa es la "verdadera" forma de comportarse o de actuar y cuesta mucho aceptar que existen otras.

  Cuando una pareja se divorcia, en general después de un largo período de desilusiones, intentos de mejorar la relación, etc. se produce un sentimiento de fracaso y pérdida de la autoestima. Desajustes de conducta, como si la persona hubiera perdido la coherencia que tenía antes del divorcio. Coogler fue el primero en hablar de síntomas específicos que tienen que ver con el divorcio.

  De modo que el conflicto que se presenta es legal, social y psicológico. Sin embargo hay un amplio margen desde lo legal para considerar el divorcio, puede ser controvertido o por mutuo consentimiento, si hay hijos se fijarán alimentos, se decidirá quién se hará cargo de la tenencia, se fijará el domicilio. Pero también se presentan una serie de conflictos psicológicos y sociales que son poco tenidos en cuenta y que a la larga serán los que definirán la duración del pleito.

  La experiencia muestra que en muchos casos en que se decidió un común acuerdo "formal", para apurar el trámite y lograr una pronta sentencia, duran poco. Es necesario detenerse a reflexionar sobre el dolor, la frustración, la bronca. Hacerse cargo que se eligió a esta persona en un momento determinado de la vida y el hecho de no poder cumplir con el "mandato" para toda la vida, es responsabilidad de ambos miembros de la pareja, aunque sea por distintos motivos.

  La mediación surge como una técnica de resolución de conflictos en la que un experto tratará de ayudar a dos personas bienintencionadas a buscar puntos en común para poder lograr acuerdos que se comprometerán a cumplir desde ellos, sin la intervención de terceros.

  Como ya dijimos, el divorcio en sí mismo produce conflictos específicos y desórdenes que es necesario tomar en cuenta cuando se trabaja con personas que están en esa situación. Esta técnica se origina en EE.UU.

  En general poco se toman en cuenta las consecuencias psicológicas y sociales, pero los casos concretos muestran cómo un padre que cumplía con los alimentos deja de hacerlo cuando su mujer forma una nueva pareja. Cómo en otros casos hay hijos sobre involucrados, que viven como propios los conflictos de sus padres y que por supuesto estas situaciones no pueden ser resueltas sólo desde lo legal. Los entrecruzamientos de los aspectos legales, psicológicos y sociales llevan a la necesidad de la interdisciplina para un mejor abordaje del problema.

  El conflicto se produce cuando hay dos o más intereses contrapuestos. Esto sucede en el caso del divorcio; el ámbito apropiado para dirimir este conflicto es Tribunales. Un conflicto supone un problema para resolver. Situaciones para negociar. Para proceder a su resolución, es necesario cambiar el contexto donde está el conflicto.

  Para intervenir en el conflicto y poder participar en su resolución se debe:

* Ser relevante para las partes.

* Lo suficientemente distinto de las partes para poder intervenir y modificar las reglas de juego.

* No dejarse entrampar, pues nos enmarañamos en el sistema y les damos más de lo mismo.

* Hacer que las diferencias sean reales en las acciones.

  De todos modos no hay una forma o modalidad general, cada sistema es distinto. El accionar del profesional debe ser lograr que el sistema asuma sus responsabilidades.

  El conflicto supone distintas formas de abordaje:

  1) Arbitraje. 2) Conciliación. 3) Negociación. 4) Mediación.

  El divorcio es una situación conflictiva; el conflicto es algo universal; no existe desde el punto de vista psicológico, individuo sin conflictos. El conflicto no es bueno ni malo, cómo se maneja puede ser mejor o peor. La función constructiva de un conflicto es ayudar al cambio. Llegar a compromisos implica una resolución del conflicto, puesto que satisface a ambas partes, que son capaces de perder algo, para ganar algo distinto que en situaciones anteriores. Tratar de lograr algo más que la mera resolución por compromiso sería lograr una actitud de colaboración.

  Como ya dijimos el divorcio es un proceso legal, pero también es un complejo proceso psicológico y social. Requiere de acomodaciones psicológicas, biológicas y sociales difíciles. Por lo tanto podemos hablar de ciclo vital del divorcio (Pedro Herscovici). Según se trate dicho divorcio será cómo evolucionará éste. El divorcio implica desestructuración; la persona va a ser un desorden y por lo tanto va a pensar y actuar desordenadamente.

  La mediación existe en la medida que sirve para que sea menos caótico, menos desestructurante. La mediación aparece como un paso previo a la presentación de la demanda. Que ellos mismos fijen las pautas para que los conflictos sean los menos posibles. Debemos intervenir cuando las partes están estancadas o cuando los derechos de los menores no están contemplados. Cómo transmitir el pensar en términos de cara y ceca, esto requiere un ejercicio continuo y con supervisión. Toda persona que trabaja con seres humanos influye y es influenciada; para comprenderlos necesitamos dejarnos influenciar. También es necesario tener dosis disciplinada de empatía para poder comprender al otro. El niño necesita el mantenimiento de la unidad parental. Que la pareja mantenga algún vínculo como padres, esto hace que el divorcio no sea maligno, que se mantengan conjugados como padres independientemente de las broncas. La estructura posdivorcio más saludable es la biparental. En el caso de una madre sobrecargada y un padre periférico, a los chicos se les presenta un problema de lealtades.

  Es importante para establecer una estrategia de mediación, tener en cuenta la etapa del ciclo de vida que está transitando la familia. No es lo mismo un matrimonio de alrededor de 50 años con hijos adolescentes que un matrimonio con hijos por debajo de los 8 años. Así también es necesario tener en cuenta los recursos individuales, económicos, sociales y familiares con que cuenta cada uno.

  También deben tener en cuenta que, si uno es disfuncional, el otro también lo es, luego hay que buscar el poder en el sometido. Cuando nos casamos elegimos exactamente lo que necesitamos. Es vital volver a la idea de que eligieron lo que necesitaban en ese momento. La decisión de divorciarse está basada en el crecimiento y no en el fracaso.

  Florence Kaslow, autora ya citada, habla del proceso del divorcio, con un desarrollo de etapas claramente diferenciadas:

  Predivorcio: período de deliberación y desesperanza. Divorcio emocional. Sentimientos de frustración, insatisfacción, ansiedad, escepticismo. También negación (silencio).

  Divorcio: Período de trámites legales.

  1. Divorcio legal: autocompasión, desamparo, desconfianza (gritos, protestas, peleas, intento de suicidio, amenazas).

  2. Divorcio económico: confusión, furia, tristeza, soledad, alivio, venganza.

  3. Divorcio coparental, problemas de tenencia. Preocupación por los hijos. Ambivalencia, aturdimiento, incertidumbre.

  4. Divorcio social: indecisión, optimismo, resignación, excitación, curiosidad, arrepentimiento, tristeza. Búsqueda de nuevas amistades.

  5. Divorcio religioso: duda, temor, enojo. Necesidad de que exista "ceremonia de divorcio religioso".

  Posdivorcio: exploración y recuperación, equilibrio. Divorcio psicológico, aceptación de la situación, autoconfianza, energía, autoestima, independencia, autonomía.

  La preocupación del abogado es lo legal y lo económico; la de los terapeutas, lo psicológico y lo social, pero serían muy ingenuos si no se dan cuenta de que es necesario resolver lo legal y económico para resolver lo psicológico y al revés.

  También es necesario ayudar a los padres para hablar con los hijos. Ayudar a éstos a amar a ambos progenitores. Que reconozcan las discrepancias entre decir que los quiero y lo que hago. Al niño le decimos que la mitad de su herencia no es confiable si apoyamos a un progenitor y a otro no. Los chicos necesitan tener acceso a ambos padres. Es necesario trabajar con los padres los sentimientos propios de los chicos. Los padres, atrapados por sus propias angustias, descuidan a sus hijos.

  Una forma de hacerlo es con todos los hermanos de una misma familia. Juntos hablamos de competencia y rivalidad. Se trabaja especialmente con los vínculos entre ellos. También pueden ser grupos de hijos del divorcio; en general presentan, entre otros, problemas de lealtades, aquí pueden aprender a negociar. Que los padres tengan oportunidad de escuchar en cámara si no a sus hijos a otros de la misma edad, para aproximarse a los sentimientos de sus hijos y así llegar a entenderse mejor.

  Si los sentimientos empeoran durante el divorcio legal, se hace más difícil el proceso terapéutico. Se pasa de una familia nuclear a una familia binuclear. Hay dos familias de padres únicos. Los dos tienen los hijos en tenencia aunque no sea la misma cantidad de días. Es necesario elaborar un plan que permita el acceso fácil a ambos padres. Tienen que tener el chico entero en distintos momentos. Cada padre tiene que participar en el crecimiento psicológico. En muchos casos los padres tironean de los hijos, síndrome de Tupac Amaru, sin tener en cuenta las necesidades y el bienestar de sus niños.

  Hay mujeres que no quieren pelear más, hombres que dejan de trabajar o se van del país. Aquí es necesario ayudar al chico para que comprenda que los padres no se fueron porque él tenga alguna responsabilidad en la situación sino porque los padres tienen problemas para ser padres.

  En las familias en que nunca ha habido un divorcio o que la religión lo prohíbe, le dicen ¿cómo pudiste hacer eso? En este caso es muy difícil encontrar defensa. En realidad tendrían que decir cómo te podemos ayudar. Cuidar a los chicos, facilitar un lugar para llorar, ayuda económica, incluso. Si desaparece la familia como sistema de apoyo, la adecuación a la nueva situación es más difícil.

  El divorcio psicológico dura de 2 a 5 años, aunque el divorcio económico no haya terminado. Se dejan de pensar en lo que el otro está pensando. Si salía mucho para mantener su autoestima, se calma y sale el que no salía. La mayoría llega a este punto. No así los que tenían muchas dificultades personales, o los que inician una nueva relación antes de terminar la anterior y llevan a la nueva pareja los problemas que no resolvieron en la anterior. El objetivo de la mediación no es que se sientan mejor, sino llegar a un acuerdo lo más rápida y eficazmente posible. Cuando se hace terapia de divorcio, el terapeuta puede ver a los chicos y evaluarlos, pero si en la mediación aparece el problema de la tenencia, se suspende la mediación y se busca evaluar a los hijos, esto no lo hace el mediador, ni tampoco se puede ser mediador de alguien que se ha tenido en terapia. No se puede tomar a ninguno como paciente, ni como cliente. Esto es importante porque a veces es necesaria una remediación.

Los que no deben ser llevados a mediación:

  * Retardo mental o problemas graves de aprendizaje.

  * Estado agudo de enfermedad mental.

  * Desorden cognitivo y de pensamiento.

  * Altos niveles de violencia.

  La mediación es un proceso, en él deben perder el concepto de que uno gana y otro pierde. Cada uno va a lograr algo de lo que quiere y eso incluye a los hijos. Hay que lograr un equilibrio, no permitir que el dominante se haga cargo de la situación, ni ponerse en defensor del más débil. Kaslow habla de dos resultados exitosos de la mediación:

  1. Que hagan el proceso y lleguen a un acuerdo que ellos han diseñado.

  2. Que aprendan a comunicarse mejor.

  * Psicóloga. Integrante del equipo de Legalidad y Familia de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar. Consultora en problemas de divorcio de la Universidad de Buenos Aires.

  ** Miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar y de los Departamentos de Legalidad y Familia y Familia y Aprendizaje de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar. Docente de posgrado del Hospital Zubizarreta.

Bibliografía:

* El ciclo vital familiar. Lic. Celia Z. de Galperin, Alicia J. Arbizer. Publicación de la Soc. Argentina de Terapia familiar.

* "La mediación en el divorcio", F. Kaslow, Revista de terapia familiar nº 15. Bs. As., 1986.

* "Apuntes para una filosofía terapéutica del grupo familiar", Alfredo Canevaro, Revista de terapia familiar nº 3 setiembre de 1979.

* Técnicas de terapia familiar, Salvador Minuchin, Charles Fishman, Ediciones Paidós, 1ª edición, 1984.

* Nuevas relaciones humanas en el núcleo familiar, Virginia Satir, Editorial Pax, México, 1991.

* Clínica del cambio, Nadir editores, cap. "El divorcio y las nuevas organizaciones familiares", Pedro Herscovici.

 

POSDATA

Joven. El Centro Cultural General San Martín anuncia que su taller "Cómo mantenerse joven después de los 50" continuará todos los miércoles de febrero y marzo, de 10 a 12, en Sarmiento 1551. Inscripción e informes de lunes a viernes de 16.30 a 20, en el Centro Cultural o en el 4374-1251/9.

Parejas. La Sociedad Argentina de Psicodrama invita a un taller abierto a cargo de la Lic. Liliana Fasano, sobre "Parejas y Psicodrama" a realizarse el 2 de febrero a las 20, en Thames 620, Capital. Informes e inscripción: Thames 620, de lunes a viernes de 16.30 a 20.30 o en el 4854-8742.

Psicodrama. El próximo 31 de enero de 19 a 20.30, el Instituto de Psicodrama J. L. Moreno realizará una clase abierta sobre "El psicodrama y sus diferentes aplicaciones" a cargo de la profesora Elena Noseda. Informes e inscripción en Honduras 4034 Dto. 1 o al 4862-7867.

Asistencia. El Centro Psicológico Asistencial informa que durante el verano está realizando entrevistas de admisión, en forma gratuita, a niños, adolescentes y adultos. Informes de lunes a viernes de 8 a 20, al 4832-2501.

 

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