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El rock tomará por asalto la plaza Próspero Molina

Los días 10 y 11 de febrero, �Cosquín Rock� presentará en el tradicional escenario folklórico a Divididos, Las Pelotas,Los Piojos y La Bersuit, entre varios otros. Los ortodoxos ya están protestando.

“No creo que la historia del folklore influya”, dice Andrés Ciro.

Por Cristian Vitale

”El rock vino a patear puertas sin pedir permiso. Ahora le toca patear la de Cosquín.” Visceral, Fernando Ruiz Díaz, cantante y guitarrista de Catupecu Machu, define así su postura ante el Festival Cosquín Rock, que se concretará en la plaza Próspero Molina, luego de concluido el tradicional festival folklórico. En Cosquín, históricamente, ha habido poca simpatía con el rock. De hecho, hasta Mercedes Sosa fue criticada por cierta ortodoxia folklórica cuando llevó a Charly García al escenario Atahualpa Yupanqui. Unos años antes, una parte del público había silbado a intérpretes como Lito Vitale o Raúl Carnota por tocar con instrumentos eléctricos. El cambio de criterio, o la necesidad de recaudación, parecen haber hecho cambiar de opinión a la comisión municipal que maneja el escenario.
Muchos folkloristas están también a favor del Cosquín Rock. “Me parece fabuloso que se haga un recital de rock en la Próspero Molina. Es todo un hallazgo. Si bien algo de eso funcionaba desde hace una década, no era exclusivamente de rock. Creo que todos los géneros tienen que tener cabida en Cosquín. Además, a mí me gusta mucho el rock. Me gustan Memphis, Juanse, Cerati y Los Pericos. Y lo que importa, en definitiva, es la música argentina” , aporta César Isella, número puesto del Cosquín Folklore, que ya cumplió sus 41 años de vida.
El Cosquín Rock está previsto para los días 10 y 11 de febrero, como una especie de postre de las tradicionales nueve lunas. El primer día, sábado, se presentarán .-además de Catupecu Machu– Las Pelotas (banda radicada en Córdoba), algunos grupos locales y Los Piojos. “No creo que la historia del folklore de Cosquín influya en algo”, dice a Página/12 Andrés Ciro, de Los Piojos. “Y si ocurre algo lo veremos después del recital. Creo que la gente va a ir porque le gustan las bandas que tocan y punto. Para nosotros significa tocar en una ciudad en la que nunca lo hicimos, en un pueblo donde el público de rock es muy caliente.” De hecho, muchos ven al de Cosquín como una continuidad histórica de otros festivales que tipificaron a Córdoba como, tal vez, la ciudad más rocker del país después de Buenos Aires: el Chateau rock y el tantas veces caótico festival de la Falda.
El domingo, habrá música para todos los gustos: tocarán, entre otros, Palo Pandolfo, La Bersuit, Divididos, El Otro Yo y Pez. Para Ariel Minimal (Pez), tocar en Cosquín no tiene ninguna relevancia más que la posibilidad de mostrarse ante el público cordobés: “No me produce ninguna sensación tocar en la plaza, no le veo ningún significado especial, ni me quita ni me aporta. Simplemente es un buen lugar para tocar. Será porque nunca me interesé demasiado por el folklore”. En cambio, para el enemigo número uno de la cumbia, Cristian Aldana (El Otro Yo) las expectativas son distintas: “Ser convocados para eventos de esa magnitud nos demuestra que la banda está creciendo y siempre es gratificante que reconozcan el esfuerzo que hacemos. Con respecto a Cosquín específicamente, es muy bueno que se abra otro espacio para el rock. Todo aporta”.
En las calles de la capital del folklore se dicen otras cosas. Están los conservadores que se niegan a entregar “su” plaza a los rockeros y otros que miran al Cosquín Rock como una usurpación indeseable. El histórico Argentino Luna se sitúa en un lugar intermedio. “Es posible –dijo a Página/12– que se levanten algunas voces en contra de los músicos de rock, pero sería absurdo evitarlo. La palabra prohibir ya no cae bien, estamos podridos de eso. Yo no estoy en desacuerdo para nada. Es un predio que hay que mimarlo y cuidarlo, pero no a ultranza con la música folklórica. Si bien lo histórico de Cosquín son las nueve lunas, folklóricas y criollas, no me parece mal que se utilice el escenario para otras músicas. Eso sí, lo importante es que el lugar sea tratado con respeto y cariño.” En tanto, uno de los Carabajal, Roberto, reniega contra la “exclusividad” otorgada a los grupos de rock en el Festival. “Creo que, de la misma manera en que Charly García actuó en Cosquín, en el de rock debería presentarse algún folklorista. No está bien discriminar entre géneros”, afirma. Roberto, que está en esa ciudad desde el principio del Festival Nacional de Folklore comenta que todos los días escucha “críticas adversas” al festival de rock y que, a medida que la fecha se acerca, se hacen más notorias: “Desde que llegué a la ciudad escucho a los tradicionalistas hablar mal del Cosquín Rock. Por lo que percibí estas noches, son muchos los que se oponen. Y son los más fanáticos.” Mientras no saquen el facón...

 

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