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EL SALDO DE LA TERCERA CUMBRE TRAS LA RENUNCIA
El asado les cayó bien a todos

La reunión en la casa de Colombo fue definida como �franca�. Alvarez pidió más participación en las decisiones del Gobierno y avanzar sobre los costos de la política.
De la Rúa mostró su entusiasmo ante el gabinete.

Por José Natanson

El tono se elevó sólo tres veces: cuando Carlos Alvarez pidió una mayor incidencia del Frepaso en las decisiones del Gobierno, cuando Fernando de la Rúa mencionó al pasar el escándalo del Senado y cuando Chacho cuestionó las declaraciones de los hijos del Presidente. Por lo demás, el asado que los dos ex compañeros de fórmula compartieron el miércoles junto a Crhystian Colombo y Darío Alessandro transcurrió en paz. “Yo lo definiría como una reunión de trabajo”, dijo ayer el jefe de Gabinete, en referencia a algunos de los temas que Alvarez llevó a la reunión: la creación de una Agencia Social –que pone en duda la permanencia de Graciela Fernández Meijide como ministra– y la reformulación de los organismos de control.
“Cordial”, “franca”, “distendida”. Así definieron fuentes cercanas a los dos ex compañeros de fórmula el asado en la casa de Colombo en San Isidro. Comenzó a las diez de la noche, concluyó a la una de la mañana y, aunque el tono general fue amable, hubo algunos cruces. Según fuentes de la Jefatura de Gabinete, Chacho insistió en que su partido tiene poca participación en la gestión de Gobierno. No dio ejemplos, pero hay uno que salta a la vista: el decreto de reforma previsional que De la Rúa firmó aún conociendo el rechazo de su ex vicepresidente.
El escándalo del Senado que detonó la renuncia de Alvarez fue mencionado con un dejo de bronca por el Presidente. Y hubo un último cortocircuito cuando el jefe del Frepaso cuestionó las declaraciones de los hijos del Presidente. La semana pasada, Aíto de la Rúa declaró que el portazo de Chacho le provocó “una mezcla de bronca y miedo” y que no entendía “cómo alguien que fue elegido vicepresidente podía darse el lujo de renunciar a los ocho meses por un pequeño problema”. No se trata sólo del contenido: el reportaje al menor de los De la Rúa apareció en La Primera, la revista que cinco meses atrás publicó una nota sobre la vida privada de Chacho que lo enfureció y que despertó sus sospechas sobre una operación en su contra montada por la SIDE.
El resto de la charla transcurrió con tranquilidad y –según explicaron después– giró en torno a cuatro temas puntuales de gestión.
El primero, el más delicado, es la creación de una agencia que centralice la ayuda social. Es una de las iniciativas incluidas en el paquete de propuestas que Alvarez le alcanzó a De la Rúa y la única con posibilidades ciertas de concretarse. Pero tiene problema evidente: el futuro de Fernández Meijide.
Ayer, Alessandro intentó bajar el perfil del posible conflicto. “Ese proceso lo tiene que conducir” la ministra dijo el diputado. Sin embargo, lo cierto es que la creación de la agencia implicaría la desaparición (o como poco la reducción al mínimo) del Ministerio de Desarrollo Social y que en el Frepaso son muchos los que cuestionan el trabajo de Fernández Meijide. Alvarez aspira a que el titular del nuevo organismo tenga rango de ministro y se convierta en el principal referente de su partido en el Gobierno, un rol que la ministra está lejos de cumplir. “El representante del Frepaso en el Gabinete tiene que tener el mismo peso que Colombo, Machinea o Bullrich.” La frase, escuchada muy cerca de Alvarez, promueve dudas sobre la continuidad de Graciela como ministra.
Los comensales conversaron también sobre la ofensiva del Gobierno para que los legisladores provinciales bajen sus gastos. De la Rúa le aseguró a Alvarez que el Gobierno está trabajando con ímpetu, describió la multitudinaria reunión que Federico Storani convocó para fines de febrero y le dio detalles de los proyectos para derogar la ley de lemas y las listas sábanas.
También se sobrevoló la reforma impositiva y una cuestión que aún se encuentra en una etapa preliminar: los entes reguladores. Por instrucción de su jefe, Alessandro comenzó a estudiar el tema junto al diputado Ricardo Vago y la viceministra del Interior, Nilda Garré. El objetivo es replantear la constitución de los directorios para darle una mayor presencia a los usuarios y aumentar su transparencia. Un trabajo complicado, que consiste en estudiar los intrincados contratos y pliegos de concesión y sobre el que De la Rúa recién se empezó a interiorizar en el asado de anoche.
Luego de repasar estos cuatro puntos hablaron del “grupo de trabajo” que se convertirá en un virtual órgano de conducción político de la Alianza. De la Rúa dijo que estaba conforme con el carácter informal del espacio e informó que actuará como líbero, participando sólo en algunos encuentros. Ayer, en la reunión de Gabinete –con inusual entusiasmo– informó a los asistentes la formación del grupo de trabajo y les pidió la mayor cooperación con sus integrantes. De todas formas, como para que nadie piense que puede haber “doble poder”, Colombo explicó que el proyecto no implicará “una consulta de las decisiones” del Presidente sino que se tratará de reuniones “para que todos estén informados”. “Nuestro país es presidencialista”, justificó.
Aunque la perspectiva electoral sobrevoló el encuentro (y en buena medida lo impulsó), todas las fuentes coincidían en que casi no hubo referencias a la campaña. Según dijeron, De la Rúa no mencionó en ningún momento la candidatura de Chacho a senador por la Capital. “Creo que los cuatro opinamos lo mismo, que uno lo puede poner a (Diego) Maradona de candidato, pero si el país no funciona, no va a ganar”, explicaba Alessandro.
Lo que sí hicieron fue festejar el cambio en el clima económico alcanzado luego del blindaje y coincidir en que la Alianza debe llegar cohesionada y con los mecanismos de comunicación aceitados a los comicios de octubre. “Hay que rutinizar los contactos”, fue la frase que eligió Alvarez. “Sí, tenemos que quitarle espectacularidad”, acordó el Presidente.

 


 

CONCLAVE DE LA UCR BONAERENSE
Adelante, Mar del Plata

Hoy el radicalismo bonaerense se reunirá en Mar del Plata, en una jornada de reflexión denominada “Por una provincia con empleo, inversión y seguridad”.
Del encuentro, que se desarrollará desde las 9.30 en el Hotel 13 de Julio, ubicado en 9 de Julio y Mitre, participarán, entre otros, el ministro de Interior, Federico Storani, el titular del Comité provincial y senador nacional, Leopoldo Moreau, y el embajador argentino en Uruguay, Juan Manuel Casella.
“El espíritu principal para desarrollar esta reunión es mostrar cohesionada y fuerte a la UCR”, señaló Moreau a Página/12 y aseguró que en el acto “no se hablará de candidaturas ni de internas”. Sin embargo, aclaró que “quien quiera andar por ahí hablando del tema, podrá hacerlo”.
En cuanto a las actividades, a las 14 comenzará el taller sobre seguridad, en donde participarán el viceministro de Justicia, Melchor Cruchaga, y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. A las 16 se analizará la problemática del empleo, con el diputado nacional Alfredo Allende. Dos horas más tarde empezará el taller sobre inversión, a cargo de los diputados nacionales Juan Pablo Baylac y José Dumón, y por último, a las 22, se hará el acto de cierre, con las presencias de Storani, Casella, Moreau, del director nacional de Migraciones, Angel Roig, y del ex intendente sanisidrense, Melchor Posse.

 

OPINION
Por Jorge Altamira *

El ahorro y los salarios

Un día, Machinea sale a los medios a reclamar que la población vuelque sus ahorros a gastos de consumo. Pocos días después, ante los círculos financieros internacionales, o-frece como principal ventaja competitiva de Argentina los salarios de hambre que reciben sus trabajadores y su tendencia a la baja. Semejante despliegue de incoherencia refleja las in-salvables contradicciones de la política oficial. Machinea, a pesar de esto, ha hecho escue-la, porque en esos mismos días, en medio de los recurrentes derrumbes del sistema cloacal privatizado, Ruckauf y De la Sota propusieron generalizar a la industria automotriz los planes trabajar o de primer empleo, lo que llevaría los salarios en esa rama a niveles de entre $ 100 y 200 Es claro que estas medidas difícilmente lograrán la pretendida reacti-vación del gasto de consumo.
En lo que hace a la reserva de ahorros, ella solamente in-volucra al 15% de los consu-midores, mientras cuatro millo-nes de desocupados y subocu-pados ni siquiera tienen posibi-lidades de consumo. Incluso más grave, el llamado ahorro, que en Argentina tiene un ca-rácter compulsivo, el sistema privado de previsión social, le-jos de ser una reserva de con-sumo es la caja de reciclaje de la deuda pública y privada. El círculo se cierra: hay una con-fiscación sin precedentes tanto del ahorro como del consumo, en beneficio de un puñado de financieros capitalistas.
La caída de los salarios es, sin embargo, la manifestación más aguda de la deflación que caracteriza a la economía argentina. Las tasas de interés, sin embargo, en lugar de encontrarse por el piso se encuentran por las nubes como consecuencia de la abultada deuda externa. Los capitales internacionales quieren aprovechar esta circunstancia, no para efectuar inversiones productivas que aprovechen los salarios que ofrece Machinea, sino para arrancar una enorme plusvalía con el canje de deuda por valor de siete mil millones de dólares. Es esta ganga la que explica la euforia financiera de los últimos días. Pero una acentuación de la deflación deberá deprimir aún más el consumo y alejar las posibilidades de una recuperación real de la producción. El empantana-miento descripto sólo se puede superar con un enérgico au-mento de los salarios y con un generalizado seguro al desem-pleo. Esta alternativa es incom-patible, claro, con la política del FMI y con los intereses de los acaparadores de la deuda externa. Es también incompatible con el capital industrial que quiere mantener el férreo control que ha conquistado en los lugares de trabajo. Supone, por lo tanto, una enérgica movilización política y social y el planteo de un alternativa de poder.

* Diputado de la Ciudad del Partido Obrero.

 

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