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Para De la Rúa, el Caribe es un verdadero huracán

El voto contra Cuba en Naciones Unidas que confirmó el presidente Fernando de la Rúa sigue generando polémica. El socialismo democrático le reclamó que �abandone el alineamiento automático con Estados Unidos�. 
El presidente De la Rúa y Fidel Castro en otros tiempos de sonrisa.
Ahora Argentina anticipó que repetirá la condena a la isla caribeña

El voto contra Cuba sigue generando polémica dentro y fuera de la Alianza. Mientras los líderes partidarios de la coalición, Raúl Alfonsín y Carlos �Chacho� Alvarez, intentan abrir el debate acerca de la posición que asumirá el país en la próxima reunión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Presidente subrayó el sábado último que �la decisión sobre el voto es potestad exclusiva del Presidente y la voy a ejercer plenamente, como corresponde�. Un mensaje claro, directo y contundente. Hace dos días, además, De la Rúa volvió a meter el dedo en la llaga de muchos aliancistas al reivindicar la condena a la isla que el Gobierno realizó el año pasado. �Lo hecho, bien hecho está�, dijo. Desde la izquierda, las reacciones no se hicieron esperar. Ayer, los diputados Alfredo Bravo, Héctor Polino y Jorge Rivas, del socialismo democrático, reclamaron al Ejecutivo �una actitud independiente� y exigieron que se �abandone la política de alineamiento automático con los Estados Unidos�. 
La decisión del Gobierno ya está tomada. En abril, apoyará el voto condenatorio contra Cuba. Sin embargo, el asunto aún divide a la Alianza, porque muchos radicales, más el Frepaso, piensan que una condena implica un excesivo sometimiento a la posición norteamericana. Y en ese punto, no quieren dar el brazo a torcer. La discusión no está cerrada y promete provocar heridas dentro de la coalición. Fuera del oficialismo, se observan con atención los pasos del gobierno. La legisladora porteña Vilma Ripoll, de Izquierda Unida, aseguró que �De la Rúa acata las órdenes de Estados Unidos. Lo único que De la Rúa ejerce plenamente es el cumplimiento de las órdenes de Washington�. �Para cumplirle a Estados Unidos, se enfrenta con todos los reclamoss, desde los desocupados, hasta con muchos de sus propios votantes, que están reclamando el voto a favor de Cuba�, agregó.
Ayer, a pedido de este diario, varios expertos en relaciones internacionales analizaron el tema. El ex embajador en Londres Mario Cámpora advirtió que, antes de emitir su voto, �la Argentina debe tener en cuenta la evolución de la relación que Cuba tiene con Estados Unidos�. �La visita de David Rockefeller es muy significativa y eso sigue a un levantamiento parcial del bloqueo, que se hizo el año pasado, en el rubro medicamentos y alimentos. Por todo ello, no es lo más acertado una posición severa, expresada en votos negativos, para con Cuba.� Por su parte, el analista Rodolfo Gil, vinculado al peronismo, puso el acento en las contradicciones del discurso aliancista. �Durante el menemismo, la Alianza criticó siempre el voto condenatorio contra Cuba. Entonces, era lícito pensar que cuando fuesen Gobierno iban a cambiar el voto. Pero no lo hicieron, al contrario, volvieron a votar en el mismo sentido que lo había hecho el menemismo.� 
En la posición opuesta, el especialista Carlos Escudé defendió la política internacional de De la Rúa y criticó a �cierta gente de la Alianza que está confundida ideológicamente�. �Tiene razón el Presidente, esto no es una democracia plebiscitaria, es una democracia representativa. Un voto en las Naciones Unidas es potestad del Poder Ejecutivo. Además, desde una escala de valores progresista, hay que defender siempre el principio de la defensa de los derechos humanos, por lo cual el reclamo progresista debe ser condenar a China como se condena a Cuba. Y nunca debe ser condonar a Cuba porque se condona a China.�
El sociólogo Horacio González, en tanto, cuestionó �el irrespetuoso voto adverso que seguramente está meditando la Cancillería contra Cuba� al que considera �un indigno obstáculo al futuro�. Según González, la relación entre Argentina y Cuba tiene características particulares que no fueron respetadas por el gobierno de la Alianza. �Cuba es una parte interna del ciclo histórico moderno de la historia argentina. Hay un espejo de Argentina en que Cuba puede ver su propia historia juvenil, pero sometida al castigo de una complejidad insospechada. Y hay un espejo de Cuba en que Argentina puede ver su propia adultez quebradiza con un dejo de remordimiento y melancolía. Este entrelazamiento es y seguirá siendomateria delicadísima de discusión. Estos reflejos tácitos merecen respeto, pues ambos pueblos deben aún cincelarlos.� 
Informe: Martín Piqué.

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