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RECLAMO CIENTIFICO A BUSH POR LA INVESTIGACION
Para George de los Nobel

 Ochenta premios Nobel le piden a Bush que no bloquee los fondos para investigar con células de embriones humanos.

Es difícil que Bush cambie de idea por la carta de los Nobel.
Ya había anunciado que �reexaminaría� los fondos otorgados.

La carta tiene asegurado ya un lugar en el libro de los records: 80 premios Nobel, la mayor cantidad que se haya reunido al pie de una solicitud, firmaron la que pide al presidente George W. Bush que no bloquee los fondos destinados a la investigación con células de embriones humanos. Los científicos �entre ellos James Watson, descubridor del ADN� sostienen que estas investigaciones ofrecerán respuestas para males como la diabetes, el Parkinson, el Alzheimer o enfermedades cardíacas. Sin embargo, la administración Bush, más sensible a las razones de sectores religiosos, ya anunció que �reexaminará� la decisión de asignar fondos, que había sido tomada por Bill Clinton, y es probable que torcer este rumbo resulte para los científicos más difícil que ganar un Premio Nobel.
Las células de embriones humanos, durante sus primeras dos semanas, son �totipotenciales�: las células que desciendan de cualquiera de ellas podrán constituir cualquiera de los diversos tejidos que integran el organismo humano, lo cual les otorga inmensas perspectivas terapéuticas. Por ejemplo �cita la carta de los Nobel�, obtener �células productoras de insulina, para tratar o quizás hasta curar a pacientes con diabetes�. Otra posibilidad es lograr �células cardíacas, que podrían utilizarse para reemplazar tejido dañado�; también �neuronas para las enfermedades de Parkinson y Alzheimer, y para lesiones en la médula espinal�, o células para tratar la artritis. Incluso, señalan los Nobel, �crear órganos más complejos y vitales, como riñones, hígados o corazones enteros�. 
Los firmantes destacan que estas perspectivas se fundan �en más de dos décadas de investigación en animales: �Células nerviosas obtenidas de este modo permitieron restaurar la función de las piernas en ratas parcialmente paralizadas; células secretoras de insulina lograron normalizar el contenido de glucosa en la sangre de ratones diabéticos�. 
En el caso humano, las células se obtienen a partir de embriones descartados en intentos de fertilización asistida, y el debate se plantea desde sectores religiosos para los que el sujeto humano se constituye en la fecundación. Aducen que la investigación podría hacerse con células de adultos, pero los Nobel responden que �según la evidencia actual, las células adultas tienen un potencial de diferenciación muy restringido�.
La utilización de células embrionarias humanas para investigación médica �prohibida en la Argentina� está permitida en Estados Unidos, pero sólo puede hacerse con financiación privada, ya que tiene bloqueado el empleo de fondos federales. Sin embargo, el ex presidente Bill Clinton había autorizado una primera asignación para estas investigaciones. Restan tres semanas para que los Institutos Nacionales de Salud (NIH) empiecen a otorgar esos fondos, pero Tommy G. Thompson, actual secretario de Salud, ya advirtió que está �reexaminando� la decisión. Muchos investigadores temen que Bush, antes de que venza ese plazo, ordene bloquear los fondos, y en este marco se redactó la carta entre cuyos firmantes, además de los Nobel, se incluyen investigadores como el argentino José Cibelli.
�Es el conjunto más grande de firmas de premios Nobel que se haya enviado a un presidente�, sostuvieron los organizadores. Se incluyen nombres como el de James Watson, descubridor de la estructura del ADN, y Edward Lewis, autor de trabajos básicos sobre desarrollo embrionario. También firmaron Nobel de otras disciplinas, como los economistas Robert Samuelson y Milton Friedman, o los físicos Murray Gell-Mann y Steven Weinberg. 
�Aunque reconocemos las legítimas cuestiones éticas que esta investigación plantea, es importante entender que las células que se utilizan estaban destinadas en cualquier caso a ser descartadas�, observan los Nobel, y señalan �un precedente: en los últimos 35 años, muchas de las vacunas más comunes contra enfermedades virales, como las que previenen la poliomielitis, la rubéola, la hepatitis A, la rabia y el sarampión, han sido producidas a partir de tejido fetal humano�. Por su parte, Richard Doerflinger, de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos norteamericana, respondió a la carta: �Nadie dijo nunca que los premios Nobel se otorguen por razones éticas�.

 

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