Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


CUALES SON LAS PRIMERAS MEDIDAS QUE EVALUA EL NUEVO MINISTRO
El FMI recibirá un pedido de perdón

Ricardo López Murphy recibió ayer de José Luis Machinea un informe de situación. Existe un desvío de 400 millones de pesos de las metas con el Fondo, lo que lo obligará a solicitar un �waiver�. Se enfrenta al dilema de un fuerte shock de ajuste o a esperar que la reactivación mejore las cuentas fiscales.

Por Maximiliano Montenegro

El flamante ministro de Economía, Ricardo López Murphy, evalúa por estas horas una renegociación de las metas fiscales con el Fondo Monetario Internacional, lo cual se llevaría a cabo a partir de la semana que viene cuando aterrice en Buenos Aires una misión técnica del organismo. López Murphy estuvo reunido ayer por la mañana en el despacho ministerial de Economía con José Luis Machinea y luego volvió a encontrarse con el inquilino saliente por la tarde, después de la jura, cuando ya era evidente que los “mercados” le habían ofrecido una calurosa bienvenida (ver aparte). De esas reuniones sacó una conclusión: la “herencia” de Machinea no le dejaría otra opción que solicitar al FMI un waiver (perdón) técnico por la meta de déficit fiscal del primer trimestre del año, ya que existe un agujero de entre 300 y 400 millones de pesos que sería muy difícil de cerrar en los días que quedan de marzo con un recorte de gasto público. El Fondo no objetaría el pedido, no sólo debido a la reputación del nuevo ministro en Washington sino también porque prometerá realinear las cuentas fiscales en lo que resta del año, aun a costa de pagar un alto costo político en el año electoral.
Cuando aún no terminó de integrar en su totalidad su equipo, el dilema de Murphy es aplicar otro duro ajuste fiscal en el corto plazo, haciendo énfasis en la poda del gasto público, con la idea de redoblar el shock de confianza de los mercados; o dejar esa reforma fiscal para más adelante y sentarse a esperar que la economía se reactive gracias a la baja del riesgo país que puso en marcha su designación y a una serie de anuncios de baja de costos empresarios para cambiar las expectativas en el ámbito local.
Machinea le advirtió que, por su experiencia del último año, no habría espacio para un nuevo ajuste del gasto, a menos que se quisiera volver a reducir los salarios públicos. Pero López Murphy teme que de no impulsar una agresiva reforma del Estado, a nivel nacional y provincial, como la que pregonó desde la liberal FIEL (Fundación de Investigaciones Latinoamericanas) en la última década, el cheque de confianza que le firmó el establishment financiero pueda romperse. Sobre todo porque los principales bancos de inversión esperan de él que “reduzca el gasto público en todos los niveles de gobierno más agresivamente” y utilice ese ahorro “no para reducir el déficit sino para bajar impuestos”, como afirma el último reporte de Goldman Sachs.
Ayer por la mañana, López Murphy, acompañado por el economista jefe de FIEL Daniel Artana, quien es el candidato puesto para la estratégica Secretaría de Hacienda, se reunió con Machinea y su segundo, el ex secretario de Hacienda, Mario Vicens. Allí se analizó minuciosamente la situación fiscal y los pormenores del compromiso acordado con el FMI para destrabar el blindaje hace apenas dos meses. También se pasó revista a los indicadores de actividad económica, que todavía no muestran ni una sola señal clara de reactivación. Por la tarde, después del acto de asunción en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, ministro y ex volvieron a reunirse en el quinto piso del Ministerio de Economía.
De sus primeras horas en funciones, López Murphy extrajo algunas conclusiones y se le presentó un dilema:
u Hay un bache de entre 300 y 400 millones de pesos para cumplir la meta de déficit fiscal del primer trimestre del año acordada con el FMI. Y aun si se aplicara un recorte de gastos adicional por esa magnitud, sería improbable que impactara sobre las cuentas de marzo.
u La causa principal del incumplimiento sería la escuálida recaudación tributaria, que sigue planchada como consecuencia de la recesión.
u Por lo tanto, habría que encarar alguna clase de renegociación de la meta fiscal con la misión del FMI que arribará la semana próxima a Buenos Aires, encabezada por el chileno Tomás Reichman.
u Tal renegociación podría traducirse en el pedido de un “perdón técnico” del Fondo, que permitiría compensar el desvío del primer trimestre con másajuste en lo que resta del año. El planteo de López Murphy sería avalado por el Fondo, en especial si existe un compromiso explícito de no soltar rienda al gasto electoral.
u Los colaboradores de Machinea reconocen que el ex ministro ya no tenía margen para encarar semejante renegociación con Washington y, peor aún, el blanqueo de esa situación hubiera disparado un golpe de mercado.
Más allá del Fondo, López Murphy está convencido de que la Argentina tiene un grave problema de competitividad, que hace que las inversiones productivas en el país no sean rentables porque los costos en dólares son demasiado elevados. Es una forma elegante de referirse al atraso cambiario de la Convertibilidad, en un mundo en el que, empezando por Brasil, cada vez más países devalúan sus monedas.
Sin embargo, cree que ese problema no se soluciona devaluando, por lo que en los próximos días ratificará la paridad fija peso/dólar y descartará cualquier especulación de atar el peso a una canasta de monedas, como alguna vez sugirió Domingo Cavallo.
Para López Murphy ese problema se debe atacar con una profunda reforma del Estado, que comprima el gasto público, y deje espacio para una baja impositiva que reduzca el costo argentino. En esa línea imagina un nuevo pacto fiscal con las provincias, que abra la puerta a una reducción del plantel de personal público en el interior del país, la eliminación de organismos descentralizados a nivel nacional, la supresión de subsidios como el fondo del Tabaco y el Fonavi, y un replanteo del esquema de financiamiento de las universidades, entre otras medidas.
Pero la realidad política de la Alianza le dice que tal vez lo mejor sea administrar las medidas de ajuste tomadas por Machinea, y esperar que la baja del riesgo país que motorizó su designación ponga en marcha la economía. Para eso, piensa que es fundamental ratificar dos piedras angulares del acuerdo con el FMI: el decreto de la reforma previsional y el pacto fiscal firmado recientemente con las provincias. El resto serían sólo anuncios: baja de gastos y de impuestos a futuro, una vez que la recaudación aumente gracias a la reactivación, y más anuncios para cambiar las expectativas de los empresarios.
Este es hoy el dilema de Murphy.

 

 

PRINCIPAL