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EN MEDIO DE VERSIONES DE RENUNCIA,
LOPEZ MURPHY DIO EL EQUIPO. DEFINE MEDIDAS
El riesgo de ser ministro y no decir nada

Los financistas se pusieron nerviosos. Sin saber cuáles serán las medidas y el apoyo político que tendrán, y sin conocer quiénes integrarán el equipo económico, subió el riesgo país hasta los niveles pre-renuncia de Machinea. Al final se dieron los nombres y retornó la calma.

Ricardo López Murphy. En la city circuló por horas el rumor de su renuncia por falta de apoyo político.

Por Claudio Zlotnik

A las cinco de la tarde el rumor ya se había instalado en el Palacio de Hacienda. “Renuncia López Murphy.” En los pasillos, los funcionarios de carrera intercambiaban impresiones. Se notaba que había nerviosismo. En los despachos oficiales culpaban a Brasil del origen de la versión, mientras que el flamante ministro permanecía recluido en su despacho, en sesión permanente con sus colaboradores más inmediatos dándole forma al próximo paquete económico. Apenas tres días después de la asunción de Ricardo López Murphy, el Gobierno volvía a ser centro de las presiones del “mercado”. A los financistas les inquieta la capacidad política de la Alianza para poder imponer la receta ortodoxa del hombre de FIEL. El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, apuró la difusión del equipo económico para terminar con las especulaciones. Demasiado tarde para evitar un nuevo salto en el riesgo país, que ya se encuentra en 762 puntos, muy cerca del nivel del viernes pasado cuando renunció José Luis Machinea.
Hasta ahora, como ministro de Economía, López Murphy no hizo declaraciones públicas. La única referencia que formuló fue formal, el domingo pasado, cuando lo designó Fernando de la Rúa. Desde entonces, se mantiene en silencio, definiendo las próximas medidas. Demasiado poco para el gusto de los financistas, que apuestan a que rápidamente el nuevo ministro ponga en marcha las mismas iniciativas ortodoxas que López Murphy y su equipo suscribieron desde FIEL.
En la city no dudan de la vocación del ministro por atenerse a su receta histórica, basada en un fuerte ajuste del gasto público. En cambio, los operadores ponen en tela de juicio el respaldo político que tendría López Murphy. Sin un apoyo explícito de los máximos referentes de la Alianza, será muy difícil aplicar el menú que dicta la ortodoxia. Y en los despachos oficiales creen que la caída de ayer de los títulos públicos es una muestra de lo que podría ocurrir si a Economía le atan las manos y López Murphy termina pegando un portazo.
La sensibilidad del “mercado” por las cuestiones políticas se sintió desde temprano, cuando el justicialista Humberto Roggero planteó en la Justicia un recurso de amparo contra el decreto de reforma previsional. La medida, que entre otros puntos eleva la edad jubilatoria de las mujeres, está comprometida en el último acuerdo firmado con el Fondo Monetario y fue una de las condiciones impuestas para otorgar el blindaje. Frente a la posibilidad de que se caiga la reforma, el riesgo país empezó el día con una nueva escalada, que más tarde se acentuó con los rumores sobre el alejamiento de López Murphy.
En principio, la idea del titular de Hacienda es formular los anuncios hacia el final de la próxima semana, dando a conocer las medidas de una sola vez para evitar que un eventual desgaste futuro le impida volver a la ofensiva. De hecho, el ministro y su equipo aún mantienen reuniones maratónicas con los muchachos de Machinea para ponerse al tanto de la herencia y definir el paquete. “Ese es el programa, a menos que nos peguemos otro susto con los mercados y todo deba acelerarse, tal como sucedió hoy (por ayer)”, confió un alto funcionario a Página/12. Por otra parte, antes de dar a conocer las nuevas medidas, López Murphy quiere obtener garantías de que ni el Frepaso ni la Unión Cívica Radical objetarán el paquete, una vez que éste sea consensuado con Fernando de la Rúa.
Pese al hermetismo de López Murphy, este diario pudo saber que el eje central del próximo paquete será una profunda reforma del Estado, que implicará la desaparición de varias dependencias de la administración pública. En ese sentido, la gente de FIEL evalúa el cierre de secretarías y organismos descentralizados. Incluso algunas versiones dan cuenta de que podrían fusionarse ministerios. Y que de los once actuales podrían quedar sólo ocho. Una tarea nada fácil, teniendo en cuenta las pujas políticas que una medida de este calibre podría recrear en los partidos de la Alianza. El objetivo de López Murphy es que la reformulación del Estado permita un fuerte ahorro en las cuentas públicas, de manera tal de achicar el déficit fiscal. Por otra parte, se está pensando en ajustar los presupuestos de la Anses y del PAMI. Para darle un fuerte impulso a estos cambios, se creó la Secretaría de Reforma Administrativa, que estará comandada por Manuel Solanet.
Respecto de una posible marcha atrás con el aumento de Ganancias, lanzado en la reforma impositiva del ‘99, en el nuevo equipo económico fueron terminantes. “No hay margen para hacerlo este año. No descartamos anunciarlo, pero con efectos para el 2002”, indicó la fuente.
Con la eliminación de las exenciones impositivas y de los subsidios también hay dudas, a pesar de que el ministro quiere avanzar sobre el tema. “Tanto Roque Fernández como Machinea quisieron terminar con estos beneficios, pero fracasaron. ¿Hay alguna razón para pensar que López Murphy lo logrará? No creo. Los lobbies empresarios son fuertes y los políticos no terminan de entender lo complicado de la situación. Si este ministro hubiera asumido en medio de una corrida, aceptarían generalizar impuestos y eliminar subsidios. Pero ahora es difícil”, razonó el funcionario. Por lo pronto, varios gobernadores ya se adelantaron a rechazar la posible eliminación de los subsidios, que están amparados por la actual ley de Presupuesto.
El primer paso concreto que dará López Murphy es la renegociación de las metas fiscales con el Fondo ya que la pautada para el período enero-marzo quedó desbordada por la floja recaudación y por una serie de gastos hechos en diciembre pero cuya contabilización fue postergada para el primer trimestre. En Economía estiman que ese desvío treparía a los 700 millones de pesos, pero creen que el Fondo permitirá compensarlo con un ajuste para lo que resta del año.

 

Ingredientes del paquete

El paquete económico que está armando Ricardo López Murphy contiene las siguientes iniciativas:
Reforma del Estado. Eliminación y fusión de distintas áreas de la administración pública, incluyendo secretarías, subsecretarías y organismos descentralizados. También se prevé una poda en los presupuestos de la Anses y del PAMI.
Generalización del IVA a las actividades exentas, como las entradas a los espectáculos. Además, se analiza una futura baja de la alícuota.
Eliminación de subsidios estatales, como el Fondo del Tabaco y a los combustibles de la Patagonia.
Marcha atrás con el aumento del Impuesto a las Ganancias, pero con efectos en el 2002.
Rebaja de los aportes patronales que realizan las empresas. También se analiza una merma en Ingresos Brutos y Sellos, negociado con las provincias.
Se descartan aumentos de impuestos.

 

IDAS Y VUELTAS DE COTIZACIONES Y MUCHOS RUMORES
El mercado se quiere hacer sentir

Como se sabe, los financistas no tienen mucha paciencia. Viven comprando y vendiendo papeles a un ritmo infernal y pretenden que el Gobierno tenga ese ritmo. Y, justamente, ésa no es una cualidad de la administración de Fernando de la Rúa. En el primer día de operaciones luego de la designación de Ricardo López Murphy al frente de Economía hubo festejo. Luego, vino la calma a la espera de anuncios, al menos de los integrantes del equipo económico. Pero ni las medidas ni los nombres aparecían y, como no podía ser de otra manera, empezaron a circular los previsibles rumores, acompañados de caídas de cotizaciones. Finalmente, las versiones quedaron en la nada, terminando las acciones con una caída del 0,3 por ciento y los bonos con un retroceso de hasta 1,1 por ciento.
Los corredores empezaron la jornada nerviosos por el movimiento del PJ para anular el decreto de reforma previsional, para rápidamente caer en la histeria repitiendo sin fundamentos que López Murphy había presentado la renuncia. En ese momento, las acciones llegaron a perder 1,8 por ciento y el riesgo país se disparó 55 puntos, hasta alcanzar los 789 puntos. Al cerrar la rueda, ya conocido el equipo de los Murphy boys, retrocedió el riesgo país a 762 puntos, lo que implicó un alza de 28 puntos respecto de la jornada anterior.
El argumento repetido hasta el hartazgo por los operadores para expresar los miedos de lo que se denomina mercado se refiere a los “ruidos políticos”. En esos estruendos mencionan la supuesta falta de apoyo que tendría López Murphy para llevar adelante su programa de ajuste ante la resistencia que levantaría entre las filas del Frepaso y del radicalismo. Por ese motivo, sostienen que Fernando de la Rúa debería mostrar liderazgo para llevar adelante un ajuste del que, en realidad, todavía no se saben los detalles.
Esas idas y vueltas de los precios de los activos junto a los diferentes rumores se desarrollaron en una rueda bursátil que movió apenas 15 millones de pesos. Esto significa que más allá de los negocios, que fueron pocos, los financistas utilizaron a la Bolsa como caja de resonancia de sus miedos. Temores que, en última instancia, son intereses por acelerar un ajuste que, según dicen, permitiría a la economía crecer, aunque sin aclarar qué sectores se beneficiarían de esa bonanza.

 

El FMI quiere la meta anual

El vocero para Latinoamérica del Fondo Monetario, Francisco Baker, dijo que Argentina debe cumplir con la meta anual comprometida de déficit fiscal y descartó que aceptara por ahora el incumplimiento de esa meta. “Estamos interesados en la meta anual de un déficit fiscal argentino de 6500 millones de dólares. Eso es lo que Argentina comprometió”, declaró Baker. Como anticipó Página/12 el martes, el Gobierno deberá renegociar la meta de déficit del primer trimestre, que será superada en por lo menos 400 millones de dólares. Y para ello pedirá al organismo que perdone ese desvío a cambio de ajustar las cuentas en el resto del año para mantener vigente el programa. “En caso de haber un desfasaje en el primer trimestre, el gobierno argentino debería poner en práctica las medidas compensatorias” para reducir el déficit fiscal y cumplir la meta anual, explicó el brasileño que oficia de vocero del Fondo. Y recordó que Argentina dispone de la Ley de Responsabilidad Fiscal, que obliga al Gobierno a ir reduciendo gradualmente el déficit fiscal en los próximos años. El problema hasta el momento “es una cuestión de pequeños desvíos en el corto plazo”, insistió Baker. Y si bien dijo que los acuerdos no son “inflexibles”, subrayó que el FMI busca que los gobiernos honren su compromiso. “Si existen dificultades, las misiones de evaluación del Fondo (como la que arribará a Buenos Aires la semana próxima) hacen las recomendaciones en cada caso”, explicó.

 

Amenazas y reclamos del establishment a la política

Los economistas de los principales �think tanks� del establishment salieron ayer a reclamar el respaldo político para las medidas de ajuste que cocina López Murphy y lanzaron advertencias amenazantes al poder político.

Los mercados presionan para que su “dream team” pueda tener las manos libres para ajustar.

“El sector político está jugando con fuego, más allá de que cada vez que lo hacen, finalmente se asustan. Y más allá de lo que aparece en los diarios, están tratando de posicionarse porque saben que la situación no tiene mucho margen y que van a pagar las consecuencias”, aseguró sin vueltas el director de FIEL, Juan Luis Bour, quien se quedará en la actividad privada justamente para esto: decir con todas las letras lo que el ministro Ricardo López Murphy piensa y no pueda decir. No sólo del director del “think tank” de López Murphy salió ayer a reclamar el respaldo político a las medidas que cocina el equipo económico a fuego lento. También se alinearon en esa postura los economistas de los principales centros de estudios del establishment, en un día en que los mercados se pusieron nerviosos a la espera de definiciones políticas en favor de su ministro de Economía dilecto.
En el sistema financiero consideran que la designación de Ricardo López Murphy en el Ministerio de Economía fue el último intento de Fernando de la Rúa por retener el poder político y generar confianza entre los inversores para resucitar la economía al mismo tiempo. Por eso, dicen que si bien el ex economista de FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas) llevó al Palacio de Hacienda al “dream team” de los mercados, ahora hay ver con qué respaldo político cuenta para aplicar el ajuste de las cuentas públicas que ellos pretenden. Si no logra obtener ese apoyo –especulan–, entonces De la Rúa debería ceder directamente el poder político a Domingo Cavallo, que vendría con una receta menos ortodoxa, pero catastrófica para las aspiraciones del Presidente de conservar un mínimo de autoridad.
Bour adelantó ayer que López Murphy “no hará anuncios como simples fuegos de artificio. Este no es un gabinete que va a hacer promesas, en todo caso éste es un equipo que sostiene la estabilidad monetaria, a rajatabla, cueste lo que costare”, afirmó. En tanto, explicó la estrategia del nuevo equipo: “Están haciendo lo imposible por buscar la solvencia fiscal, y mejorar los números de modo tal que se cumplan los compromisos con margen. En segundo lugar, están viendo la cantidad de impuestos que distorsionan la actividad económica, que castigan el empleo y la mano de obra y, dentro de eso, qué espacio hay para bajar algo, ya sea en el 2001 o en el 2002”, destacó. Sin embargo, dijo que “pensar en bajar los impuestos el próximo trimestre suena un tanto ilusorio”.
Las palabras de Bour hoy pueden ser leídas como la voz del ministro, que en los últimos días se llamó a silencio. Junto a Daniel Artana, designado secretario de Hacienda, y Manuel Solanet, flamante secretario de Reforma Administrativa, Bour forma parte del círculo áulico de López Murphy. Y la decisión de permanecer en la actividad privada fue compartida con el ministro con la idea de no sólo preservar a FIEL sino también de poder hacer declaraciones que comprometerían políticamente a un funcionario.
El economista Jorge Avila, del CEMA (Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina), al que pertenecen Roque Fernández y Pedro Pou, también amenazó a la clase política sobre los peligros de imponerle límites a la gestión de López Murphy. “Es obvio que el ministro tiene un acuerdo importante con Fernando de la Rúa, y si el Presidente duda demasiado López Murphy va a renunciar, y De la Rúa ya le ha visto la cara al diablo en repetidas oportunidades en los últimos 15 meses, o sea que no tiene demasiadas alternativas y va a tener que apoyarlo”, sentenció.
Para Avila el realineamiento político detrás del nuevo ministro es así:
“Hay sectores de la derecha radical y aliancistas que lo apoyan y, fundamentalmente, un dato que no se puede despreciar es el apoyo explícito y abierto del ex presidente Carlos Menem y del peronismo que le responde, que no es moco de pavo, y creo que va a tener el respaldo de los grandes gobernadores peronistas como (José Manuel) De la Sota y (Carlos) Reutemann”, resumió.
Finalmente, Jorge Vasconcelos, economista de la cavallista Fundación Mediterránea, sostuvo que “los agentes económicos tienen mucha ansiedad,pero la mayor ansiedad se la ponen los dirigentes políticos del oficialismo que están sumamente preocupados por los resultados de las elecciones legislativas de octubre”. Para Vasconcelos, “bajo la presión de las elecciones de octubre es muy difícil diseñar una política económica”. E insistió con que “para salir de la trampa que plantean la recesión y el ajuste, el primer aspecto clave es que se trate de independizar las decisiones de política económica del día a día y de la cuestión electoral”.

 

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