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Por Pablo Vignone
 Sacudido de alguna forma por
el conflicto entre el Automóvil Club Argentino y la Asociación
Corredores de Turismo de Carretera, que le hizo perder algunos pilotos
de prestigio –como los ex campeones Ernesto Bessone, Henry Martin
y Omar Martínez, que se fueron a correr TC– el Turismo Competición
2000 presentó anoche en plena avenida Del Libertador, ante unos
500 fanáticos, sus autos para el campeonato 2001, que arranca el
domingo 18, en Rafaela.
Uno de los ejes de la presentación fue el equipo Ford Berta, que
presentó a su nuevo piloto, Walter Hernández, transformado
en el pase del año, luego de que Oreste Berta despidiera a fines
del 2000 al campeón Daniel Cingolani y el subcampeón Martin,
para contratar al ex-campeón de TC. Hernández fue uno de
los más aplaudidos anoche, en la presentación, como también
lo fueron Juan María Traverso y el ex-F1 Norberto Fontana, pilotos
de Toyota, y Oscar Larrauri, que debutará con un Honda (ver recuadro).
La conjunción Berta-Hernández es advertida como la gran
candidata al título.
“Para nosotros es un desafío interesante trabajar con Walter
–acepta Oreste Berta (h), el director deportivo de la escuadra–,
pero más allá de los resultados, lo que nos importa es la
manera en que trabajamos”.
–Después de haber logrado el título y el subcampeonato
en el 2000, y haber despedido a los pilotos que lo lograron, ¿es
fracaso si no logran el campeonato este año? –preguntó
este diario.
–No, porque nos planteamos un trabajo a largo plazo –categorizó
Berta, consciente de que el cambio de pilotos puede ponerle presión
a su campaña 2001. “No me importa que digan que nos equivocamos
si este año no ganamos el campeonato” asegura.
Hernández mostró gran motivación para correr el torneo
–”vine a un gran equipo”– pero no quiso pronosticar
un resultado. Los nueve kilos que perdió durante el verano indican
su compromiso con el proyecto. “Este año, los pilotos –Hernández
y Gabriel Ponce de León– estarán sometidos a programas
físicos, alimenticios e inclusive de carácter anímico.”
La psicología invade el ámbito deportivo desde hace décadas,
y ahora parece haber llegado al TC 2000, aunque Berta aclaró que
el programa no lo manejarán psicólogos. “Digamos que
son instructores deportivos” dijo.
La elección de un programa de esas características reforzó
la idea de que la salida de Cingolani y Martin se debió a la cantidad
de errores que habían cometido ambos pilotos en el camino al título,
aunque Berta no comparte el concepto. “Evaluamos que más de
lo que habíamos conseguido con ellos era difícil conseguir
–asegura– aunque para mí fue muy duro decirle a Daniel
que no seguiría.”
La categoría tendrá en el 2001 un amplio espectro de marcas:
serán ocho las que estarán representadas oficialmente. “¿Los
principales rivales? Sí, Honda puede ser uno, pero no hay que descartar
a Volkswagen aunque tengan un solo coche –arriesga Berta–. Me
gusta mucho cómo anda el chasis Mitsubishi, y los Peugeot han avanzado”.
También habrá representaciones de Chrysler, Toyota y Alfa
Romeo.
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La imagen de Larrauri
Por P.V.
Un sobrio Oscar Larrauri, que corriera en Fórmula en
1988 y 1989, no se sorprendió ante las muestras de simpatía
de la gente, que lo transformó en uno de los más aplaudidos
en la presentación de anoche. “Me emociona –le
dijo a Página/12–, pero tiene que ver con la buena imagen
que siempre tuve en el automovilismo argentino.” Larrauri deberá
compartir su arduo trabajo en el frigorífico familiar en
Rosario (“por la aftosa no tenemos tanta carne”) con el
habitáculo del Honda Civic del Honda Racing Argentina. “No
puedo abandonar el trabajo, pero prometí darle toda la atención
posible al coche de carrera”, anunció.
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