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LOPEZ MURPHY NO QUIERE HACER “ANUNCIOS” SINO “MEDIDAS CONCRETAS”
Ajuste en los tiempos de las elecciones

Hoy De la Rúa pondrá en funciones al �equipo soñado� de la city. López Murphy llegó a una conclusión: �No hay espacio para poner cosas en una mesa de negociación para después retirarlas�, dicen en Economía. El plan de ajuste tendrá dos etapas.

Hoy al mediodía el presidente Fernando de la Rúa tomará juramento a los integrantes del equipo elegido por Ricardo López Murphy, el que por su orientación liberal ultraortodoxa ya es calificado en la city porteña como el dream team de los mercados. Sin embargo, según evalúa el propio ministro, los márgenes de acción que le fija la política en el año electoral son muy acotados. Ayer, López Murphy siguió reunido, a puertas cerradas, con sus principales colaboradores, estudiando las posibles medidas a anunciar esta semana. Y llegó a una conclusión: “No hay espacio para poner cosas en una mesa de negociación para después retirarlas” -dicen en las cercanías del ministro–, así que no se anunciará nada que no se pueda concretar de inmediato. Por eso, el plan consistirá en un paquete de medidas de corto plazo, que requiera la menor negociación política posible, y otro a mediano plazo, para después de las elecciones, de “alta conflictividad” política.
En el corto plazo, el paquete apuntará a un achique del gasto público de alrededor de 1200 millones de pesos, sobre la base de fusionar y eliminar reparticiones públicas, sin que eso necesariamente implique despidos de personal, subejecución del gasto público (especialmente, en obra pública), renegociando contratos con proveedores del Estado y el cumplimiento del acuerdo fiscal con las provincias, que fija un techo a las transferencias al interior. También se anunciará la intervención de la Anses, por donde pasa más del 40 por ciento del Presupuesto Nacional, la intervención del Senasa, para enfrentar el problema todavía no reconocido oficialmente de la aftosa y la redefinición del PAMI, aunque este último en un plan de mediano plazo. Además, López Murphy pretende que la reforma previsional, punto clave del acuerdo con el FMI, sea aprobada por ley, porque considera que de otra forma la inseguridad jurídica sería insostenible.
El punto de mayor controversia dentro del nuevo equipo económico es si dar marcha atrás en el aumento del impuesto a las Ganancias que dispuso Machinea el año pasado. Consideran que sería una buena señal para reactivar el consumo. Y, al mismo tiempo, podría servir como carta de negociación de medidas que requieren el paso por el Congreso, como la generalización del IVA o la eliminación de exenciones impositivas en Ganancias (a fundaciones, cooperativas y mutuales, entre otros sectores); o la propia ley de reforma previsional. Sin embargo, los hombres de FIEL temen que los 1500 millones anuales que se dejarían de recaudar por ese concepto no puedan ser compensados por ahorros y eliminaciones de exenciones impositivas y terminen desbandando las metas fiscales acordadas con el Fondo Monetario.
En el diagnóstico de López Murphy y su equipo existe una prioridad: cumplir con la meta de déficit fical de 6500 millones de pesos acordada con el FMI para todo el año. Más aún, con la anuencia del ministro, desde Washington enviaron la señal esta semana de que si bien el organismo haría la vista gorda sobre los desvíos fiscales del primer trimestre la meta anual es inamovible. Traducido: eso significa que habrá que hacer más ajuste en la segunda mitad del año para compensar el salto del déficit de los primeros meses, a consecuencia de la baja recaudación.
No hay certeza sobre los números del desvío proyectado, ni para el primer trimestre ni para el año. Para el primer trimestre rondaría los 400 millones de pesos, pero el ministro ha dejado trascender que la cifra superaría los 700 millones, como una forma de ganar mayor espacio para el ajuste. Para el año, en tanto, el consultor Miguel Angel Broda calcula que, de no hacerse nada, el déficit se iría a 7300 millones, unos 800 millones más que lo estipulado con el Fondo. Sin embargo, en el equipo económico prefieren exagerar la situación y aseguran que el desvío podría llegar a los 1500 millones, en especial, porque en la segunda mitad del año –especulan– habría que frenar el crecimiento “estacional” del gasto electoral.
Con ese cuadro de situación en mente, la prioridad de López Murphy pasa por recortar gastos por una cifra equivalente para asegurar elcumplimiento con el Fondo. Desde su perspectiva, así se daría una “señal a los mercados”, de que el Gobierno pagará sus deudas y se abarataría el financiamiento externo de la mano de la caída del riesgo país, condición necesaria para el crecimiento.
“Más que anunciar va a haber medidas concretas”, aseguran en Economía, cuando se les pregunta cómo harán para aplicar otro ajuste en el año electoral. En la división interna del trabajo, el secretario de Hacienda, Daniel Artana, y el secretario para la Reforma Administrativa, Manuel Solanet, barajan todas las posibilidades de ajuste de la estructura estatal, algunas de las cuales harían temblar no sólo a De la Rúa sino también a toda la Alianza. Sin embargo, con la ayuda del subsecretario de Presupuesto, Nicolás Gadano, López Murphy ya planteó a Artana y a Solanet que en una primera etapa será necesario contemplar las restricciones políticas.
Medidas
Así, se optaría por medidas de rápida instrumentación y bajo nivel de negociación. Como las siguientes:
u Ahorros en la administración pública mediante un proceso de reingeniería, que implicaría la supresión de todos los organismos y programas oficiales con funciones duplicadas. Eliminación de organismos descentralizados y entes residuales de las privatizaciones. En todos los casos, la reducción de personal se encuadraría dentro de los retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas.
u No se decidió todavía si se hará en esta primera etapa, pero la “racionalización” estatal incluiría la fusión de ministerios y secretarías, como ser Educación y Justicia. Y una redefinición de los ministerios de Salud y Trabajo. En especial, porque la nueva agencia de Desarrollo Social, que estará a cargo de Marcos Makón, absorberá programas y estructuras organizativas de todas esas áreas: planes asistenciales de Salud y Educación, con financiamiento local o externo, planes Trabajar, subsidios de desempleo, etc.
u Intervención de la Anses, la administración nacional de la seguridad social. Por allí pasa más del 40 por ciento del Presupuesto estatal (unos 22 mil millones de pesos) y se cree que con la depuración de los padrones de jubilaciones y pensiones podrían lograrse ahorros importantes.
u En tanto, el PAMI, que dirige Federico Polak, sería incluido dentro de un plan de mediano plazo, que contempla la descentralización administrativa a nivel provincial de la obra social de los jubilados.
También se intervendría el Senasa, pero por otro motivo: la crisis desatada por la reaparición de la aftosa en el país, hecho todavía no reconocido oficialmente.
u Se recortarían subsidios bajo control de la Nación, a distintos sectores productivos, mientras que los que involucran a las provincias como el Fonavi, el Fondo del Tabaco y los subsidios patagónicos serían negociados más adelante.
u En Hacienda evalúan que,,si la economía empieza a crecer, otra fuente de ahorros provendrá de hacer cumplir el acuerdo fiscal firmado con las provincias hace cuatro meses, que establece un techo a las transferencias de fondos a las administraciones del interior. Para tal fin, López Murphy ya le planteó al Presidente que quiere el control de la estratégica Secretaría de Relaciones con la Provincias, que comanda Walter Cevallos, un alfil de Storani (ver aparte).
Con ese menú en carpeta, los hombres de FIEL dudan en volver atrás con la suba del impuesto a las Ganancias que dispuso Machinea, que golpeó fuertemente a la clase media y media alta. En tanto que dejarían para una segunda etapa, en principio para después de las elecciones, medidas de alto voltaje político, como la negociación de una nueva ley de Coparticipación de impuestos con las provincias, que incluiría un profundo ajuste en las administraciones del interior; una nueva vuelta de tuerca en el plantel de empleados públicos; o la privatización del Banco Nación, que –como dijo a este diario ayer una fuente cercana a López Murphy– “está en los planes”.


PARA STORANI, LOPEZ MURPHY TIENE UN MARGEN ACOTADO
“No hay mucho que inventar”

Para el ministro del Interior, Federico Storani, la demora en el anuncio de las nuevas medidas económicas del Gobierno no resta poder político al flamante ministro Ricardo López Murphy ni provoca incertidumbre en los mercados. En la versión Storani, el reemplazante de Machinea “tiene un diagnóstico preciso” del estado de situación de la economía argentina y afirmó que “hace bien” en no apresurar el lanzamiento del paquete de medidas. Sin embargo, marcó los límites de su gestión en Economía: aseguró que su función será cumplir el acuerdo con el FMI y destacó que “está claro que no hay mucho que inventar”.
El ministro del Interior mantiene por estos días una puja secreta con su par de Economía, que quiere controlar la estratégica Secretaría de Relaciones con las Provincias, hoy a cargo de Walter Cevallos. Esa secretaría, además de mantener un contacto permanente con los gobernadores, maneja los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) y otros subsidios, instrumentos que usualmente han sido claves en la negociación entre la Nación y las provincias. López Murphy está convencido de que uno de los puntos centrales de su programa durante este año deberá pasar por hacer cumplir el pacto fiscal firmado con los gobernadores hace cuatro meses. Y más precisamente el techo de transferencias a las administraciones del interior en caso de que la economía repunte y los fondos superen el piso acordado. Además, el hombre de FIEL quiere empezar a tantear el terreno para discutir, pasadas las elecciones, una nueva ley de Coparticipación, además de un fuerte plan de ajuste en los Estados provinciales.
Pese a esa disputa, Storani ayer salió a apoyar a López Murphy. “No se puede, en esta materia, hacer las cosas sin que haya un plan completo, porque cualquier medida aislada puede perder efectividad dentro del contexto macroeconómico”, aseguró en declaraciones radiales. Y agregó: “Me parece que López Murphy hace bien en tomarse tiempo con su equipo, que va a jurar mañana (por hoy), para afinar todas las medidas para que salga todo junto”.
Por otro lado, descartó que los tiempos jueguen en contra del ministro de Economía. “Tampoco puede pensarse que una ligera demora puede plantear incertidumbre o le va dar argumentos a los detractores del Gobierno nacional”, afirmó. Y fijó los parámetros con los que se moverá López Murphy: “Lo que está claro es que su finalidad es cumplir con la ley y los acuerdos (firmados con el FMI), y además tener una lucha fuerte contra el déficit. En la línea gruesa y general, está claro que no hay mucho que inventar”, remató.1 de marzo de 2001.

 

 

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