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El FMI saludó a Cavallo y lo espera para negociar

Claudio Loser, director del Fondo, salió al cruce de las intenciones que se le atribuyen a Cavallo de pasar por alto al organismo. �Somos una cooperativa de la comunidad financiera�, desafió.

Nosotros: �No obligamos a ningún país a negociar con nosotros.
Veo muy difícil que la comunidad financiera acepte negociaciones que no incluyeran al FMI�.

Claudio Loser, del FMI. “Dios me libre y me guarde...”, afirmó.

Por Raúl Dellatorre
Desde Santiago

Las primeras reacciones de los hombres del Fondo Monetario, ayer por la mañana, dan cuenta de la incertidumbre generada por los vertiginosos cambios en el gobierno argentino. “¡Qué país el de ustedes!”, fue el primer comentario realizado por el vocero del FMI muy temprano al primer cruce con este periodista. Unos metros más allá, Claudio Loser, director del Departamento Hemisferio Occidental del Fondo, al encontrarse con Página/12 se anticipó a cualquier pregunta y poniendo una mano sobre el hombro del cronista, largó con una forzada sonrisa: “Dios me libre y me guarde...” y siguió su paso apurado.
A esa hora, ya se conocían las primeras declaraciones de Domingo Cavallo de la mañana, pronunciadas en la conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda. Loser enfrentó el encuentro con periodistas ya programado con anterioridad –dominado por la presencia de enviados de Argentina–, donde tenía previsto hablar sobre las perspectivas del FMI para la región. Prudente, pidió empezar haciendo una síntesis de la información que tenía sobre Argentina, en la que centralmente resumió los anuncios hechos por Cavallo apenas una hora antes. “No va a haber sorpresas: se mantendrá la convertibilidad y la disciplina fiscal”, es el principal mensaje que transmitió.
–¿Usted cree que la pauta de déficit de 6500 millones de pesos fue demasiado dura? –fue la primera pregunta con la que se inició el debate sobre Argentina.
–No fue una determinación del Fondo, la pauta la pone cada país. Lo que sucedió es que hubo un desvío en el primer trimestre relacionado con problemas de contabilidad, por gastos al 30 de diciembre (del 2000) que se registraron el 2 de enero, que provocó algún ruido. También hubo sorpresas con algunos gastos mayores a los previstos.
–¿Cómo piensa que será la reacción de la comunidad financiera ante la renuncia del ministro de Economía, el mismo día que el presidente de la Nación lo presentó y le dio su apoyo frente a la Asamblea del BID?
–El presidente De la Rúa vino a darle su apoyo a López Murphy, pero lo más importante es que respaldó una línea económica, que hoy (por ayer) fue confirmada. López Murphy presentó un plan muy duro, pero evidentemente hubo un desarrollo de hechos políticos que van más allá de cuestiones de la economía, que lo obligaron a renunciar.
–¿Qué información tiene acerca de que Cavallo recurriría directamente al respaldo del gobierno de Estados Unidos para conseguir una reprogramación de la deuda, evitando la intermediación del FMI?
–El señor Cavallo tiene buena entrada en la comunidad financiera internacional, eso lo sabemos. Pero yo creo que también tiene en claro que el FMI no es un organismo separable de esa comunidad financiera. Somos una cooperativa que expresa a esa comunidad y, como tal, no vamos ni queremos obligar a ningún país a negociar con nosotros. Pero veo muy difícil que la comunidad financiera aceptara negociaciones que no incluyeran a los organismos internacionales.
–Después de esta crisis en Argentina, que no fue provocada por un golpe de mercado, ni por el contagio de otra región en debacle, y que sin ninguna duda reconoce su raíz en la recesión prolongada y la caída de ingresos por recaudación tributaria, ¿no se plantea el FMI que llegó el momento de revisar su receta del ajuste, que agudiza las tendencias recesivas? –preguntó Página/12.
–En términos de recetas, le diría que no hay fórmulas fijas, sino un trabajo artesanal país por país, en el que cada cual elabora sus propias soluciones. El problema de Argentina ha sido evidentemente por la recesión, pero también se origina en que se vio afectado en 1999 por la situación en Brasil (devaluación en enero) y el nerviosismo de losmercados. Y hay un problema serio de indefinición política, por los acontecimientos que todos conocen de los últimos meses (a partir de la renuncia de Carlos Alvarez). Estas mismas fórmulas en otros países han funcionado bien. Según entiendo, no es una cuestión de recetas, sino de mantener las finanzas en orden. Lamentablemente, hubo señales en el pasado, a partir de estas políticas, que han descorazonado a muchos argentinos. Pero el efecto positivo de tener finanzas fuertes, es más importante que cualquier ayuda.

 

Algunas frases que harán historia

Por R. D.
Algunas frases dichas al pasar por los ahora ex funcionarios del gobierno argentino van a quedar en el recuerdo de los que asistieron a la XI Asamblea Anual del BID.
“Lo importante es que hoy todos saben que Argentina es un país previsible”, señalaba a las 17.30 horas de Argentina en Santiago, Chile, Ricardo López Murphy, frente a un millar de banqueros, inversores, dirigentes políticos y empresarios en general que seguían atentamente su palabra. Seis horas después, nadie podía afirmar con certeza que Argentina aún tuviera gobierno y cuál era el destino del país en las horas inmediatas.
“Los problemas no se resuelven pegando un portazo”, decía con suficiencia Daniel Artana, ahora ex viceministro, el domingo aludiendo a los que “desertaron” del gabinete (Storani, Meijide, Makón y Juri) al mismo tiempo que López Murphy anunciaba las medidas del programa nonato. En su defensa, algunos aseguran que los “talibanes” de FIEL no pegaron un portazo, sino que salieron eyectados por la ventana.
“Es una dupla que va a funcionar, porque ambos se necesitan”, afirmaba con total seguridad Guillermo Calvo, economista jefe del BID, en el mediodía del lunes, con respecto a la convivencia Murphy-Cavallo.
Es el mismo analista que supo anticipar la crisis mexicana, pero ni siquiera sospechó la que se venía en apenas unas horas en Argentina.
En Santiago, Chile, quedó demostrado algo que ya todos sospechaban: los economistas también se equivocan. Más difícil será aceptar que cometen
errores porque son humanos.

 

“Un soberbio insoportable”

Por R. D.
“No hay ningún individuo, en los últimos 2000 años, que por sí solo haya sido la solución a todos los problemas”, respondió Claudio Loser, director para el Hemisferio Occidental del FMI, cuando lo consultaron si, a su juicio, la designación de Cavallo como ministro era la solución al problema argentino. “Pero eso fue hasta que llegó Cavallo”, acotó este enviado. “En ese caso, tendríamos que hablar de a. C. y d. C. (pronunció las siglas en inglés), antes de Cavallo y después de Cavallo”, replicó riendo.
Más allá de la broma circunstancial, los funcionarios del FMI no ocultan su inquietud por la vuelta al ruedo del iracundo cordobés, a quien en privado definen como “un soberbio insoportable” y se imaginan, ahora, que llegará con más ínfulas que las que tenía entre 1991 y 1996. La que está en crisis, en definitiva, es la economía argentina, no Cavallo, que está en el momento de su apogeo político.
Hubo otra alusión indirecta de Loser a la personalidad de Cavallo durante la conferencia de prensa. Fue cuando un periodista argentino le recordó que alguna vez, setiembre de 1994, el mediterráneo había cortado relaciones con el Fondo, anunciando que no necesitaba el apoyo del organismo porque tenía crédito abierto en el mercado internacional, hasta que tres meses después estalló la crisis mexicana y lo obligó a cambiar de opinión. “Sí, lo recuerdo, México también decía lo mismo que Cavallo para la misma época”, respondió Loser con una sonrisa de costado. Si fue una advertencia para el viejo-nuevo ministro con respecto de cómo tratar al FMI, no fue precisamente de las más delicadas que se hayan escuchado.

 

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