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PROCESARON A ERMAN, DI TELLA, CAMILION Y BALZA
Las armas que cargó Menem

La Cámara Federal ratificó los procesamientos de los tres ex ministros de Menem,
del ex jefe del Ejército y de un grupo de funcionarios. Ordenaron, además, continuar
con la pesquisa para buscar a los responsables mayores.

Camilión, primer procesado. La Cámara Federal lo ratificó.

Balza negó toda participación. Los camaristas no lo creen.

Erman González salió contento. Pero es uno de los más implicados.

Di Tella ocultó
un cable interno. Eso le costó el procesamiento.

Por Adriana Meyer

Antonio Erman González, Guido Di Tella y Oscar Camilión, los tres ex ministros de Carlos Menem, además del general Martín Balza y otros ex funcionarios están muy cerca del juicio oral y público por su responsabilidad en el escándalo de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. La Cámara Federal confirmó ayer los procesamientos que había dictado el juez federal Jorge Urso. Pero además agravó la situación de Balza y, debido a que le dictó falta de mérito, el juez deberá seguir investigándolo como presunto jefe de una asociación ilícita. También empeoró la posición de Camilión y Di Tella. Los camaristas de la sala II afirmaron que “el origen de las maniobras en cuestión no habría sido Fabricaciones Militares (FM) sino que las decisiones habrían partido desde niveles superiores del Estado” y ordenaron al juez Jorge Urso que llame a declaración indagatoria a “los funcionarios responsables de tomar tales determinaciones” bajo el cargo de asociación ilícita. Menem y Domingo Cavallo, también firmantes de los decretos secretos que posibilitaron la maniobra, habían quedado afuera del caso, hasta ahora.
Como lo habían hecho en 1998, los camaristas insistieron en que la investigación debe encaminarse “hacia aquellos sujetos con nivel decisorio capaz para organizar y ejecutar cuestiones de esta trascendencia”, ya que “resulta difícil aceptar que hayan ocurrido merced a la grosera impericia de ciertos funcionarios públicos”. Y sugirieron que Urso profundice la pesquisa en torno del empresario Emir Yoma y del traficante de armas sirio Monzer Al Kassar. Consultado por Página/12, Ricardo Monner Sans, autor de la denuncia que originó el caso, opinó que “los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Luraschi volvieron a darle aire a esta causa que parecía terminar en personajes menores, y abren la esperanza de profundizar la investigación y llegar a la indagatoria de Menem y Cavallo”. El abogado consideró que la resolución “tiene una lectura política muy dura que agravó la situación de los imputados”.
Según el fiscal Carlos Stornelli, el general Martín Balza encabezó una asociación ilícita entre miembros del Ejército y del gobierno de Carlos Menem para permitir la salida de 6500 toneladas de armas y municiones a Ecuador y Croacia entre 1991 y 1995. En la banda estarían incluidos el ex interventor de Fabricaciones Militares Luis Sarlenga y su mano derecha, el coronel Edberto González de la Vega. Ayer la sala II los procesó por ese delito junto a los ex funcionarios de FM Teresa Irañeta de Canterino, Carlos Franke y Jorge Cornejo Torino. Pero a Balza le dictó la falta de mérito.
“No puede sostenerse que tanto Balza como (el ex jefe del Estado Mayor del Ejército Raúl) Gómez Sabaini ignoraran las gestiones que se estaban llevando a cabo en el ministerio del cual dependían, más aún teniendo en cuenta que el Ejército había ya tenido noticias sobre la presencia de armas argentinas en Croacia”, indicaron los camaristas. Según ellos, Balza también participó en la falsificación del convenio entre FM y el Ejército para intercambio de material bélico porque, si bien no lo firmó, su intervención se encuentra probada a partir de las declaraciones de Camilión. “Lo suscribieron Sarlenga y Gómez Sabaini y yo le presté conformidad a solicitud del general Balza”, declaró el ex ministro.
Di Tella estaba procesado por ocultar a la Justicia un cable del embajador argentino en Perú quien, en febrero de 1995, había recibido una advertencia peruana sobre el desvío de armas a Ecuador. La Cámara complicó su situación al procesarlo por su participación en la falsedad ideológica de los decretos 1697/91, 2283/91, 103/95, “que sirvieron de cobertura para las ilegales exportaciones de material bélico” y autorizaron envíos a Panamá y Venezuela cuando el verdadero destino fue Croacia y Ecuador. “Ninguna explicación ha logrado esclarecer por qué, en un período de tres meses, Di Tella avaló las ventas de armamento a un país ocupado militarmente por los Estados Unidos desde 1989”, indicó el tribunal enreferencia al caso Panamá. Destacó, además, la “trascendencia internacional que las ventas de armas implicaban”, ya que fueron enviadas a Ecuador y Croacia, en abierta violación a los embargos dispuestos por la ONU.
Erman González estaba procesado por falsear el contenido de los decretos que en 1991 pusieron en marcha la maniobra. Para la Cámara es “inadmisible que el ex ministro haya permanecido ajeno a todos los detalles de los trámites que se fueron gestando”. Sin embargo, el ex funcionario se mostró feliz porque consideró que el fallo mejora su situación al dictarle la falta de mérito respecto al decreto de venta de armas a Bolivia. Su sucesor, Oscar Camilión, ya estaba procesado por incumplimientos de los deberes de funcionario y ahora lo está por falsedad ideológica.
Urso deberá analizar con más detalle el aspecto económico del caso. En la resolución los camaristas ordenaron “profundizar la pesquisa” en torno de la “vinculación existente entre (la empresa fantasma) Daforel y Elthan Trading Co”, especialmente porque Muhammad Yalal Nacrach, sobrino de Emir Yoma “era el presidente y único director de la sociedad durante el período” en que se produjeron los envíos de armamento. Por eso, pidieron una ampliación de la declaración de Nacrach. Y encomendaron a Urso “extremar recaudos” para corroborar, a través de su colega suizo Laurent Kasper Asserment, la afirmación de un testigo que sindicó al sirio Monzer Al Kassar como “eslabón principal de la venta ilegal de armamentos”. Y dispuso intimar al Banco Central a aportar información vinculada a los movimientos de dinero detectados en las operaciones.

 

Claves

La Cámara Federal confirmó los procesamientos de tres ex ministros de Carlos Menem por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.
Son Guido Di Tella, Erman González y Oscar Camilión. También procesó al ex jefe del Ejército Martín Balza, aunque le dictó la falta de mérito al cargo de asociación ilícita solicitada por el fiscal Stornelli.
Además de confirmar el procesamiento de otros ex funcionarios, los camaristas ordenaron investigar “a los niveles superiores del Estado”, en ese momento, y profundizar la pesquisa en relación a Emir Yoma y a Monzer Al Kassar.

 

La causa, uno por uno

Antonio Erman González, procesado por falsedad ideológica (ya lo estaba por incumplimiento de los deberes de funcionario público).
Guido Di Tella, procesado por falsedad ideológica (ya lo estaba por encubrimiento).
Martín Balza, procesado por malversación de caudales públicos y falsedad ideológica de documento público, con falta de mérito respecto de la asociación ilícita, embargado en 1 millón de pesos.
Oscar Camilion, procesado por falsedad ideológica (ya lo estaba por encubrimiento y omisión de denuncia).
Juan Carlos Olima, falta de mérito por falsedad ideológica.
Raúl Gómez Sabaini, procesado por malversación de caudales públicos y falsedad ideológica de documento público, falta de mérito como miembro de una asociación ilícita, embargo en 1 millón de pesos.
Antolín Mosquera, falta de mérito por malversación y falsedad ideológica.
Daniel Quatrocchi, falta de mérito por malversación de caudales.
Mario Bertotto, falta de mérito por malversación de caudales.
Luis Sarlenga, procesado sin prisión preventiva por asociación ilícita, malversación y falsedad ideológica, embargado en 1 millón de pesos.
Edberto González de la Vega, procesado sin prisión preventiva por asociación ilícita, malversación y falsedad ideológica.
Carlos Franke, procesado sin prisión preventiva por asociación ilícita, malversación y falsedad ideológica, embargado en 1 millón de pesos.
Teresa Irañeta de Canterino, procesada por asociación ilícita.
Jorge Cornejo Torino, procesado por asociación ilícita y malversación.

 

OPINION
Por Eduardo Tagliaferro

El país del escándalo

Pocas sociedades pierden su capacidad de sorprenderse. Sin sorpresa quedan quienes de un escándalo pasan al otro ininterrumpidamente, tal como ocurrió en la Argentina de la década del ‘90. La venta ilegal de armas incluyó una saga que hubiera conmovido a cualquier país sensato del mundo. Cuando en el ‘95 se interceptó en Ezeiza un cargamento de armas argentinas con rumbo a Quito, la lista de denuncias por corrupción era más que extensa. En este caso había agravantes: la Argentina era garante de paz en la ancestral guerra que mantenían Perú y Ecuador, las armas provenían de Fabricaciones Militares, los fusiles tenían el escudo del Ejército Argentino, se habían vendido como nuevos y eran obsoletos. Dos vuelos ya habían partido anteriormente con fusiles Fal. Las investigaciones judiciales permitieron conocer que, aunque diferían los destinos (Croacia en vez de Ecuador) y el medio de transporte (barco en lugar de aviones), maniobras similares se venían concretando desde el año ‘91.
Antes de que el escándalo creciera, se sospechó de los desconocidos de siempre. Ignotos traficantes, el cuñado Emir, funcionarios de segunda línea de la fábrica estatal de armamentos y despachantes de aduana. Tres causas judiciales –dos a cargo de los jueces del fuero penal económico, Julio Speroni y Marcelo Aguinsky, y otra en el despacho del juez federal Jorge Urso– echaron cierta luz sobre una ingeniería en la que aparecían los altos mandos del Ejército, varios ministros del gabinete nacional y hasta el por entonces presidente Carlos Menem. Incluso hubo indicios de que el virtual bombardeo de Río Tercero se debió a maniobras que buscaban borrar las huellas del lugar del crimen: la fábrica militar desde la que se despachaba el material bélico.
Ningún país hubiera tolerado el bochorno si no fuera porque existían otros tanto o más groseros. A plena luz del día, se embarcaron armas, se ocultaron cables diplomáticos, se fugó Diego Palleros cuando estaba a punto de ser detenido en una de las causas por contrabando, mientras tanto la SIDE jugaba al juego que mejor juega: espiar a opositores y visitar despachos judiciales. Durante casi seis años, y con más paciencia que la necesaria, el magistrado acumuló pruebas y escuchó testimonios. Aun así, la instrucción está inconclusa y dos nombres de quienes firmaron los decretos que enmascararon la maniobra no han sido investigados: Domingo Cavallo y Carlos Menem. El fallo de la Sala II de la Cámara Federal porteña otorga un nuevo crédito a la Justicia al considerar que la venta ilegal fue una cuestión de Estado de la que participaron personajes más relevantes que los acusados hasta este momento.

 

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