Por Irina Hauser y
Raúl Kollmann

El síndico general de la Nación, Rafael Bielsa, quien tiene a su cargo el control de las cuentas del Estado, denunció ante el juez federal Claudio Bonadío la posible existencia de un plan para matarlo. El lunes de la semana pasada, Bielsa recibió en su oficina un sobre con tres hojas en las que encontró descripciones, con lujo de detalles y con jerga de servicios de inteligencia, de todas sus actividades del 16 y 17 de abril. También figuraban los pasos del “operativo” que estaría destinado a atentar contra su vida, y un croquis que ilustraba cómo se llevaría a cabo el asesinato. El jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), Carlos Becerra, le dijo que entiende que no hay maniobra alguna en su contra desde el Gobierno, pero no puso las manos en el fuego por lo que puedan hacer ciertos sectores de la propia central de los espías.
“Se está intentando atentar contra mi vida por razones que desconozco pero que indudablemente me hacen prever que las investigaciones que se están desarrollando desde la Sindicatura a mi cargo puedan haber agraviado intereses que no se resignan a dejar el campo de lo ilegal”, dice la presentación de Bielsa, que llevó a la Justicia impulsado por el propio Becerra, según contó a Página/12 Rafael Lombardi, que es uno de sus abogados junto con Ricardo Pérez Vélez.
Bonadío, en principio, dispuso que el titular de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) reciba custodia policial. Los abogados de Bielsa todavía no entienden bien si el episodio fue una amenaza, si fue un anuncio, o si algún arrepentido o alguien que tuvo contacto con los papeles en cuestión se los mandó. La denuncia es por tentativa de homicidio. En la SIDE se inclinan por pensar que “han querido atemorizarlo”. Pero aclaran que a ellos sólo les compete un posible seguimiento hecho cuando Bielsa salió del país por tres días, en viaje a Estados Unidos.
Los papeles que Bielsa denuncia que llegaron en forma anónima a la Sigen eran hojas de fax, que llevaban los números 1,5 y 7. Esta última tenía una frase sin terminar, lo que hace pensar que faltaba una octava hoja, además de las páginas 2,3,4,6 y 7. Lo que se puede leer, en concreto, es un seguimiento de todos los movimientos del síndico durante dos días: la hora a la que sale de su casa, el auto que lo traslada, el horario y los lugares a donde concurre, así como cuándo lleva y trae a sus hijos.
La parte en la que aparece el relato sobre como sería el operativo dice que se usarían “tres móviles y una motocicleta. Un móvil adicional. Cuatro armas cortas (calibre 40 plg). Seis efectivos”. El atentado, describen los papeles entregados al juez, se realizaría cerca de la casa de Bielsa, entre las 20 y las 21. Cuando su auto fuera por la calle Gorriti, añade el escalofriante texto, otro vehículo le impediría cruzar Juan B. Justo. Habría una moto esperando. “El efectivo pasará por detrás del automóvil BMW chapa patente CUR 732 color negro, y se ubicará sobre la izquierda del conductor, ligeramente por detrás de este. Desde esa posición deberá hacer fuego...”, dice exactamente.
Al final de la séptima página se enumeran “factores de riesgo”. Por ejemplo, dice que “existe la posibilidad de que el objetivo viaje con sus hijos”, por ende, sugiere cuidar “el ángulo de tiro”. Y agrega que “el objetivo es un tirador experto. Tiene registrada a su nombre una pistola semiautomática Sig Sauer número AD35067”. Esos son datos a los que sólo se puede acceder con una orden judicial, aclara el texto de la demanda. Otro dato que no cualquier persona puede conseguir, y que figura en el anónimo, es el número de la cédula verde de su auto particular.
Bielsa también le entregó a Bonadío un e-mail que recibió el 30 de abril de un amigo suyo que le advierte: “Ayer me llamó uno de la Side, que me informó, que el jefe de la Sección de Aeropuertos y Puertos, de nombre Alejandro Patrizio, estuvo averiguando que viajastes el 20 y resgresastes el 22, con quién viajastes, etc. (sic)... pidió la lista de pasajeros, yla llevó para lograr su información”. También dice que cree que como jefe de quienes hacen los seguimientos y escuchas pusieron un hombre del riñón del ex titular de inteligencia, Fernando de Santibañes.
Fuentes de la SIDE explicaron que desde hace muchísimo que se lleva registro de la salida y entrada de todos los funcionarios de nivel importante. Incluso aclararon que ellos siempre tienen listas de los pasajeros de todos los vuelos, una medida que se tomó a raíz de los atentados. Sobre el contenido de la denuncia de Bielsa, sostienen que es muy poco usual que un informe de inteligencia diga “que hay que disparar de tal lugar para no herir al hijo”. Dicen que no saben nada sobre el origen de los supuestos informes, pero que les parece preocupante.

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