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La
AFA ratificó anoche –tras la reunión de su Comité
Ejecutivo– que ayudará con avales apropiados a los clubes
para que éstos regularicen las deudas con sus jugadores, pero a
condición de que se le devuelvan los préstamos “con
fechas límite y montos de reintegro absolutamente inexorables”,
ya que, de lo contrario, habrá muy graves sanciones que incluyen
pérdida de categoría inmediata. De tal modo, la AFA pareció
“pasarles la pelota” a los clubes, a los que declaró
exclusivos responsables del problema, al tiempo que aprobó la mayoría
de los puntos planteados por Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) para
que el agudo conflicto se destrabe y el paro pueda levantarse a la brevedad.
En el petitorio de FAA se enfatizaba el pedido de que la AFA fuera aval
in eternum, de aquí en más. Y eso la entidad no está
dispuesta a aceptarlo: los deudores son y serán los clubes.
Asimismo, después de dos horas y media de deliberación,
quedó integrada la comisión negociadora formada por los
presidentes de Quilmes, José Luis Meizner, de Estudiantes, Julio
Alegre y de Gimnasia, Héctor Domínguez, que mantendrá
asimismo una crucial encuentro hoy con la cúpula de FAA encabezada
por su secretario general, Sergio Marchi. Si bien el epílogo de
la reunión en el tercer piso de la AFA fue de tendencia favorable
a una solución a corto plazo, todavía quedan muchos temas
por resolver.
Algunos, de fondo, son el pedido extremo de FAA que implica la aceptación
sin más de los clubes de dejar libres a jugadores con los que mantuvieran
deudas de dos meses o el hecho de la mencionada pérdida de categoría
si no cumplen con los plazos establecidos por el máximo organismo
del fútbol. Y no sólo eso sino la sanción con pérdida
de categoría de los clubes que no cumplan con sus deudas. Ninguno
de estos dos temas tuvo una recepción permeable en la reunión
de AFA.
En cuanto a FAA, no cayó nada bien que de antemano que los clubes
rechazaran auditorías externas para revisar sus cuentas. Es, entonces,
mucho lo que hay que acercar aún.
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