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NUEVAS PAUTAS DE REPARTO PRESUPUESTARIO
De cómo cortar la torta

 

Los rectores acordaron, tras años de disputas, que los futuros criterios de distribución se basarán en la magnitud de las sedes, el rendimiento académico, la investigación y otras variables.

Por Javier Lorca

Los rectores dieron ayer su primer y demorado paso hacia la definición de una cuestión que están discutiendo desde 1992: el establecimiento de criterios objetivos para distribuir el presupuesto entre las universidades públicas. En un plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), ratificaron que sólo aplicarán nuevos parámetros de reparto si antes se produce un aumento presupuestario. Y acordaron que esas pautas se basarán en cuatro ejes principales: la magnitud de las universidades (si son grandes, medianas o pequeñas), los índices de rendimiento académico, el porcentaje de recursos que destinan a pagar salarios, y las actividades de investigación, posgrado y extensión.
Hoy, las 37 universidades nacionales disponen de un presupuesto anual de 1800 millones de pesos. Desde que asumió el Gobierno, la Alianza puso la cuestión de la distribución presupuestaria en la agenda de las universidades y, este año, la cartera que conduce Andrés Delich casi que fijó un ultimátum. El acuerdo alcanzado ayer, según confió un rector, es “un híbrido de una propuesta hecha por el Ministerio de Educación y de un proyecto presentado por la Universidad de Río Cuarto”.
Pese al avance, los rectores se plantaron en una vieja convicción. “Estamos de acuerdo en que los nuevos criterios se van a aplicar sobre cualquier aumento que haya sobre el presupuesto del 2001”, explicó a este diario el rector de la Universidad de Buenos Aires, Oscar Shuberoff. Consultado por Página/12, el rector de la Universidad de San Martín, Daniel Malcolm, consideró que, de todos modos, “se trata de un avance muy positivo de las universidades en la búsqueda de mayor eficacia en el uso de sus recursos”. Y agregó: “Además, si no hay nuevas pautas y criterios objetivos de distribución, va a ser mucho más difícil que haya aumentos de presupuesto”.
Concretamente, la resolución indica: “Se propone que los componentes de un sistema de distribución sean los siguientes, entendiendo que serán aplicados al 100 por ciento de los incrementos presupuestarios que se alcancen”. Luego detalla esos componentes. El primer criterio apuntará a que “todas las universidades nacionales, previa justificación de sus realidades y necesidades, se puedan acercar a un determinado porcentaje en el inciso 1” (el inciso destinado al pago de salarios). El acuerdo sugiere que ese porcentaje podría ser del 82 por ciento, cuando en la actualidad la mayoría de las instituciones supera holgadamente esa cifra. El segundo parámetro se derivará “en función del tamaño de cada universidad, los factores de economía de escala, como así también el índice de rendimiento y la complejidad de la oferta académica”: se tendrán en cuenta la cantidad de alumnos y de recursos que manejan, el rendimiento académico, la deserción, la retención y el tipo de carreras dictadas. “Hay carreras que tienen más insumos que otras. Algunas requieren solamente aulas y otras necesitan también laboratorios. El costo por alumno es muy diferente entre Derecho y Ciencias Exactas”, explicó Malcolm. La última variable a tener cuenta será si las instituciones realizan proyectos de investigación, dictan cursos de posgrado y organizan actividades de extensión. En las próximas semanas, los rectores se abocarán a definir cómo se ponderará cada criterio y con qué índices se los medirá.
Además del acuerdo –un claro gesto de los rectores para el ministro Delich, que reabrió el debate sobre el financiamiento–, el CIN reclamó los fondos recortados en 1999 y 2000; “la equiparación con las universidades privadas con respecto a la reducción en el pago de aportes patronales”; y solicitó que se dé prioridad a las universidades como consultoras del Gobierno; entre otros puntos.

Consulta y marcha nacional
La Federación Universitaria Argentina realizará hoy y mañana una consulta nacional estudiantil para que los universitarios opinen sobre la propuesta oficial de aumentar el impuesto a las ganancias que pagan los padres de los alumnos. “Es necesario rechazar toda maniobra que, detrás del maquillaje de la `equidad’ pretenda recaudar fondos con un impuesto a la educación”, señaló el titular de la federación, Manuel Terrádez (Franja Morada). Con el mismo objetivo, la FUA convocó a todas las federaciones regionales a participar de una movilización nacional, que se realizará pasado mañana. La concentración comenzará a las 18, en Córdoba y Junín, desde donde se marchará hasta la sede del Ministerio de Educación.

 

Para el tiempo libre... (si queda)

Teatro. Dentro del ciclo Teatro por la Identidad, se exhibirá Las letras de mi nombre. Mañana, a las 19, en Económicas (UBA), Uriburu 763. Gratis.
Artes. Escultura, talla de madera, pintura y dibujo son algunos de los cursos abiertos que da el IUNA, en la Prilidiano Pueyrredón. Informes: 4812-6787, extensioncultural\uol.com.ar.
Paz. Del jueves al sábado, un equipo de Poder Ciudadano capacitará a maestros y padres para resolver conflictos pacíficamente. En la Escuela 64 de Las Heras (Santa Cruz). Informes: 4375-4925, [email protected].
Video. La Utpba inscribe en el taller Introducción al lenguaje audiovisual. En Alsina 779, 4343-1135/45.
Taller. El Centro Alpha dará el taller “Herramientas para justificar la corrección de la producción escrita”. El jueves, a las 18.30, en Córdoba 991, 2º “A”, 4322-8932.
Jornadas. Hoy y mañana se harán las quintas Jornadas Universitarias de Publicidad de la UP. Informes: Mario Bravo 1050, piso 1º, 4964-4646.
Español. Del Sur, escuela de español, inscribe para sus cursos de capacitación. En Bernardo de Irigoyen 668, piso 1º, 4334-1487; [email protected].

 

OPINION

Por Hernán Rossi *

Sobretasa, arancel y cupos

La propuesta de aplicar una sobretasa en el impuesto a las Ganancias a los padres de los estudiantes universitarios con ingresos mayores de 2 mil pesos mensuales no resulta una alternativa al arancel. Es arancelamiento puro: rompe con la tradición que estableció en la Argentina que la educación no es base imponible, por ser un derecho de todos los ciudadanos. Sería, además, un nuevo golpe al bolsillo de la clase media que, ahora sí, debería discutir seriamente la posibilidad de que sus hijos concurran o no a la universidad. También desconoce intencionalmente que la educación superior en la Argentina no es gratuita, es no arancelada, ya que los estudiantes (y sus familias) tienen que sostener el costo de los estudios (transporte, vivienda, libros, etc.).
Financiamiento, ingreso y egreso. Arancel, cupos y títulos habilitantes. Allí empieza y finaliza el debate que nos proponen a dúo el ministro y su antecesor. Pobre debate en un país cuya única salida parece ser cada vez más la universalización de la educación. Al respecto, y para los que hacen de la comparación de sistemas su caballito de batalla, decimos que, por ejemplo, en Alemania el Estado está planteando que hoy el país posee un déficit de 250 mil graduados para cubrir la demanda de su sistema productivo. Un estudio reciente de la Comunidad Económica Europea arriba a conclusiones similares. El debate es entonces claramente ideológico, de modelo productivo y modelo de país. La Comisión para el Mejoramiento de la Educación Superior (la Comisión Juri) inició su accionar como era previsible: poco debate y mucho circo. Lo más grave reside en las verdaderas intenciones que su creación desnuda: legitimar propuestas (el proyecto Petrei es sólo una) elaboradas hace tiempo por técnicos y burócratas enemigos de la universidad que son, fueron y serán rechazadas por la comunidad universitaria.
Franja Morada no va a rehusar el debate. Queremos discutir el problema del financiamiento desde el rol indelegable del Estado y la gratuidad, pero también desde la necesidad de transparencia en el uso de los recursos. Además insistimos en la insuficiencia presupuestaria que hoy sufren las casas de estudios. Por eso, y porque no desconocemos la delicada situación del país, proponemos buscar paliativos que refuercen el financiamiento directo sin afectar la gratuidad, como la contribución solidaria de los graduados en base a la renta diferencial, o el papel de las universidades como consultoras del Estado. Sin embargo vamos a ser más contundentes que nunca: debatir el financiamiento de la educación superior es debatir el financiamiento del Estado, es decir la forma en que se distribuyen los recursos de la Argentina.
* Secretario general de la Mesa Nacional de Franja Morada. También firman los adjuntos Mariano Sein y Marcelo Guouman.

 

 

 

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