¿Hay que explicarle
al hincha de Boca que el título no está definido?
No, yo creo que son bastante inteligentes como para saber muy bien
que este equipo no da por asegurado nada hasta que lo logra. Vamos a prepararnos
con la idea de que faltan 90 minutos muy difíciles.
¿Cómo consigue Boca fuerzas para sobreponerse a la
ausencia de tantos jugadores?
Tengo la costumbre de decir que éste es un grupo. Desde siempre
dije que es el grupo el que hace al equipo. Este grupo está conformado
con más de treinta jugadores. Son once los que salen a la cancha,
pero les da fuerza todo el grupo. Cuando uno se pone a pensar en la defensa
que terminó jugando, con (Gustavo) Pinto de marcador de punta izquierdo,
con un medio campo en que teníamos salida por los laterales con
(Javier) Villarreal y (Walter) Gaitán, (Sebastián) Battaglia
que reaparece... eso marca que el grupo es lo fuerte.
¿Cómo se logró este resultado?
Yo creo que el equipo jugó inteligentemente. Sabíamos
muy bien lo que pensábamos hacer, de qué manera les podíamos
complicar el partido y de qué forma podíamos llegar a ganarlo.
Afortunadamente, no pudieron desplegar el juego de otros partidos y nosotros,
en algunos momentos, manejamos bastante bien la pelota. No nos complicaron
mucho. Y, después, a medida que va acercándose el final
de un partido, el local siempre tiene esa desesperación y esa obligación
de ganar. Nosotros, con la mente fría, lo pudimos aprovechar.
¿Por qué esta diferencia en la respuesta del equipo
con relación al partido de hace un año con América?
Conozco las causas, pero me las reservo. Muchos me dijeron, cuando
fuimos a Cancún, si estábamos seguros. Yo dije solamente
que quería experimentar otra cosa. Enseguida me recordaron que
Olimpia había hecho lo mismo y le habían hecho ocho goles.
Pero no vamos a decir tampoco que porque fuimos a Cancún ganamos.
Si no, van a ir todos.
En dos ocasiones anteriores, los equipos que usted dirigía
ganaron la Libertadores como visitante. ¿Ahora es distinta la sensación?
Sí, tanto con Vélez como con Boca hemos ganado en
el Morumbí. Ahora se definirá en la Boca, sabiendo que no
hemos logrado nada más que una simple victoria. Se ganó
un partido.
¿Boca ganó merecidamente?
Ellos tuvieron dos situaciones de gol en el primer tiempo, nosotros
también. El arquero sacó dos pelotas muy difíciles.
En el segundo tiempo no nos complicaron mucho. Si uno se pone a pensar,
terminamos haciendo un gol y el arquero sacó una pelota a (Hugo)
Ibarra que pudo haber sido el segundo. Podría haber sido un empate,
pero el que convirtió fue el que ganó. El juego fue bastante
parejo, ellos tal vez tuvieron un poquitito más la pelota, más
dominio territorial.
En el segundo tiempo mejoraron mucho Riquelme y Gaitán.
Lo que pasa es que Walter, desde el momento en que puede hacerse
de la pelota, tiene que pensar que es un atacante más. Y se convirtió
tres o cuatro veces en el mejor contragolpeador del equipo. Y Román,
sabemos muy bien lo que puede hacer con la pelota.
¿Sabés que si ganan el jueves, va a igualar a Osvaldo
Zubeldía, con tres títulos en la Libertadores?
Lo tuve como técnico, para mí fue un buen técnico.
No pienso en eso, pienso en tratar de cumplir bien mi trabajo; si se logra,
mejor.
A comienzos de año dijo que éste iba a ser un año
más para la crítica que para el elogio. ¿Se equivocó?
Todavía no hemos logrado nada. Hemos logrado el partido de
ida de la final de la Copa Libertadores. Yo sé cuando me equivoco
y lo digo. Hay que tener la inteligencia suficiente como para saber dónde
te equivocaste. Y tratar que sirva de experiencia.
OSCAR
CORDOBA, FIGURA ANTE EL CRUZ AZUL
El grupo es lo importante
Oscar Córdoba, una de
las figuras del triunfo de Boca en México, consideró que
el equipo no fue para nada inferior a la responsabilidad.
Al contrario amplió fue responsable en cada una
de sus líneas, fue dinámico, tuvo todas las líneas
concentradas y eso se demuestra en el resultado. El orden táctico
hizo que individualmente los duelos fueran bien llevados y al final se
logró concretar una posibilidad.
Según Córdoba, cuando hay orden, se facilita mucho
el trabajo de grupo. En este caso, el equipo fue muy superior a Cruz Azul
en cuanto a orden y por eso el resultado.
El arquero colombiano negó que se vaya a producir una subestimación
del Cruz Azul en la revancha. Para nada argumentó
en ningún momento menospreciamos a ninguno de los rivales que hemos
enfrentado ni en la copa ni en torneos domésticos.
Respecto del partido, el colombiano opinó que la jugada de
mano a mano con Cardozo en el primer tiempo fue la más complicada,
pero pude cerrarle bien el arco y sacar la pelota al corner.
Cruz Azul cargó mucho, pero llegó con claridad pocas
veces en el segundo tiempo analizó. Las veces que tuve
que intervenir fue principalmente con centros y recién en la jugada
de Morales que desvié al tiro de esquina, cuando ya Boca iba ganando,
se puede decir que nos complicaron.
El secreto de Boca para sobreponerse a la ausencia de jugadores fundamentales
es, según manifestó Córdoba que el orden dentro
de la cancha hace que el que entra se sienta respaldado y seguro. El grupo
es lo más importante.
AUTOCRITICA
DEL TITULAR DE BOCA
Macri es desafortunado
Mauricio Macri reiteró
ayer que intentará retener a Juan Román Riquelme y a Carlos
Bianchi, al tiempo que se autocalificó como un desafortunado,
que tiene el mejor equipo del mundo pero está 30º en la tabla
de ingresos y expuesto a que cualquier club más poderoso le lleve
los jugadores.
Macri sostuvo que en cuanto regrese a Buenos Aires hablará
con Marcos Franchi, representante del jugador para ver si me da
posibilidades, porque si me las da vamos a hacer todo lo posible por retener
a Román. En caso afirmativo, implementará una línea
telefónica 0-600 para que los hinchas solventen la suma necesaria
para evitar transferir a Riquelme.
En los ingresos, Boca está 30º en el mundo, por eso
estamos pensando en esa variante que nos permitiría hacerle frente
a cualquier propuesta, de uno de esos clubes más poderosos que
podrían tentar a cualquier jugador con cifras que nosotros no podríamos
pagarles, añadió. Macri dijo que parece un mecanismo
fantasioso, pero si somos trece millones de hinchas podemos conseguir
el objetivo de retener a Román. Va a depender de la voluntad que
tengamos de llamar. Unos llamarán una vez, otros diez veces, otros
veinte, imaginó.
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