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El radicalismo bonaerense dirime hoy su interna
El juego que más les gusta

Ni la crisis, ni el descrédito de la política impidieron la confrontación. Storani, Moreau y Casella enfrentarán a Ricardo Alfonsín, Melchor Posse y Enrique García por la conducción partidaria. Se prevé que vaya a votar una parte menor del padrón 
de afiliados.


Ricardo Alfonsín pelea un lugar en la conducción.
Va aliado a Melchor Posse y a Enrique García.
 
Fredi Storani será electo presidente del partido.
Sus socios de siempre son Leopoldo Moreau y Casella.

Por José Natanson

Ni la delicada situación que atraviesa el Gobierno, ni la crisis de la Alianza, ni el descrédito general de la política, ni el hecho de que aún faltan cuatro meses para las elecciones; ni siquiera el consenso en torno a la candidatura principal. Ninguno de estos datos logró romper con la tradición partidaria: hoy, la UCR de la provincia de Buenos Aires irá a internas.
El apoyo a la postulación de Raúl Alfonsín como primer senador es unánime, por lo que la disputa se limita al control del aparato (a través de la jefatura del Comité Provincia), y a las listas de diputados nacionales, legisladores locales, concejales y concejeros escolares, además de dos intendentes.
Dos bandos bien diferenciados se enfrentarán hoy. El favorito es el oficialismo de la �Alianza Radical�, que postula al ex ministro del Interior, Federico Storani, como presidente del Comité Provincia, a Leopoldo Moreau como primer diputado y a Juan Manuel Casella como delegado al Comité Nacional. 
El retador es Ricardo Alfonsín, que recién comienza su carrera política y que vivió su momento de mayor exposición pública cuando su padre se accidentó y él salía diariamente a informar sobre su estado de salud en la puerta del Hospital Italiano. 
Abogado y diputado provincial, Alfonsín (hijo) peleará con Storani el control partidario, acompañado por el último desarrollista, Melchor Posse (que enfrentará a Moreau en el clásico de clásicos de San Isidro), y el intendente de Vicente López, Enrique �El Japonés� García, que pasó a la fama en 1999 cuando peleó una interna él solo contra todos los demás, incluyendo a Posse (y perdió por goleada). 
Cada uno tiene sus argumentos:
Storani acusa a Ricardo Alfonsín de presentarse con una propuesta renovadora con el �contradictorio� auspicio de Posse y García, viejos caudillos del radicalismo provincial. Dice que, más allá del discurso de �ese muchacho�, como suele llamarlo, su lista cuenta con el respaldo -silencioso pero significativo� del Gobierno Nacional a través de los porteños Rafael Pascual y Enrique �Coti� Nosiglia. Por eso acusa a Ricardo Alfonsín de doble discurso: según Storani, se proclama progresista pero va aliado de Posse, Pascual y Nosiglia, que promueven el ingreso de Domingo Cavallo a la Alianza. Igual, Fredi sostiene que no hay mal que por bien no venga y que la interna de hoy servirá para ratificar la hegemonía progresista en la provincia y bloquear el intento de derechizar al radicalismo.
En la otra vereda, Ricardo Alfonsín critica la escasa renovación partidaria. Recuperando el típico vocabulario alfonsinista, acusa a Storani, Moreau y Casella de �oligarquizar� la dirigencia bonaerense. Dice que lo suyo es un nuevo proyecto (que retoma la �matriz alfonsiniana� del �83) y, cuando lo acusan de cercanía con el Gobierno, responde recordando los numerosos funcionarios nacionales que pertenecen al otro sector. Su argumento más fuerte es sencillo: bajo la conducción del actual oficialismo, la UCR no gana en la provincia desde 1985. Para Ricardo Alfonsín, el triunfo de 1997 fue de Graciela Fernández Meijide; el de 1999, una consecuencia de la victoria nacional de De la Rúa. 
El pronóstico de la elección: Storani, Moreau y Casella aseguran que el nuevo polo opositor no tiene chances, que triunfarán en siete de las ocho secciones y que, por lo tanto, arrasarán como lo hacen siempre. Desde el otro bando, Alfonsín (hijo) no pierde la esperanza: confía en que su propuesta renovadora y su histórico apellido le permitirán hacer buenos números en varias secciones y que la diferencia que obtendrá en la primera (donde militan Posse y García) lo acercará al oficialismo, convirtiéndolo, sino en el ganador, en la cabeza de una oposición fortalecida. 
Los números de la elección: el padrón supera el millón de afiliados; los análisis más optimistas hablan de unos 300 mil votantes, aunque es posibleque la cifra se reduzca; se habilitarán 6400 mesas en toda la provincia y se podrá votar entre las 8 y las 18 horas.
Cada lista busca instalar la idea, un tanto exagerada, de que la interna de hoy está cargada de ideología, que trata de una definición entre dos proyectos verdaderamente divergentes. 
Mientras tanto, las elecciones de octubre se acercan y el panorama asoma como bastante complicado. A tal punto que algunas encuestas ubican a Raúl Alfonsín en un lejano tercer lugar, detrás de Eduardo Duhalde y Luis Farinello. Las figuras de la Unión Cívica Radical bonaerense parecen haber perdido de vista esta perspectiva, abonando aquella vieja frase de la política argentina que indica que para los radicales una elección es aquello que ocurre entre interna e interna.

 

 

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