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 Argentina no participará
por razones de seguridad de la Copa América que comienza mañana
en Colombia, según (anunciada) decisión unánime del
comité ejecutivo de la AFA, informó anoche al salir de la
reunión el presidente del club Argentino Juniors, Oscar Giménez.
La presencia del seleccionado albiceleste en el torneo estaba en duda
durante los últimos días y mantenía en suspenso a
la dirigencia futbolística continental. No bien conocida la decisión,
desde Colombia llegaron los lamentos y –en algún caso–
los explosivos desacuerdos con la decisión argentina, tachada de
insolidaria con el pueblo y el fútbol colombianos. A último
momento se difundió que Honduras reemplazaría a la Selección
Nacional.
Ya el titular de la AFA, Julio Grondona, había manifestado su oposición
a la participación de la selección dirigida por Marcelo
Bielsa, a raíz de una amenaza recibida semanas atrás en
la embajada argentina en Bogotá. Además, el plantel había
sido licenciado y algunos jugadores volvieron a Europa cuando la realización
de la Copa América había sido suspendida sin fecha cierta
—posteriormente se decidió ratificarla— por la Confederación
Sudamericana de Fútbol (CSF) al considerar que no estaban dadas
las condiciones de seguridad en Colombia. Todo eso sumó anoche.
Al término de la reunión, Giménez se erigió
en portavoz de sus colegas de la AFA.
“Fue una decisión unánime. Argentina no viaja por la
falta de seguridad y por las condiciones que hay hoy en Colombia”,
dijo el dirigente de Argentinos Juniors. Aseguró que en el comité
ejecutivo “se ratificó lo mismo que se había dicho
en la reunión de la CSF” en Buenos Aires, cuando Argentina
anticipó que se bajaba de la Copa. “No sé qué
puede suceder ahora”, respondió ante una consulta sobre la
reacción que generará la decisión argentina pero
agregó: “Me parece que es la posición más coherente
que pudo tener la AFA”.
Giménez negó que en el curso de la reunión, la dirigencia
futbolística haya recibido “ningún llamado del gobierno
o de Colombia” para presionar.
También Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) envió este
martes un comunicado oficial a la AFA, previo a la reunión, en
el que recomendó su negativa a viajar a Colombia. El titular de
la entidad, Sergio Marchi, había anticipado que en caso de que
la AFA decidiera participar del evento, el sindicato respaldaría
a cada jugador que resolviera no viajar. “Es muy riesgoso ir y además
nosotros sostenemos que hay una gran incoherencia entre los dirigentes
sudamericanos, que un día deciden una cosa y al otro día
cambian todo, y esto pasó con la Copa América”, sostuvo
el sindicalista.
Giménez afirmó que la AFA recibió la declaración
de Agremiados y que su contenido “colaboró para clarificar
la cosa”, aunque aseguró que no influyó en la decisión
final de la dirigencia futbolística. Consultado sobre la actitud
que tomarán los clubes argentinos en caso de tener que viajar a
Colombia para disputar partidos de Copa Libertadores, aseguró que
“será una decisión de cada club, oportunamente”
y admitió que en la reunión “hubo un atisbo de un dirigente”,
al que no nombró, quien planteó que si se viajaba para la
Copa Libertadores también podían hacerlo ahora.
“Pero esto se desestimó rápidamente y ese mismo dirigente
votó por no viajar”, señaló Giménez.
La decisión decepcionó a los organizadores y en particular
al presidente de Colombia, Andrés Pastrana, quien el lunes se había
manifestado seguro de que Argentina finalmente concurriría. El
mandatario colombiano habló en los últimos días con
Fernando de la Rúa, y con Julio Grondona, para pedirles que enviaran
el equipo. No le alcanzó.
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Se quedó Mauro
Silva
 El volante brasileño
Mauro Silva afirmó que su decisión de no disputar
la Copa América fue una protesta contra la decisión
de la Conmebol. El jugador dejó la delegación luego
de haber realizado el “check in” y entregar su equipaje
en el aeropuerto de Río de Janeiro. Lo reemplazará
el delantero de Cruzeiro Luizao.
El operativo de seguridad
dispuesto por la organización de la Copa América de
Colombia comenzó a funcionar ayer en Cali. En los primeros
entrenamientos de Perú, Paraguay y México, las delegaciones
concurrieron a los campos de práctica sin detenerse ni siquiera
en los semáforos. La seguridad en los desplazamientos queda
garantizada por unos 70 agentes motorizados, más un centenar
que vigila los accesos.
La selección paraguaya
tuvo inconvenientes para entrenarse en el estadio “Pascual
Guerrero”, de Cali. Los futbolistas no pudieron utilizar botines
ya que los encargados del campo de juego decidieron preservar el
césped.
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| Vamos todos juntos,
ahora
El clima de la Copa América que comenzará hoy en
Colombia es muy particular. Los jugadores se mezclan con las fuerzas
de seguridad, que casi son parte de la delegación. Una prueba
se dio en el entrenamiento de la selección colombiana. El
técnico Francisco Maturana, su ayudante Alexis Mendoza, el
volante Víctor Hugo Aristizábal y un policía
(foto) charlaron animadamente sobre las posibilidades del equipo
local. Es que en Colombia se vive una fiebre por el torneo y el
pueblo está muy ilusionado con poder quedarse con el título
por primera vez en su historia. Incluso, los máximos jefes
de las FARC expresaron ayer su deseo de que la selección
local gane la Copa América que se iniciará esta noche.
“Ahora o nunca”, “vamos Colombia, todavía”
y “tenemos la gran oportunidad de ganar por primera vez la
Copa América”, aseguró “El camarada Jair”,
miembro de una columna de las Fuerzas Armadas. Las FARC repitieron
que no sabotearan el torneo y que los visitantes pueden llegar tranquilos
a Colombia.
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INAUGURAN
COLOMBIA-VENEZUELA Y CHILE-ECUADOR
Esta noche, en Barranquilla
Luego de todas las contradicciones
y las desprolijidades, finalmente hoy comenzará la Copa América
2001, con los encuentros Colombia-Venezuela y Chile-Ecuador. La incertidumbre
sobre la celebración del torneo, confirmado hace menos de una semana,
unida al clima de violencia de padece Colombia, provocó que la
mayoría de los países participantes mostraran su temor a
acudir al certamen de fútbol más antiguo del mundo, desarrollado
por primera vez en 1916. Incluso la mayoría de los seleccionados
disputarán la competencia sin todo su potencial.
La presión ejercida por el presidente colombiano, Andrés
Pastrana, quien advirtió en la celebración de la Copa América
el mejor argumento para mostrar al mundo que el país desea fervientemente
encontrar el camino de la paz, fue decisiva para la realización
del torneo. También influyó la Confederación Sudamericana
de Fútbol (CSF), que en un mismo día cambió su decisión
de suspender el torneo por llevarlo a cabo, sujeto a las presiones de
los patrocinadores y las empresas que habían adquirido los derechos
de transmisión por televisión (Traffic), que amenazaron
con demandar a los dirigentes sudamericanos si no se disputaba el certamen.
Por eso, cuando Ecuador y Chile abran el torneo en Barranquilla a partir
de las 20.30, el secuestro del vicepresidente de la Federación
Colombiana, Hernán Mejía Campuzano, presuntamente a manos
de las FARC, y las patéticas idas y venidas de los dirigentes de
la CSF reunidos la semana pasada en Buenos Aires, empezarán progresivamente
a borrarse de la memoria colectiva para dejar paso al juego.
La presencia de un total de 24 mil policías que velarán
por la seguridad del torneo reconfortó a los participantes de una
Copa América que quedará oficialmente inaugurada cuando
la mezzosoprano Martha Senn interprete junto a la Orquesta Filarmónica
del Caribe y el Coro Madrigal, el himno de Colombia. Senn reemplazará
a la cantante colombiana Shakira, quien declinó la invitación
de los organizadores.
Además de la particular decisión de Argentina, Canadá
desistió de participar y fue reemplazada por Costa Rica. El grupo
A, que se desarrollará en Barranquilla, contará entonces
con la participación de Ecuador, Chile, Colombia y Venezuela. El
B, que tendrá lugar en Cali, se integrará con Perú,
Paraguay, Brasil y México, mientras que el C, con sede en Medellín,
ante la ausencia de Argentina (se rumoreaba que la reemplazaría
Honduras) sumará a Costa Rica, Bolivia y Uruguay.
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