La unidad nacional
es una frase de moda, aunque todavía no se logró conformar
en el Poder Ejecutivo. Por lo pronto, la Iglesia Católica consiguió
reunir ayer a empresarios, sindicalistas y al presidente del Banco Nación,
Enrique Olivera, para analizar la situación socioeconómica
del país. El encuentro se desarrolló en la sede de la Conferencia
Episcopal Argentina, en Suipacha 1034, y participaron, entre otros, los
líderes de la CGT oficial, Rodolfo Daer, de la CGT disidente, Hugo
Moyano, y los dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA),
Osvaldo Rial y José Ignacio de Mendiguren. Decidida a seguir con
un alto protagonismo, la Conferencia Episcopal Argentina además
recibirá hoy a la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA)
y difundirá este mediodía un documento en el que llamaría
a la pacificación de los argentinos, y avanzaría
en la instalación de una red solidaria en conjunto con las iglesias
evangélicas. El común denominador entre los dirigentes
sindicales y el sector empresario fue que compartimos el diagnóstico
de la situación y la necesidad de que exista la esperanza a través
de un pacto económico, que esté basado en el crecimiento
y el desarrollo, sostuvo Daer, tras finalizar la reunión,
que se prolongó durante dos horas. Por su parte, Moyano señaló
que Dios quiera que esta reunión sirva como iluminación
en el pensamiento del Gobierno nacional, para crear el ámbito de
un acuerdo nacional.
En tanto, desde el sector patronal, De Mendiguren consideró que
en lo que sí todos somos conscientes es en que no puede existir
un modelo económico donde para que a algunos les vaya bien, al
resto les tiene que ir mal. Por su lado, Osvaldo Cornide, titular
de la Coordinadora de Actividades Mercantiles (CAME), reveló que
hubo total coincidencia durante el encuentro en que este modelo
es absolutamente contrario al interés nacional, y hay que cambiarlo
para los trabajadores y las pymes.
De la reunión también participaron los gremialistas de la
CGT oficial Andrés Rodríguez, Armando Cavalieri, Oscar Lescano,
Gerardo Martínez y Carlos West Ocampo, y por la CGT rebelde lo
hicieron Jorge Viviani, Horacio Ghillini, José Rodríguez,
Gerónimo Venegas y Juan Manuel Palacios. También estuvieron
Gregorio Chodos, de la Cámara de la Construcción, Pablo
Challú y Héctor Massuh, de la UIA, y Rolando Pietrantueno,
representante de las Pymes.
Por su parte, fuentes eclesiales informaron que los distintos sectores
le solicitaron al Episcopado que sea el ámbito o el garante
para la reconstrucción de la unidad y la identidad en Argentina.
El titular de la Conferencia Episcopal, Estanislao Karlic, recibió
con beneplácito a los dirigentes, aunque habría
pedido más tiempo para estudiar cuidadosamente las
propuestas de cambio del modelo económico que solicitaron algunos
de los asistentes al encuentro. Karlic estuvo acompañado por el
secretario ejecutivo de la Pastoral Social, Ramón Staffolani. y
por el secretario del cuerpo episcopal, Guillermo Rodríguez Melgarejo.
Las máximas autoridades de la Iglesia no detendrán su ronda
de encuentros. Luego de haber recibido a las centrales obreras tradicionales,
hoy a las 10 se encontrarán en la sede del Episcopado con la Junta
Promotora de la Consulta Popular por un seguro de desempleo, que impulsa
la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), y que estipula una ayuda
mensual de 380 pesos a todos los jefes de familia desocupados. Entre la
junta promotora están, entre otros, los diputados de Argentinos
por una República de Iguales (ARI) Elisa Carrió, Héctor
Polino, Oscar González, Jorge Giles y el periodista Horacio Verbitsky.
La estrategia de la Iglesia es mantenerse como protagonista de la realidad
nacional, funcionando como mediadora de un gran diálogo,
según dijeron allegados a los obispos. De todos modos, tampoco
descuidan facetas más materiales; ayer también recibieron
al titular del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec),
Hugo Salaberry, que explicó las gestiones que realiza para que
el Gobierno no aumente las cargas patronales a los colegios agrupados
en ese organismo.
Cavalieri, un purista
Armando Cavalieri, titular del gremio mercantil, exhortó
al PJ y a la Alianza a recuperar su identidad, al recordar
que (Domingo) Cavallo es el ministro de Economía de
las dos fuerzas políticas mayoritarias de la Argentina.
El sindicalista hizo estas declaraciones al terminar el encuentro
que mantuvieron dirigentes gremiales y empresariales con el titular
de la Conferencia Episcopal Argentina, Estanislao Karlic (ver nota
aparte).
La falta de identidad queda en evidencia cuando los dos partidos
nombran ministro de Economía a Cavallo. Eso es negarse a
replantear la cuestión de fondo en la Argentina, dijo
Cavalieri. También consideró que la unidad nacional
no es para que salgamos en una foto y después sigue todo
igual.
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Un alerta episcopal
La Conferencia Episcopal Argentina difundirá hoy un documento,
en donde llamará a la pacificación entre
los argentinos, y dará detalles de la red solidaria que planea
instalar en el país, conjuntamente con las iglesias evangélicas.
El pronunciamiento de los obispos argentinos tendrá lugar
en la sede del Episcopado, luego de tres días de deliberaciones,
que incluyeron una reunión con importantes líderes
sindicales y empresariales.
El documento se centrará en convocar a la pacificación
de los ánimos y al necesario apoyo espiritual de las iniciativas
de unidad nacional, señalaron fuentes eclesiales. Por
otro lado, el trabajo social a realizar junto a los evangelistas
tendrá como lema que no falte el pan y los medicamentos
en ningún hogar.
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ALTO
ACATAMIENTO EN EL PARO DOCENTE BONAERENSE
Poniendo la estacas de la Carpa
Una pesadilla más para
el Gobierno: la Carpa Blanca, que permaneció durante 1003 días
en la Plaza de los Dos Congresos, podría reinstalarse. Así
lo anunció la titular de la Ctera, Marta Maffei, quien sostuvo
que la decisión sería tomada por el congreso nacional del
gremio que se realizará el 17 de agosto. Como era de esperar, el
retorno de contingentes de maestros ayunantes al centro porteño
generó la respuesta del ministro de Educación, Andrés
Delich, y del presidente Fernando de la Rúa, quien dijo que dicha
medida no tendría justificación. El detonante
del conflicto es la situación en la provincia de Buenos Aires,
donde los maestros no dictan clases porque todavía no les pagaron
el sueldo de julio.
Maffei argumentó que la reaparición del símbolo del
reclamo docente se debería a: el pago en bonos, la falta
de pagos, el enorme retraso, la situación de incumplimiento reiterado,
el vaciamiento de los comedores escolares. También mencionó
las dificultades tan grandes que tienen los docentes en todo el
país para dar cumplimiento mínimo a los programas educativos.
En la Provincia de Buenos Aires, Maffei y el titular del Suteba, Hugo
Yasky, se reunieron con el ministro de Economía, Jorge Sarghini,
quien les dijo que cobrarán sus sueldos a partir del lunes.
En realidad, la carpa docente fue levantada a poco de la asunción
de De la Rúa, tras el compromiso que asumió entonces, de
cumplir con el pago del incentivo docente con recursos del Tesoro Nacional.
Por su lado, el ministro de Educación, Andrés Delich sostuvo
que sería una decisión de los gremios pero bueno es
recordar que la carpa se levantó cuando este gobierno asumió
y decidió la incorporación de los 660 millones de pesos
correspondientes al Fonid (Fondo Nacional de Incentivo Docente) al presupuesto
nacional. A pesar de la dura situación fiscal que atraviesa el
país, se pagó en su totalidad el año pasado y se
está pagando este año.
A su vez, declaró que esta semana se están transfiriendo
los fondos correspondientes al mes de julio. Delich reiteró que
hay situaciones especialmente delicadas, como la que atraviesa ahora la
provincia de Buenos Aires. Por ello sostuvo: Propondré al
Consejo Federal de Educación un llamado a paritarias conjuntamente
con las provincias para tratar de articular soluciones puntuales.
Delich también señaló que procurará garantizar
los 180 días de clases y que si por paros se añadirán
horas extras los sábados, se alargará el período
a fin de año o comenzará más temprano en el 2002.
Maffei no tardó en responder en nombre de su gremio: nosotros
también aspiramos a tener más de 180 días de clases
pero el Estado tiene que cumplir con su obligación, aseguró.
Con respecto a la posible reinstalación de la Carpa Blanca, De
la Rúa dijo que su gobierno fue el que asumió el pago
del Incentivo Docente a partir de 2000 y esto ha sido un esfuerzo enorme
dentro del presupuesto nacional, con clara incidencia sobre el déficit
(fiscal) que afrontamos.
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