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El menemismo cree que la Cámara le hará dos favores

Los hombres del riojano están convencidos de
que la Cámara Federal relajará las condiciones de detención de Menem y, después, lo liberará.

Carlos Menem con su ex mujer en una aparición en su quinta-cárcel.

Por Diego Schurman

No está haciendo cruces en la pared. Pero Carlos Menem está convencido que su encierro terminará antes de fin de mes. Su optimismo se lo debe al dato que sus principales operadores le acercaron esta semana: que la Sala II de la Cámara Federal relativizará la figura de la asociación ilícita y por lo tanto la Justicia no tendrá motivos para prolongar su encierro en la quinta de Don Torcuato, lo que no quita que el ex presidente siga imputado en la causa por la venta ilegal de armas.
Menem aguarda ansioso el fallo de los camaristas. Da por hecho que será favorable y también inminente. En la quinta de Armando Gostanian aseguran que las buenas noticias llegarán en dos etapas:
Estiman que la próxima semana, o a lo sumo en los primeros días de la siguiente, se flexibilizarán las condiciones de arresto, un tema que desvela al ex presidente y que lo enardeció en más de una oportunidad. El juez Jorge Urso ya dio marcha atrás con las restricciones dispuestas para los abogados Oscar Roger y Oscar Salvi. La defensa ahora quiere que sea todo el mundo el que se mueva sin restricciones por Don Torcuato.
Aseguran que para fin de mes la misma Cámara Federal le bajará el pulgar a la figura de “jefe de una asociación ilícita” que Urso le endilgó a Menem. “Si no encontramos elementos y tiene que quedar libre, quedará libre”, confió, sin sonrojarse, uno de los tres camaristas de la Sala II. De este manera, el ex mandatario logrará su objetivo de mínima: zafar del encierro aunque no del procesamiento por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador.
El optimismo que se desprende de las filas menemistas fue interpretado por algunos analistas políticos como un globo de ensayo. Pero en esta oportunidad, a las operaciones de prensa los laderos de Menem le han sumado hechos concretos, dentro y fuera de los tribunales. Hubo contactos con Urso, los hubo con el propio Raúl Alfonsín. Y ahora los hay con los tres integrantes de la Sala II de la Cámara Federal.
Con Eduardo Luraschi hablaron César Arias y José “Pepe” Figueroa. Uno atesora los títulos de ex secretario de Justicia y ex diputado, además de representante legal de Menem en la causa que investiga el juez en lo penal económico Julio Speroni por el contrabando de pólvora a Croacia. El santiagueño Figueroa hizo una parada relámpago en el Ministerio de Desarrollo Social cuando expiraba el anterior gobierno.
A Horacio Cattani lo visitó en varias oportunidades Luis Santos Casale. Se trata de un ex funcionario menemista que supo ocupar la subsecretaría de Gestión y Planificación del Ministerio del Interior cuando Carlos Corach era titular de esa cartera. En verdad, Santos Casale tiene varias razones para hablar con Cattani: además de interesarse por la suerte de su amigo Menem, de quien fue operador político y quien lo llevó a la embajada de Cuba, también suele volcar planteos familiares ya que es primo hermano del camarista.
Martín Irurzún, por su parte, fue testigo de las inquietudes de Carlos Becerra. El titular de la Side desplegó sus buenos oficios preocupándose por la suerte de Menem casi en los mismos términos que Alfonsín y el frepasista Eugenio Zaffaroni: habló sobre la endeblez de la figura de la asociación ilícita.
El entusiasmo menemista trasciende las puertas de Don Torcuato. Eso lo harán notar hoy el sector “ultra” que comanda Roberto “Roby” Fernández y Kelly Olmos, quienes motorizarán una nueva caravana solidaria con el ex presidente. Los autos partirán del centro porteño y se trasladarán a la puerta de la quinta.
El optimismo también sobrevuela el estudio de los hijos de Eduardo Menem, lugar de trabajo del equipo de defensa. “Personalmente yo tengo confianza en la seriedad e independencia y la autoridad técnica del tribunal. En el alegato se partió de una base caprichosa del encuadramiento y los datos. Se han ido acomodando las testimoniales a lo que ha querido el fiscal y el juez”, señaló Roger a Página/12. “Lo único que queremos es que la Cámara falle de acuerdo a derecho. Nosotros tenemos razón. En derecho hay un dicho que dice que existen tres etapas: que tenés razón, que hay que saber demostrarlo y que te la den. Las dos primeras ya la pasamos”, agregó Salvi.
La misma seguridad mostró Martín Menem, sobrino del ex presidente y uno de los escribas del memorial que la defensa presentó el último martes. “Con todo lo que se ha trabajado, habiendo estudiado y rebatido punto por punto los argumentos del juez Urso, tenemos confianza en que el fallo de la Cámara se va a ajustar a derecho. De eso no tengo ninguna duda”, dijo a este diario.

 

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