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BELGRANO NO HIZO GRAN COSA, PERO SE APROVECHO DE LOS DEFICIT DE SU RIVAL Y GANO BIEN

Sin Riquelme, Boca tiene superávit cero

Como un ciego sin lazarillo, Boca sin Riquelme anduvo a los tumbos y cuando quiso agarrarse de algo se encontró con las manos frágiles de Abbondancieri.
Belgrano va a padecer mucho en este campeonato, pero ayer ganó bien, merecidamente.
 Los debutantes de Boca funcionaron con intermitencias. 


festejo cordobes. resignacion boquense, en segundo plano. sorpresa y media.


battaglia mete el cabezazo, la pelota supera a olave y se va por arriba del travesaño. 

 Por Juan José Panno

En la primera fecha del Clausura 2001, Boca, que empató 2 a 2 con Argentinos Juniors, formó así: Córdoba; Ibarra, Bermúdez, Matellán, Rodríguez; Marchant, Serna, Pereda, Riquelme; Guillermo Barros Schelotto, Barijho. De esos 11 sólo 1 entró ayer como titular: Barros Schelotto; otro ingresó casi sobre el final: Serna. Ibarra, Bermúdez y Matellán fueron vendidos; Barijho, Pereda y Rodríguez están, pero no mucho; Marchant espera una oportunidad; Riquelme padece una lesión y Córdoba viene de la Copa América. De todos los ausentes, los más extrañados fueron Riquelme, Bermúdez y Córdoba. En lo que hicieron (y más que eso, en lo que no pudieron hacer) sus reemplazantes está una de las claves de la derrota de Boca frente a Belgrano. 
Abbondancieri se comió el primer gol porque amagó salir y se quedó, reaccionó tarde en el segundo, lo madrugaron en el tercero y no recibió más goles simplemente porque los cordobeses definieron mal en tres situaciones muy claras. No atajó ninguna. En el otro arco, en cambio, Olave anduvo fenómeno: salvó más de una vez a su equipo con rápidos reflejos.
Bermúdez le daba solidez, sólo con su presencia, a la línea de fondo. Schiavi necesita tiempo para afirmarse y manejar a los demás.
Pérez y Gaitán compartieron la responsabilidad de cumplir el papel de Riquelme. Fracasaron. Pérez le entregó una de cada dos pelotas que tocó a los contrarios y Gaitán no pasó inadvertido porque la gente inició murmullos de desaprobación y fastidio cada vez que el balón le llegó a sus pies. Así es muy difícil jugar, para cualquiera. Gaitán hizo el único gol de Boca (toque de zurda luego de una buena jugada de Pérez y Jorginho), pero no le alcanzó para apagar el incendio. Se sabe que Boca sin Riquelme es un equipito; Pérez y Gaitán ayudaron a la ratificación. 
¿Y Belgrano qué? Modestamente, con mucha buena voluntad, corriendo para suplir las deficiencias técnicas, con un negrito vivillo, el colombiano Rubiel Quintana, que manejó los hilos como volante por la derecha, con poquito, Belgrano se las ingenió para llevarse un triunfo inesperado, histórico y merecido. Los cordobeses, que llegaron a la Bombonera en micro, en condición de partenaires, se volvieron agotados, repartiéndose el botín: el pedazo de gloria que le tocó a cada uno por ganar en esa cancha. 
Los celestes se habían ido al descanso con un gol en el bolsillo (cabezazo de Goux, tras centro de Castillo) y habían mostrado los garfios en un par de jugadas más, que no se concretaron de milagro; se sintieron desbordados en algunos pasajes del segundo tiempo, pero recompusieron su figura cuando Boca se quedó con diez y liquidaron el juego aprovechando las facilidades que se le otorgaron.
Boca tuvo su mejor momento en los minutos que siguieron al empate. En un ratito pudieron concretar Delgado, Guillermo y Battaglia, en dos jugadas sucesivas, pero después se hizo humo y le regaló el partido a su adversario. Un ratito después de la expulsión de Battaglia, Bianchi sorprendió con el primer cambio: Takahara por Pérez. El equipo se quedó partido, con 4 en el fondo, 2 en el medio y 3 arriba. Belgrano se agrandó y cuando Serna entró por Gaitán encontró el segundo gol, con un toque de Gastón Martina. Con Boca lanzado desesperadamente al ataque no sorprendió el tercer gol, en una combinación que cerró el colombiano Quintana, casi sobre la misma raya de gol. Fue justicia.


schiavi gana en el salto, 
pero cabecea mal. 


takahara. jugo un ratito, mostro algo. se va triste, como todo boca. 

LA PRIMA DE RIQUELME
Millón y medio

En los próximos días, Boca jugará una nueva carta en la conflictiva relación con Juan Román Riquelme, ofreciéndole al volante un aumento considerable de su prima, de 250 mil a 1,5 millón de dólares �una cifra record para la institución�, para firmar un contrato por un año y así intentar retenerlo para el club, ya que su contrato venció en junio pasado y, de continuar jugando por el 20 por ciento, el futbolista se quedaría con el pase en su poder, en junio del 2003. Por otra parte, el club anunció que hará una reducción del 30 por ciento al presupuesto del fútbol (hoy es de 24 millones), lo que implicará una baja importante en los montos de las primas y premios por objetivos.
�En el transcurso de esta semana conversaremos con Riquelme y su representante para ofrecerle 1,5 millón de dólares anuales de contrato�, aseguró ayer el presidente del club, Mauricio Macri. El empresario ya había anunciado que iba a haber novedades al respecto y anticipado que Boca le pagaría a Riquelme �una cifra record en la historia de Boca�. Con esto, Boca intentará que Riquelme firme la renovación de su contrato y no tenga chances de quedarse con la totalidad de su pase. La última propuesta que Boca le había acercado a Riquelme fue de 850 mil dólares ��ser el mejor pago del plantel��, pero el volante no la aceptó y prefirió seguir cobrando los 250 mil de su contrato más el 20 por ciento que marca la cláusula específica del reglamento de la AFA. 
Por otra parte, Macri anunció que el comité de finanzas del club está estudiando para las próximas renovaciones de contratos aplicar una reducción importante en las futuras primas y también en los premios por objetivos. �Como consecuencia de la grave crisis por la que atraviesa el país, a la que no es ajena Boca, en la próxima renovación de contratos habrá una baja en los premios, que caerán drásticamente�, explicó Macri.


JORGINHO, MARTINEZ, SCHIAVI Y TAKAHARA
Día pésimo para debutar

Por Facundo Martínez

Boca mostró ayer en la cancha a los cuatro futbolistas que llegaron al club para reforzar el plantel, pero fue un debut demasiado raro para medirlos, porque el equipo que Carlos Bianchi paró ante Belgrano no permitió, de ningún modo, su lucimiento. En lo colectivo, ni Jorge Martínez (ex Independiente) ni Jorginho Paulista (ex Vasco da Gama) ni Rolando Schiavi (ex Argentinos) ni el japonés Naohiro Takahara (ex Iwata), que entró sobre el final, desentonaron con el resto del equipo, que tuvo una actuación opaca y demasiado errática. 
El japonés fue el último en entrar, faltando 15 minutos, y no pudo hacer mucho. Boca tenía diez jugadores �había sido expulsado Battaglia�, Bianchi sacó a Pérez y puso a Takahara; se quedó con tres delanteros, pero regaló el mediocampo, sin creativos, sólo con Traverso�Serna para la contención. Así las cosas, Belgrano cambió, se adueñó del medio, y el japonés quedó aislado arriba, esperando la pelota, que tardó varios minutos en llegar. Tres veces la tocó Takahara, en las dos primeras lo bajaron, en la última ilusionó con una gambeta en la que dejó pagando a dos cordobeses, hasta que no pudo con un tercero. Por ahora nada más... 
Entre los que arrancaron como titulares, al brasileño Jorginho se lo vio rápido en ataque, buen trato con la pelota, pero bastante flojo en la marca y desordenado en el regreso a su posición. Aunque dio el pase, de lujo, con el que Gaitán consiguió descontar (1�1). El caso de Martínez fue el más discreto. No pasó mucho al ataque y no fue claro en los pases, pero no cometió ninguna grosería mayor en la marca. En cambio, el Flaco Schiavi no anduvo bien en las pelotas aéreas y se equivocó mucho en los despejes, entregó casi todas a los rivales. Aunque se mostró firme en la marca, aguerrido y trató de empujar siempre al equipo hacia el arco rival. �Sé que tengo un grupo de jugadores interesantes e inteligentes. Esto recién empieza�, dijo Bianchi tras la derrota.

Modestamente 

En los dos tiempos, Boca arrancó como para matar y terminó revoleando manotazos desesperados.
Belgrano recibió constantes invitaciones para agrandarse y algunas aceptó. Con poco, consiguió una victoria inesperada que pudo haber sido más amplia.
El equipo de Bianchi estuvo 
quebrado porque no funcionaron los responsables de la creación: Gaitán y Pérez.
Un arquero atajó mucho; el otro, casi nada. 
El colombiano Quintana, 
autor del tercer gol, manejó a su equipo desde el carril derecho. 
Fue la figura.

Cancha: Boca. Arbitro: Oscar Sequeira. 
Goles: 25m Goux (B); 52m Gaitán (BJ); 35m Martina (B) y 40m Quintana (B). 
Cambios: 67m Priotti por Arce (B); 75m Takahara por Pérez (BJ), 77m Maldonado por Obolo (B), Serna por Gaitán (BJ), 90m Bordicio por Castillo (B). 
Incidencias: 64m expulsado Battaglia (BJ).

 

 

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