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CARRIO Y OCAÑA DICEN TENER OTRO DOCUMENTO CONTRA COLOMBO
“Es la prueba definitiva del engaño”

Tendrían una nota de la OA que informa que el jefe de Gabinete se había comprometido a elevar una denuncia contra el Grupo Yoma. No lo hizo.

Chrystian Colombo, actual jefe
de Gabinete, ex presidente del Banco Nación, en la mira de Carrió.

Por Felipe Yapur

Las diputadas Elisa Carrió (ARI) y Graciela Ocaña (Frepaso) aseguraron a Página/12 que ya está en sus manos la prueba que acredita que el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, ocultó información al Congreso. Se trata de una carta que envió el jefe de la Oficina Anticorrupción, José Massoni, al Banco Nación recordándoles a sus directivos que Colombo se había comprometido a realizar una denuncia penal contra el Grupo Yoma, pero no cumplió. Las legisladoras de la comisión antilavado están convencidas de que el funcionario hizo todo lo posible para evitar que quedara al descubierto que, cuando presidía el Nación, otorgó créditos a los Yoma a pesar de una auditoría interna que recomendaba lo contrario.
Con todos estos datos, la comisión remitió el martes pasado un extenso cuestionario a Colombo. Ayer, los miembros de la comisión recibieron solamente de la Jefatura de Gabinete una copia de la auditoría que ya obra en poder de los diputados. Esperan que la respuesta llegue hoy.
Para Ocaña, la carta de Massoni es “la prueba del engaño” de Colombo. En ella, el titular de la OA le pregunta al actual presidente del Banco Nación, Enrique Olivera, si ya “realizó la denuncia penal” contra los directivos del Grupo Yoma. Era el 20 de diciembre de 2000. Le recuerda que la razón de la denuncia se basaba en que los Yoma habían omitido al Nación información fundamental para poder acceder a créditos. No era un hecho menor, ya que ocultaron que los derechos crediticios provenientes de la recuperación de IVA por exportaciones que cedían a manera de garantía ya habían sido entregados al Macro Misiones por los períodos comprendidos entre marzo de 1998 y agosto de 2002.
Massoni le aclaró a Olivera que le preguntaba porque tenía interés en realizar el seguimiento de las actuaciones judiciales que en julio de 2000 la asesoría legal del BN le había anticipado a su oficina que promovería. Olivera reaccionó de inmediato y ordenó concretar la denuncia ante la Justicia, lo que ocurrió el 27 de diciembre.
Carrió y Ocaña sostienen que la misiva cierra el circuito del “engaño”. Este comenzó a descubrirse cuando la frepasista accedió a las conclusiones de la auditoría del BN que Colombo “ocultó” al Parlamento y que Página/12 publicó el domingo pasado.
En su oportunidad, los auditores concluyeron que “la atención crediticia brindada al Grupo Yoma excede con amplitud el riesgo a asumir con un cliente”. Es decir, dudaban de la capacidad operativa para generar ingresos que le permitan saldar la deuda. También dijeron que las garantías “eran insuficiente” porque “sólo cubrían el 41,8 por ciento de los créditos, donde casi la mitad de este total corresponde a prendas flotantes sobre cueros, las que por sus características legales no ofrecen un sólido respaldo a nuestra acreencia”. Así fue que las avales fueron considerados “nulos” porque los bienes ofrecidos sólo eran acciones en otras sociedades.
Pero hay un dato más. Ocaña, bautizada por Carrió como “la hormiguita” que pelea con “el oso malo”, como denomina a Colombo, tiene además en su poder un memo interno de la Asesoría Jurídica del Nación redactado el 11 de julio de 2000. Está remitido a Colombo como presidente de la entidad donde le detallan paso a paso la asistencia crediticia a Yoma SA.
En los tres primeros puntos se describen los préstamos otorgados al grupo que fueron utilizados para absorber el descubierto de la empresa. Destacan que Yoma SA omitió informar sobre la cesión de las garantías que habían realizado al Banco Macro Misiones –institución donde también se desempeñó el jefe de Gabinete– y le advierten a Colombo que la empresa había negado la posibilidad de que las garantías las tenga otra entidad.
A renglón seguido, el memorándum advierte que si se hubiera tenido conocimiento de la existencia de la cesión anterior, “el Banco podría no haber aceptado la garantía ni acordado las tres asistencias crediticias” y recomienda formular una denuncia judicial. Pero en el último apartado, destaca que los abogados Sergio Rodríguez y Juan Carlos Duré comunicaron que el 10 de julio de 2000 Massoni había decidido radicar la denuncia por el delito de estafa salvo que la hiciera el Nación.
La asesoría legal del BN agrega un párrafo final que Ocaña considera otro dato clave en “la maniobra de ocultamiento”: “En el día de la fecha, conforme a las instrucciones recibidas, puse en conocimiento de dichos funcionarios (Rodríguez y Duré) que esta institución (el Banco Nación) promoverá la pertinente actuación ante la justicia”. Denuncia que se concretó recién cuando asumió Olivera.
Ayer, los miembros de la comisión antilavado esperaron en vano la respuesta de Colombo.

 


 

SEBASTIANI FUE A DECLARAR EN UNA CAUSA POR COHECHO
Sobres a cambio de patentes

Por Adriana Meyer

Dos testigos habían declarado que “se jactaba de haber sido uno de los que repartieron 25 millones en coimas para sacar una ley de patentes favorable a la industria farmacéutica argentina”. Pero el diputado menemista Claudio Sebastiani lo negó ayer cuando fue indagado por el juez Jorge Ballestero, acusado de “cohecho pasivo”, y calificó la denuncia como un “disparate”. La comisión parlamentaria que preside la diputada Elisa Carrió posee documentación referida a cheques que habría cobrado otro testigo del caso, pero los fiscales Carlos Rívolo y Claudio Navas Rial aún no recibieron esos papeles.
La investigación por las presuntas coimas cobradas por legisladores en el trámite de la Ley de Patentes Medicinales estuvo archivada hasta que el año pasado, en pleno escándalo por el caso de los sobornos en el Senado, el periodista norteamericano Martín Andersen ofreció su testimonio a través de las páginas de este diario. El ex corresponsal de Neewsweek y de The Washington Post aseguró que la confesión de Sebastiani se produjo en junio de 1999 en un café de la Recoleta. “Se barajaron cifras, se llegó a hablar de 70 millones hasta que Sebastiani afirmó que habían sido 25. Ante la insistencia dijo en un tono jactancioso ‘me van a decir a mí que yo fui uno de los cinco tipos de hicimos los sobres’”, afirmó el ex concejal demócrata Roberto Azzareto, otro de los testigos.
Durante su declaración indagatoria, Sebastiani reconoció que el encuentro existió pero negó que se haya hablado del tema de las patentes. El diputado calificó a Andersen como un “servicio” de inteligencia norteamericano que pretendía que él le enviara un mensaje al entonces presidente Carlos Menem para que tratara de impedir el acercamiento de los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez, y de Cuba, Fidel Castro. Según Sebastiani, hablaron de la incidencia que podía tener la interna del Partido Justicialista en la re-reelección de Menem, un tema que supuestamente era de interés del periodista norteamericano.
Por otra parte, Hernán López Bernabó declaró que no sabía nada. Sin embargo, en el preinforme de Carrió aparece como presunto beneficiario de una transferencia de 4 millones de dólares hecha por un importante laboratorio nacional.

 

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