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RESPUESTA AL INTERROGATORIO DE LA COMISION CARRIO
Las explicaciones de Colombo

El jefe de Gabinete envió una nota de siete carillas. Explica que su gestión evitó perjuicios al Banco Nación y que no omitió informar a la Cámara. Según Ocaña, sigue sin decir la verdad.

Chrystian Colombo, jefe de Gabinete, envió su respuesta directamente al presidente de la Cámara.

Pocas horas después de que venciera el plazo impuesto por la comisión investigadora sobre lavado de dinero, Chrystian Colombo respondió el cuestionario que le remitiera este cuerpo el martes pasado. El jefe de Gabinete negó haber favorecido al grupo Yoma cuando presidió el Banco de la Nación Argentina (BNA).
En la comisión aseguran desconocer el textual contenido de la respuesta. Lo que pasó es que la respuesta llegó directamente al presidente de la cámara, Rafael Pascual. Trascendió que en siete carillas, el funcionario responde a las preguntas que le envió la comisión que preside la radical disidente Elisa Carrió. Estas se redactaron en base a la denuncia que realizó otra de las integrantes del cuerpo, la frepasista Graciela Ocaña.
En su oportunidad, la legisladora aseguró que durante la gestión de Colombo al frente del BNA, otorgó 10 millones de pesos de crédito a los Yoma a pesar de que una auditoría interna le recomendaba lo contrario y de que existía, además, el compromiso ante la Oficina Anticorrupción de presentar una denuncia penal por estafa contra la empresa en cuestión. Ocaña asegura que Colombo “engañó” al Congreso cuando en abril de este año cuando dijo que la auditoría se trataba de un borrador. Ante esto, la comisión antilavado le remitió un cuestionario. Tenía plazo hasta ayer las 14. Trascendió que la respuesta llegó hacia el final del día.
En síntesis, Colombo dijo que el otorgamiento de avales a los Yoma para el cobro de reintegros fiscales de la AFIP, se realizó luego de que se implementara un fideicomiso, se caucionaron las acciones de las empresas Yoma. Como consecuencia, expone, cuando vencieron los avales, “no sólo no se verificaron perjuicios sino que el BNA pudo cobrar importes adeudados. Tampoco sufrió perjuicios la AFIP”.
En cuanto a la omisión de denunciar a los directivos de Yoma SA, Colombo dijo que desde que llegó al Nación dispuso “investigar exhaustivamente” la situación crediticia del grupo empresario en cuestión, y ordenó “activar los mecanismos que permitan el cobro de esa deuda”. Explicó que las investigaciones de la comisión de riesgo crediticio del banco comenzaron en enero de 2000 y concluyeron recién en noviembre. Según reza la carta, mientras Colombo fue presidente, esta comisión “no se expidió sobre este tema”. Agregó, además, que el área legal del Banco recién determinó la existencia de una supuesta estafa el 13 de noviembre, un mes después que abandonara su puesto para hacerse cargo de la Jefatura de Gabinete.
Dice Colombo que el dictamen consideró que técnicamente “no correspondía formular una denuncia adicional” porque “ya existía una investigación previa en curso”, en la cual se investigaba “la totalidad de los créditos” y en donde el BNA había “aportado toda la documentación disponible”.
Respecto del ocultamiento de información ante el Congreso que le endilgan Carrió y Ocaña, el jefe de Gabinete señaló que por pedido suyo, el actual titular del Nación, Enrique Olivera, informó que el directorio del banco recién aprobó el informe definitivo de la auditoría en mayo de 2001 y que fue remitido al juzgado varios días después. Indicó que, al momento en que fue pedida dicha información sobre la auditoría por el Congreso, Olivera “informa que el Banco remitió el informe Preliminar disponible sin conclusiones, ya que el Comité de Auditoría consideró, el 10 de octubre de 2000, que debía realizar una ampliación del alcance”.
Enterada de la carta, Ocaña aseguró a Página/12 que Colombo responde sin tomar en cuenta el memorándum del 11 de julio de 2000. El memo de la asesoría jurídica –cuyo contenido reveló este diario el jueves– donde le recordaban una orden que había emitido para denunciar a los Yoma por estafa. “Nada dice de ello –se quejó la frepasista– y mucho menos que mientras recibía esa información, le concedía al Grupo Yoma un nuevo crédito por diez millones de pesos”. Ocaña agrega que en enero de 2000, la misma asesoría jurídica le había informado sobre la existencia de méritos suficientes para accionar judicialmente “pero la estrategia de Colombo era pedir siempre una ampliación de la investigación. De esta forma dilataba una decisión que recién tomó su sucesor. Es obvio que nunca los quiso denunciar porque quería salvarlos”.

 


 

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE
Mary pide renuncias

Mary Sánchez, la ex directora del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), eligió la carta abierta como el mejor instrumento para solicitarle al presidente Fernando de la Rúa la renuncia del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. La ex titular del INAES fundamenta su pedido en que el funcionario conoce a quienes la perjudicaron cuando estuvo al frente del organismo que controla las mutuales, con falsas denuncias de corrupción que involucraron a uno de sus hijos.
Sánchez le dice al Presidente que “para usted sea quizá una osadía de mi parte o tal vez un atrevimiento si me considera una simple docente, o una ex funcionaria de su gobierno, que en la más absoluta soledad enfrentó a una mafia integrada por funcionarios, punteros políticos, financieras y bancos, protegidos por el ex presidente del Banco Central y las autoridades de la ANSeS, que estafan a miles de jubilados de todo el país”. Señala que “estos mismos señores ya habían comenzado a crear cooperativas de crédito en noviembre del año pasado. Sólo les importa recaudar para poder seguir abusando de los abuelos”. Advierte que Colombo “sabe quiénes son y cómo actúan de pantalla del capital financiero improductivo en la Argentina”. Pero Sánchez va más allá y le recuerda a De la Rúa que en su oportunidad ella le dijo que detrás de estos negocios “había gente de su partido”.
“Usted –continúa Sánchez– no puede seguir ignorando lo que pasa. Espero que Colombo tenga por lo menos, a pesar de los poderes que representa, la dignidad que yo tuve para presentar la renuncia a pesar de que mi nombre no figure en ninguna causa judicial”.
Por último, se despide recordándole a De la Rúa que “tengo la autoridad moral para escribirle esta carta. No cejaré en luchar por lo que creo, intentando reparar ante la sociedad y en particular ante los docentes, el haber sido parte del engaño y frustración que significó la Alianza”.

 

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