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Por Diego Schurman
 Carlos Menem no había salido de su asombro por el atentado a las Torres Gemelas cuando Oscar Salvi le anticipó la mala nueva.
�Va a haber un fallo sobre el pedido de excarcelación.
La cara del abogado decía todo. Pero el ex presidente igual se quiso sacar la duda.
�¿Y vos qué esperás?
�Al ser una resolución anticipada seguramente será para rechazar nuestro pedido �se sinceró.
No pasaron muchos minutos cuando la Cámara Federal confirmó su presagio. Con un profundo silencio, Menem digirió la noticia.
Para el ex mandatario fue un día atípico. Estuvo lejos de la rutina de la gimnasia y la lectura. Tenía su cuerpo olvidado en el living y sus ojos clavados en la CNN en Español. No se respiró el mejor clima en Don Torcuato. En ninguno de los dos sentidos. El frío matinal obligó a Menem a protegerse en una camperita, aún en los lugares más cálidos de la quinta. La pésima noticia que le acercó su abogado le congeló la mirada en la pantalla de televisión.
Como todos, se impresionó con las imágenes del boeing incrustándose en uno de los rascacielos más famosos del mundo. Hubo, incluso, un intento de debate sobre la seguridad de los países hasta que Menem abortó esa posibilidad. �Contra la locura no hay acción preventiva que valga�, dijo, en privado. En público, y en documentos partidarios, manifestó su �pesar� por los atentados. Y los condenó.
Salvi alternó consideraciones con largos sorbos de café. Y sólo interrumpió el diálogo en un par de oportunidades: una de ellas para escuchar por su celular la base argumental del fallo de la Cámara.
�¿Y qué tenemos ahora?� le preguntó en un momento Menem, ya recuperado de la mala noticia
�Tenemos Casación, y después la Corte �dijo el abogado sobre el próximo destino de la apelación.
La duda por la línea discursiva hacia �afuera� de Don Torcuato quedó despejada cuando el propio Salvi habló a los medios. Palabras más, palabras menos, dijo que el ánimo de Menem era el mismo de siempre ya que el fallo nada tenía que ver con el fondo de la cuestión. Es decir, la Cámara no confirmó si Menem es jefe de una asociación ilícita que vendía ilegalmente armas al exterior.
Salvi no fue él único que intentó bajar el tono al fallo: el senador Eduardo Menem también definió la noticia como �previsible�. Y sus hijos, integrantes del equipo de defensa del ex presidente, hicieron lo propio. �Estamos totalmente en desacuerdo, pero era de esperar. Es que si se excarcela a Menem por un delito que no es excarcelable se corre el riesgo que al otro día se presenten cinco mil recursos iguales. Y así puede colapsar el sistema judicial�, señaló Martín Menem.
Su hermano Adrián, un asiduo concurrente a la quinta de Armando Gostanian, optó por transitar el terreno de las sensaciones. �Así como no hubo algarabía cuando el lunes descubrieron que las cuentas que Elisa Carrió adjudicó a Menem no existían, ahora tampoco hay tristeza por esta medida. Es, simplemente, una medida más�.
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