Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

KIOSCO12

norteamerica en guerra

OPINION
Retrocedieron los Estados
Por Edward Luttwak.

Una de las cosas que no funcionó fue la seguridad en los aeropuertos. La deficiencia del funcionamiento del sistema se debió al hecho de que los servicios no son administrados directamente por el Estado sino concesionados, siguiendo el criterio del outsourcing �en otras palabras, la tercerización�. Este consiste en que para proveerse de bienes y servicios las compañías prefieren dirigirse al exterior antes que producirlos directamente. 
El Estado americano �como, por otra parte, las empresas italianas� compra el servicio de seguridad en los aeropuertos en vez de contratar directamente, en sus propias reparticiones, personal destinado a esta actividad.
Como es sabido, en todas las compañías concesionarias los salarios son por lo general muy modestos, mucho más modestos que en las grandes empresas y en el sector público. Por lo tanto, este outsourcing (tercerización) permite un gran ahorro. A los empleados de las compañías que brindan el servicio de seguridad se les paga en general sólo el minimum wage, esto es, el patrón mínimo fijado por ley para los salarios. 
Ahora bien, los trabajadores a los que se toma por esa paga y en esas condiciones de trabajo son muy poco calificados y están muy poco motivados. Por eso, brindan servicios de seguridad poco eficientes. Y esto puede haber favorecido el éxito de la acción terrorista. Otro factor que interviene es que, en gran medida, estos trabajadores son inmigrantes, gente que está forzada a aceptar empleos inseguros, mal pagos, sin ninguna defensa sindical. El outsourcing, sobre todo en el sector estatal, también tiene la función de oponerse a los progresos de la organización sindical, que en los últimos años había comenzado a desarrollarse en este sector ocupacional.
Declaraciones de Edward Luttwak, especialista norteamericano en estrategia militar y autor de Turbocapitalismo, a la televisión italiana, comentadas por Enrico Pugliese en Il manifesto.


 

PRINCIPAL