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Citarán a Manusovich en el oscuro
negociado con los monotributistas

El juez Cavallo allanó la obra social de los trabajadores de
obras sanitarias y a su vez reunió pruebas contra el titular de Fedecámaras.

El titular de Fedecámaras, Rubén Manusovich. Pasó de denunciado
a imputado en la causa por coimas.

Por Adriana Meyer

La Justicia determinó que habría elementos suficientes para llamar a indagatoria al presidente de Fedecámaras, Rubén Manusovich. Sin embargo, esto no ocurrirá hasta que se agote la investigación sobre el resto de los imputados. A partir de una orden del juez federal Gabriel Cavallo fueron allanadas las oficinas de la obra social de los trabajadores de obras sanitarias (Osfentos), cuyas autoridades estarían implicadas –al igual que Manusovich– en un negociado con el dinero que aportan los monotributistas para su cobertura de salud. Una cámara oculta ordenada por el juzgado mostró al titular de Osfentos, Juan Carlos Marteletti, explicándole a Manusovich que “hay que recaudar un millón de pesos para (Rubén) Cano”, es decir el superintendente de Salud.
En julio de 1999, Fedecámaras, la entidad que nuclea a pequeños y medianos empresarios, pidió la inscripción de una obra social propia, pero como no podía dar cobertura en el interior acordó hacerlo a través del sindicato de Obras Sanitarias. Entre abril y diciembre del año pasado a unos 100 mil monotributistas les descontaron 20 pesos mensuales. La AFIP ordenó a la Superintendencia de Salud que lo deposite a cuenta de 45 mil personas que pasaron a ser afiliados “a dedo”. Ninguno de ellos recibió prestación alguna a cambio de ese descuento. El dinero recaudado sumó 5,5 millones de pesos y fue depositado en el Banco Nación. La obra social de los sanitarios habría cobrado 3,5 millones de esa cuenta por una prestación que no brindó. El resto fue retirado por el presidente de Fedecámaras a través de un cheque certificado. Manusovich acusó a Cano y al secretario general de los sanitarios, Rubén Pereyra, de presionarlo para quedarse con esos 5 millones. A su vez, los tres lo acusaron a él de pretender apropiarse del dinero de Fedecámaras. Cavallo unificó ambas causas y todos pasaron a ser imputados de presunta defraudación a la administración pública.
Funcionarios judiciales secuestraron en Osfentos el contrato suscripto el 31 de marzo de 2000 por el cual esa obra social recibía de Fedecámaras el 90 por ciento de lo recaudado por las afiliaciones. También se llevaron 116 legajos de los afiliados a los que Osfentos dice haber prestado atención médica. Los investigadores llamarán a declarar a las personas a las que pertenecen esos legajo y a los prestadores de Osfentos para determinar si esas prestaciones existieron. Buscan establecer las responsabilidades de Pereyra y Marteletti, y recién después los citarían a declarar junto con Manusovich. Una testigo que trabaja en la oficina donde supuestamente Fedecámaras tenía la obra social aseguró que no conoce a Manusovich y que en ese lugar no funciona nada relacionado a la entidad que preside. En los próximos días serán interrogados funcionarios de la AFIP que deberán explicar la designación de 100 mil monotributistas como beneficiarios de esta virtual obra social. Cano, su jefe el ministro de salud Héctor Lombardo y hasta el presidente Fernando de la Rúa fueron mencionados en una cámara oculta. Pero para la Justicia no es prueba suficiente, salvo que algún imputado repita esos nombres ante el juez.

 

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