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Por privatizar la EPEC, De la
Sota sale a cazar gremialistas

Impulsada por el gobierno, la Justicia cordobesa pidió la captura de toda la cúpula del gremio de Luz y Fuerza,
que se opone a la privatización. Exhumaron una causa sobre supuestas irregularidades en la farmacia sindical.

Empleados de la EPEC protestaron ayer frente a la sede gremial, allanada por la policía de Córdoba.

Por Mónica Gutiérrez
Desde Córdoba

La orden de captura contra la cúpula del gremio de Luz y Fuerza y el allanamiento que la Justicia realizó ayer en la sede sindical terminaron por enardecer a los empleados de la empresa de energía de Córdoba (Epec) que se oponen a la privatización. El afán del gobierno provincial por neutralizar las protestas que los trabajadores realizarán el lunes y el martes llevó a la Justicia a activar sorpresivamente una causa por irregularidades en la farmacia del gremio y en ese marco ordenó las detenciones de Lorenzo Racero, Santiago Clavijo, Juan Medina y Jorge Molina Herrera. Antes, y por sus declaraciones en un acto público, buscaban a Juan Leyría, quien todavía no se presentó a los Tribunales. La orden de detención incluía el lugar de destino: la cárcel de Bouwer, en las afueras de la ciudad, para que los compañeros de los dirigentes no protesten frente a las sedes céntricas de la policía.
El martes se recibirán las ofertas privadas y se abrirá el sobre del primer candidato. El acercamiento de los plazos previstos para la privatización de la Epec reactivó las protestas de los lucifuercistas y también el intento oficial por desactivarlas. Fuentes de la fiscalía de Gustavo Sandoval –el funcionario judicial que lleva todas las causas que le importan al gobierno– aseguraron a este diario que hubo una orden de encontrar en las causas pendientes donde estaba involucrada Luz y Fuerza, motivos para detener a los dirigentes y señalaron a Domingo Carbonetti, fiscal de Estado de De la Sota, como el operador oficial. A tal punto, que en la fiscalía de Sandoval se trabajó de madrugada para poder dar respuestas. Y el viernes las encontraron: desempolvaron una denuncia de octubre de 1999 donde el ex presidente de la obra social del gremio acusaba a los dirigentes de “vaciar” la farmacia sindical.
Horas antes, Juan Leyría, secretario adjunto del sindicato, había afirmado públicamente que “antes de entregar la empresa, vamos a quemarla”; lo que le valió la imputación de “coacción calificada” por parte del mismo fiscal y una orden de captura que aún no se concretó, a pesar de los numerosos procedimientos que hizo la policía provincial.
La farmacia y otras dependencias fueron objeto de allanamiento en las primeras horas de ayer hasta que, al mediodía, la Justicia llegó a la sede central de Luz y Fuerza con la misma orden. Una improvisada asamblea de empleados y la presencia del abogado del gremio, Miguel Ortiz Pellegrini, impidieron que se completara el procedimiento en las oficinas cerradas con llave. Ortiz Pellegrini se comprometió con el fiscal Sandoval a entregarle la documentación relacionada con la causa en las próximas horas. De los cinco dirigentes buscados, sólo Molina Herrera pudo ser detenido el viernes a la noche, mientras Racero, Clavijo, Medina y Leyría permanecían prófugos.
El operativo desplegado para detener a los dirigentes era muy importante hasta las últimas horas de anoche y abarcaba toda la provincia. “El gobierno quiere impedir la movilización y ahora consiguió todo lo contrario. Nos van a tener que meter en cana a todos para evitarlo”, declaró Carlos Suárez, el dirigente que quedó al frente del sindicato. Los empleados están de paro hasta las 24 de hoy y mañana por la tarde se movilizarán con el apoyo de la Federación Universitaria (FUC), la CTA y docentes universitarios, entre otras organizaciones que anunciaron su adhesión. La protesta alcanzará su máxima expresión el martes, cuando se abran las ofertas.
Por decreto y a último momento, el gobernador decidió que el estado cordobés conservará el 20 por ciento de las acciones de la EPEC y que aceptará que el canon anticipado se pague con certificados de cancelación de deuda hasta en un 70 por ciento de su valor. En el mejor de los casos,ingresarán a las arcas provinciales 100 millones de pesos y otros 240 en bonos.

 

OPINION
Por Santiago Clavijo *

De la Sota: no nos deje sin EPEC

Las últimas medidas adoptadas por el gobierno provincial marcan el empecinamiento y las dificultades por las que atraviesa el proceso de privatización de la EPEC.
Los allanamientos a domicilios de dirigentes de Luz y Fuerza, el libramiento de órdenes de capturas, la presión sobre los fiscales para que “armen” causas penales contra quienes se oponen a las privatizaciones en Córdoba, según lo manifestado por el diario La Voz del Interior, no van a servir para que la situación económica cambie, y es esta última la responsable de que la privatización de EPEC no sea posible.
Más allá de cualquier debate, a favor o en contra de la privatización, lo cierto es que la realidad del actual momento económico indica que no existe una privatización en condiciones mínimamente favorable para la provincia de Córdoba; por el contrario, ha quedado en claro que sólo participarán empresas extranjeras si lo que se ofrece es un regalo.
Es esta situación la que obligó al gobierno provincial a modificar vía decreto las condiciones establecidas en los pliegos de licitación, nada más y nada menos que en lo referente al porcentaje de venta de la EPEC (ahora se vende sólo el 80 por ciento), y a la aceptación del pago del canon adelantado con títulos de la deuda provincial (hasta un 70 por ciento). Y todo esto a sólo días de la apertura de los sobres que contienen las ofertas.
¿No es esto desconocer los derechos de empresas que resolvieron no participar por las condiciones que ahora son modificadas?, ¿cómo sabe el gobierno que de esa manera sí habrá interesados?, ¿acordó con ellos la modificación a los pliegos?, ¿dónde quedan los principios declamados de respeto a la competencia, la transparencia y la imparcialidad de los procesos licitatorios?
¿El gobernador De la Sota está dispuesto a regalar la empresa provincial o a estrellarla, antes que cambiar el rumbo?
¿Algún fiscal actuará de oficio para saber si existieron violación a los deberes de funcionario público con estas modificaciones a los pliegos?, ¿investigarán si no se viola la Ley de Defensa de la Competencia?, ¿el Poder Judicial ordenará la suspensión del proceso licitatorio hasta tanto se aclaren estos puntos?
No somos delincuentes, no somos estafadores, por la sustracción de fondos de la Farmacia Sindical desde la obra social están imputados desde el mes de mayo tres directivos de la obra social. Paradójicamente, la imputación la realizó el propio Fiscal Sandoval a raíz de una denuncia presentada por mí. El fiscal sabe quién es quién.
La privatización de EPEC no existe, y es el empecinamiento del gobierno provincial por forzar una privatización que no es posible, lo que está haciendo colapsar no sólo a EPEC, sino también a las instituciones y a la convivencia democrática en nuestra provincia.
Doctor De la Sota, la autoridad no se demuestra encarcelando y “poniéndose firme” con dirigentes sindicales o ciudadanos comunes, sino plantándose frente a los poderosos en la búsqueda de alternativas que no contemplen al ajuste y a la privatización como la única solución a los problemas de la provincia y el país.

* Dirigente de Luz y Fuerza-Córdoba

 

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