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DINAR LINEAS AEREAS

EL RIESGO PAIS VOLO POR ENCIMA DE LOS 2000 PUNTOS. REACCION CONTRA CAVALLO
En la city ven el default muy cerca

El improvisado anuncio de Domingo Cavallo de una inminente reestructuración de la deuda precipitó un derrumbe de acciones y títulos públicos. Los banqueros están sorprendidos por la jugada del mediterráneo, puesto que evalúan como muy lejana la posibilidad de concretar esa operación.

Por Claudio Zlotnik

El improvisado anuncio de Domingo Cavallo de reestructuración de la deuda tuvo su respuesta en los mercados: el riesgo país superó la barrera de los 2000 puntos. Así, recuperó el primer lugar en ese desalentador ranking de los peores países para invertir en activos financieros. El indicador voló hasta el record de 2003 puntos, con una suba del 9,9 por ciento, y la Argentina superó a Nigeria por 18 puntos. A su vez, las acciones cayeron el 8,7 por ciento, y la tasa de interés interbancaria en pesos describió un salto al 25 por ciento anual. La tormenta financiera incluyó retiro de depósitos ante el temor de los pequeños ahorristas a un agravamiento de la crisis. Este cuadro preocupante da cuenta de la falta de credibilidad que Cavallo despierta entre los financistas, y que el mediterráneo acentuó con “el increíble” anuncio de reestructuración, como lo definió un banquero. En la city están convencidos de que el ministro hizo una nueva fuga hacia adelante y que anunció como segura una operación de canje de la deuda global que recién ahora empezará a negociar. “O nos está mintiendo –de hecho no hay ningún acuerdo cerrado con los organismos internacionales– o está pensando en una reprogramación compulsiva. En cualquier caso, el dato es negativo”, señaló un importante banquero a este diario. A la noche, con los mercados ya cerrados, la respuesta del ministro intentó recuperar algo de la confianza perdida. “Las próximas medidas económicas honrarán la confianza de los tenedores de bonos y los que han invertido en Argentina”, dijo.
Según dijo a Página/12 un miembro del equipo económico, el objetivo de Cavallo es obtener 3000 millones de dólares prometidos por el Fondo Monetario y otros 4000 millones de parte del BID y del Banco Mundial. Esos 7000 millones servirían tanto para garantizar nuevas emisiones de deuda a tasas más bajas como para recomprar bonos en el mercado aprovechando que están a precios de remate. Sin embargo, aun cuando el acuerdo con los organismos se concrete rápidamente, la fuente admitió que “la negociación con los acreedores podría demandar un año”.
La reestructuración de la deuda se ha convertido en el eje central de la economía argentina. En medio de la depresión económica y la desconfianza de los inversores, la posibilidad de un default se hizo cada vez más evidente. Según lo previsto por el gobierno de los Estados Unidos, la única forma de hacer viable a la economía sería reprogramando los vencimientos y abaratando los costos de la deuda. Para lograr el apoyo de la administración Bush y de los organismos, Cavallo se comprometió a cumplir la regla del Déficit Cero. Por cierto, una condición casi imposible de lograr en el marco de una recesión.
Para acercarse a la meta, el ministro apostó por un fuerte ajuste en las provincias. Y a un recorte de más de 3300 millones en el Presupuesto 2002. Pero el diálogo con los mandatarios del interior terminó en escándalo y Cavallo eligió empezar la semana poniendo a la deuda como el tema central de la política económica: aseguró que en poco tiempo se pondría en marcha la reestructuración. La falta de elementos para suponer que la operación se concretaría de manera voluntaria terminó en un Lunes Negro en los mercados. “Interpreto que anunció el default pero poniéndole otro nombre”, destacó un banquero a este diario. El peor momento de la jornada fue cuando, al final de la tarde, se conoció la renuncia del subsecretario de Financiamiento, Julio Dreizzen, uno de los negociadores del ministro frente a los bancos y el Fondo (ver página 4). A las cinco de tarde, el riesgo país subió hasta los 2016 puntos. Una hora más tarde, cerró en los 2003.
Lo cierto es que en la city no creen que Cavallo tenga un as en la manga. Más bien, los financistas suponen que después del fracaso con los gobernadores, el ministro se jugó a anunciar un inminente canje de la deuda, tanto local como internacional, que despeje las dudas sobre un default. Pero la realidad es que las conversaciones con el FMI recién están en los inicios y, en la plaza local, los bancos se muestran muyresistentes a convalidar el juego que les propone el mediterráneo y aceptar una quita de la deuda.
En el mejor de los casos, los 7000 millones que pondrían a disposición los organismos internacionales no parecen ser suficientes para cambiar el perfil de la deuda. Y que haría falta garantizar las nuevas emisiones a tasas más bajas con la recaudación impositiva, un atajo que en su momento fue rechazado por el Congreso. En el Palacio de Hacienda aceptan esa hipótesis. Los colaboradores de Cavallo sostienen que aquellos 7000 millones servirían para aliviar la carga de una parte pequeña de la deuda, y que por ese motivo subsistirían los temores de los inversores a que la Argentina caiga en cesación de pagos. Ante la desconfianza, las tasas de interés caerían, pero no lo suficiente para que la economía reaccione. Más aún, los operadores ven cada vez más cerca el default, teniendo en cuenta que el FMI destinaría un paquete de 15 mil millones a México, en una suerte de cordón sanitario, ya instrumentado para Brasil, para aislarlo de una cesación de pagos de Argentina.
Por eso, cerca de Cavallo están convencidos de que la suerte de la economía irá de la mano de los acuerdos políticos. La cuestión política estuvo presente en las conversaciones con la misión del FMI que anoche volvió a Washington. Puntualmente, en torno del Presupuesto 2002 –que deberá mostrar un ajuste de 3370 millones–, afectando áreas sensibles como la educación y el gasto social. También alrededor de una eventual ley para garantizar la deuda con la recaudación.
En medio de la crisis, los cavallistas ya diseñan el próximo paso: volver a presionar a los gobernadores para firmar el acuerdo de ajuste con la Nación. Esta ha sido el arma elegida por el Gobierno para espantar a los especuladores. Lo que no quitó que muchos fondos especulativos, denominados “fondos buitres”, hayan comprado bonos argentinos a la espera de la declaración del default para ir a reclamar los pagos a la Corte estadounidense. Pero Cavallo se opone a la dolarización, quejándose de las misiones que realizó el asesor íntimo de Fernando de la Rúa, Fernando de Santibañes, en Estados Unidos en ese sentido. Como antecedente para los “talibanes” liberales que acompañan en esa cruzada de Santibañes, Roque Fernández y Pedro Pou, vale la experiencia de Ecuador. Ayer el riesgo de ese país andino –que dolarizó hace un par de años– llegó a los 1600 puntos.


DEFAULT PARCIAL DE LA DEUDA
Chaco no pudo pagar

Algunos financistas se acordaron de Itamar Franco, gobernador de Minas Gerais, que a fines de 1998 declaró la moratoria de la deuda de su estado, acelerando la crisis brasileña, que desembocó en la devaluación del real a mediados de enero del año siguiente. Pero otros apuntaron que Argentina está virtualmente en cesación de pagos y que otras provincias también incumplieron (Corrientes y Formosa) en este año. Por lo tanto, el default de su deuda dispuesto por Chaco no tendrá el “efecto Itamar Franco”. El gobernador de la provincia, Angel Rozas, explicó que decidió postergar el pago de amortizaciones de dos bonos para poder abonar los salarios de los empleados públicos. Y pidió “paciencia” a los inversores para hacer frente a esas obligaciones.
Rozas fue el primer gobernador aliancista que adopta tal decisión en medio de una crisis de confianza en la política económica nacional.
Rozas sostuvo que los inversores “deben comprender que no puedo dejar de pagar salarios o de comprar medicamentos y seguir abonando el capital, aunque sea legítimo hacerlo”. “Los que más tienen deben tener un poquito de paciencia”, dijo, el mandatario radical, que aspira a ser Presidente de la Nación y a conducir la UCR.
El gobernador aclaró, no obstante, que su gobierno resolvió “dejar de pagar el capital, no los intereses”, y responsabilizó a Cavallo, por la falta de fondos para hacer frente a esas obligaciones financieras. El viernes pasado, la administración provincial comunicó a la Bolsa de Comercio la postergación del pago de la amortización correspondiente a los bonos Chaqueños de Consolidación II en dólares, que vencían el próximo miércoles 31 de octubre. Las autoridades de la Bolsa suspendieron entonces la cotización de los dos bonos.
Chaco comunicó que no podemos afrontar los cuatro millones de pesos mensuales de amortización del capital de nuestros bonos, pero se comprometió a seguir pagando los intereses. El secretario de Financiamiento chaqueño anunció que se difería el pago de la amortización de los títulos, abonando sólo en la fecha prevista los servicios de renta número III de la primera serie y número II de la segunda.

CONFESION DE LA BANCA
“Es un inventoo es compulsivo”

Por Raúl Dellatorre

Uno de los principales banqueros locales, con aceitados contactos en el Gobierno, expresaba ayer su asombro por las manifestaciones públicas del ministro de Economía, Domingo Cavallo. “Está hablando de un canje de deuda del que ningún banco extranjero ni ningún fondo de inversión está enterado”, señaló el financista en diálogo con Página/12. “¿Cómo esperaba que lo interpretara el mercado? La lectura que se hace afuera es que o está inventando algo que no tiene, o está preparando un canje compulsivo; en cualquier caso, no es una noticia muy tranquilizadora para un inversor”.
Los demás elementos en danza tampoco ayudan a inspirar confianza entre los inversores, según las impresiones transmitidas por uno de los “market makers” de la plaza local.
–El gobierno de Estados Unidos fue el primero que alentó una reprogramación de la deuda. ¿Por qué la actual desconfianza?
–La designación de Jacob Frenkel (ex titular del Banco Central de Israel, consejero de Merrill Lynch) no es una buena señal, no representa al mercado americano; tampoco sirven los apoyos institucionales si no están acompañados de un compromiso de aportar fondos. Cavallo ya tendría que haberse sentado con los diez inversores más importantes para conversar el tema. ¿Qué sentido tiene decir “el Tesoro de Estados Unidos nos apoya” si eso no significa que esté poniendo plata? La impresión que transmiten en Economía cuando hablan del canje es que están desesperados y no tienen nada.
–¿La renuncia de Julio Dreizzen (hasta ayer subsecretario de Financiamiento) está emparentada con este manejo del tema del canje de deuda?
–El se quiere ir prácticamente desde que se fue (José Luis) Machinea (ministro hasta los primeros días de marzo). Ya estuvo a punto de dejar el cargo, ya con Cavallo en Economía, cuando se lanzó el plan de Déficit Cero. Dreizzen no está de acuerdo con esta forma de plantear el canje de deuda, y no puede seguir en el cargo cuando se avanza sin habérsele requerido siquiera la opinión. Aunque el momento político no parezca el más oportuno, los hechos objetivos vienen dados como para retirarse ahora.
–¿Estos ruidos también afectan el canje de deuda interna (con AFJP y bancos) de las provincias?
–Está todo muy mezclado, pero fundamentalmente porque Economía mantiene una postura de “a todo o nada”. Hoy (por ayer) hubo una reunión de banqueros en la Secretaría de Finanzas para tratar de acordar una refinanciación de las deudas provinciales, pero terminó como en el juego del teléfono descompuesto: nadie entiende el mensaje del otro. Economía no varió su postura de refinanciar toda la deuda al 7 por ciento sin ningún tipo de compensación. Va a ser muy difícil llegar a un acuerdo. Todo está muy complicado.
–¿Cavallo puede seguir como ministro en este clima?
–Estamos frente a una persona que nunca va a renunciar y un Presidente que nunca echó a nadie. Esta situación corre riesgo de eternizarse con un deterioro persistente.

¿REESTRUCTURACION A LA FUERZA DE LA DEUDA?
Cavallo, un misterio hasta para De la Rúa

Por Martín Granovsky

¿Qué quiere Domingo Cavallo? ¿En qué consiste su plan de renegociar la deuda pública argentina? Si usted anoche figuraba entre los que ignoraban las dos respuestas, no se preocupe: estaba en compañía de Fernando de la Rúa. También para el Presidente los vericuetos de la cabeza de su ministro de Economía eran un misterio insondable. Y naturalmente el enigma era compartido de allí para abajo. Ignoraban los planes de Cavallo los ministros, los secretarios de Estado, los negociadores financieros e incluso los banqueros. Lo ignoraban los senadores, los diputados, los intendentes, los concejales y, sobre todo, los gobernadores.
A la noche, Cavallo tenía planeado reunirse con De la Rúa. Ese encuentro, que terminaría tarde, pudo ser el que ilustró al Presidente sobre las intenciones de su ministro. ¿Lo fue? El lector puede hacer su apuesta. La realidad de ayer, reconstruida por Página/12, indica que, al menos hasta ese momento, en el propio Gobierno había dos líneas de interpretación sobre Cavallo.
- Un grupo apostaba, directamente, que el ministro no tenía su plan terminado. Que no había cerrado los números de una propuesta sobre la deuda, y tampoco los plazos.
- Otro grupo temía que el plan para la deuda incluyera algún grado de compulsividad.
Hasta ahora, todos los planes de canje de bonos para cambiar las tasas de la deuda o los plazos de vencimiento fueron hechos de acuerdo con los acreedores. Así pasó con el blindaje, y ocurrió lo mismo con el megacanje. Es obvio que los tenedores de bonos llegaron al acuerdo sobre la base del miedo. Como en la convocatoria de acreedores de una empresa, a veces puede ser mejor cobrar menos y más tarde que agregar un clavo a la colección.
Así funcionan las reprogramaciones parciales de deuda que surgen de un pacto. Las reprogramaciones totales son distintas. Pueden abarcar una quita de capital e intereses. Y las compulsivas, más diferentes aún. En ellas no están en juego solo los niveles de quita sino la forma de llegar al resultado. La amenaza deja de ser velada y el deudor fija por sí solo cómo, cuándo y cuánto pagará los bonos. Para algunos expertos, la situación es tan violenta que la califican como una declaración de default, de cesación de los pagos de la deuda pública argentina.
Este diario pudo saber que Julio Dreizzen, el subsecretario de Financiamiento que renunció ayer, no estaba de acuerdo con una eventual compulsividad, y tampoco el secretario y viceministro, Daniel Marx. Fuera de Economía es conocida la posición del canciller Adalberto Rodríguez Giavarini en favor de las reprogramaciones consensuadas.
En la tarde de ayer, el Presidente recibió un consejo de un grupo de colaboradores cercanos. Le rogaron que no aceptara nada compulsivo. El argumento puede traducirse así: si ahora el aislamiento financiero del país es muy agudo, todo irá peor si De la Rúa se tira del avión en el mismo paracaídas de Cavallo y con el ministro a cargo de los comandos.
Tampoco despertó demasiado entusiasmo interno la designación de Jacob Frenkel, ex presidente del Banco Central israelí, como super asesor de Cavallo para la discusión con Wall Street. Muchos funcionarios lo conocen y lo respetan aunque no sea, como circulaba ayer a la tarde en chiste en la Casa Rosada, el tío de Roberto Frenkel, el ex jefe de asesores de Juan Sourrouille.
Tal como publicó ayer este diario, Frenkel (Jacob, no Robert) asesora a Merril Lynch, justamente un banco de inversión. En su defensa, Cavallo explicó en el Gobierno que la función de Frenkel allí es la de un asesor institucional que no decide inversiones particulares. El ministro debió dar ese argumento por el temor a que Frenkel termine negociando la reestructuración de la deuda con beneficios –o sospecha de beneficios– para Merril Lynch.
La misma sombra había teñido el megacanje, por la participación del banquero David Mulford, el mejor amigo de Cavallo. “Yo sé que renegociar la deuda no es lo mismo que construir un puente o una obra pública cualquiera, pero al margen de una licitación tradicional igual hay formas más transparentes de designar a alguien”, se quejaba anoche un secretario de Estado ante la consulta de Página/12.
El directivo de un importante banco extranjero recomendaba:
–Si tiene que apostar, apueste a que Cavallo todavía no redondeó su paquete.
Y el ministro de un importante gobernador peronista, que pidió reserva de su identidad, dio esta visión:
–No sé qué piensa Cavallo, pero el Gobierno tiene que hacer algo porque si vamos a las elecciones anticipadas será malo para el país. Y además a nosotros, la verdad, no nos conviene.
–¿Por qué está pidiendo Luis Barrionuevo la renuncia de De la Rúa?
–No es nuestra posición. Pero Barrionuevo es un emergente de la crisis.
–Y las provincias peronistas, ¿aguantan?
–Así vamos mal. La situación comenzará a estallar en las intendencias y subirá de a poco hasta cada gobernación.

 

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