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DINAR LINEAS AEREAS

EL FERIADO SEGUIRA POR LO MENOS HASTA DESPUES DEL BRINDIS DE AÑO NUEVO
Sin bancos ni cambios, felicidad completa

Si las operaciones bancarias y el ansia de dólares son la mayor causa de estrés desde que empezó diciembre, el nuevo gobierno mantendrá cegada esa fuente de inquietud hasta el año próximo. Las cortinas seguirán bien bajas.

No hay razones para afligirse por el tipo de cambio. Ni siquiera se sabe
aún qué moneda habrá.

Por Julio Nudler

El feriado bancario y cambiario no tiene final a la vista. Las autoridades saben que no pueden sostenerlo sine die, pero tampoco tienen claro dónde están parados y, por tanto, para ellas lo menos peligroso, como en un saqueo, es mantener las cortinas bajas. En principio, la veda se prolongaría hasta el miércoles 2 de enero exclusive, aunque fuentes oficiales admitieron ayer ante Página/12 que, incluso después de que se reanuden las operaciones, éstas estarán sometidas a restricciones severas. Todo lo que se hará al respecto es diseñar algunos mecanismos para facilitar los pagos, como la creación de cheques especiales a librar contra los saldos en cuentas de ahorro. En el Banco Central están pendientes, en este sentido, de las decisiones que tome el Gobierno respecto de la emisión de la tercera moneda (tanto su carácter –es decir, si será un bono con vencimiento o una moneda fiduciaria– como su monto) para definir la mejor estrategia a seguir. Recuerdan que el control de cambios fue impuesto, no como una medida específica para responder a problemas en el sector externo, sino como una valla frente a la corrida contra los bancos. “No podíamos permitir que se transfirieran depósitos al exterior, mientras restringíamos los retiros dentro del país”, explicó un vocero a este diario. Pero lo cierto es que la conversión de cuentas en argendólares a verdaderos dólares se tornó insostenible por la sangría de reservas. A continuación, con qué podrá tropezar cada argentino en este via crucis monetario.
Pagos con tarjetas de crédito en el exterior. El Banco Central no los prohíbe, pero tampoco asegura que, al cierre del resumen, autorice la transferencia de los fondos. En la incertidumbre, son los emisores de cada tarjeta los que deben decidir si les mantienen el crédito abierto a los residentes argentinos. Esto es improbable, por lo que es harto riesgoso confiar en que, una vez en el extranjero, puedan pagarse las cuentas con el plástico si el medio de pago a debitar es un depósito en la Argentina. Aunque la cuestión está todavía muy confusa, el BCRA podría establecer un tope –se piensa en mil dólares mensuales como mucho– para cancelar gastos efectuados en el exterior vía tarjeta.
Hay que tener en claro que al Central le interesa limitar lo más posible el drenaje de depósitos del sistema bancario en general, y de dólares en particular. Por tanto, no obstaculizará los pagos que se realicen con dinero (dólares u otras divisas) que esté fuera del sistema, sea en una caja de seguridad, escondido en casa o en un depósito off shore. Las que sí desvelan al BCRA son ciertas maniobras que detectó, y que se valían de las tarjetas como vehículo. Por ejemplo, grandes compras de fichas en casinos de Las Vegas o Punta del Este, pagadas con credit card, y luego revendidas para alzarse con dólares contantes y sonantes. Otros pícaros prefirieron un ardid más simple: emplear un depósito prisionero en el corralito para prepagar una cuenta Visa o American Express, por un monto muchísimo mayor que su normal consumo mensual. Por ejemplo, cien mil dólares, contra un gasto de 800. Quien esto hizo se agenció un saldo a favor de 99.200 dólares, transferible libremente a otra cuenta situada en el extranjero.
Préstamos indeseados. La imposibilidad de cubrir en fecha el saldo deudor de una tarjeta por culpa del feriado bancario difícilmente exima al titular de pagar los estratosféricos intereses que cobran por la financiación. Fuentes de las tarjetas indican que el criterio a aplicar depende de cada banco emisor. A su vez, voceros de los bancos arguyen que si los depósitos siguen devengando intereses durante el feriado, lo mismo debe ocurrir con los créditos, aunque éstos les sean impuestos contra su voluntad a los usuarios. Pero entre tasas pasivas (que los bancos pagan) y activas (que cobran) las brechas son abismales. A río revuelto, ganan los banqueros.
Extracción de las cuentas sueldo. Aunque el Congreso votó una ley que desbloquea los salarios bancarizados, todavía no fue promulgada. En el Central aducen que el texto de la norma es confuso, no quedando claro si sólo libera los sueldos de diciembre, en cuyo caso quedaría muy poco por destrabar, o pretende la remoción permanente de la restricción. Esto último es considerado inviable, teniendo en cuenta que los salarios que se liquidan a través de los bancos montan unos 5500 millones de pesos mensuales. Otra duda es si la ley involucra a todo el saldo de los cuentas sueldo, o sólo el que corresponda estrictamente a los haberes, ya que en esos depósitos se mezcla plata de diversas fuentes. Según una versión recogida en el directorio del Central, una alternativa bajo análisis consistiría en darles a los asalariados la opción de liberarles sus saldos, pero sólo si aceptan cobrarlos en Lecop, argentinos o la tercer moneda que sea.
Plazos fijos secuestrados. En el BCRA piensan que, en el mejor de los casos, el corralito podrá ser abierto muy gradualmente. Los plazos fijos seguirán cautivos. Podrán dejarse a la vista, sin ganar intereses, o bien ser renovados o transferidos a cuentas de ahorro.
Travellers caseros. Para facilitar la movilización de esas cuentas se creará una especie de cheque de viajero interno, en denominaciones que irán de 5 a 100 pesos. Serán órdenes de pago certificadas por los bancos, similares a los travellers, y cumplirían una función semejante a la de las tarjetas de débito, que en la práctica tropiezan con muchos problemas. Los bancos, que acordarían hoy su creación en un encuentro con el BCRA, obtendrán un claro beneficio: desde el momento mismo en que un cliente retire cierta suma en esos cheques, ese monto dejará de devengar intereses, aunque las órdenes de pago tarden en aplicarse. El problema técnico a resolver es cómo evitar falsificaciones.
Salvataje de bancos. Ante la sangría de fondos que están sufriendo algunos bancos, cuyos depositantes migran hacia otros, se creará un fondo fiduciario con aportes de todo el sistema bancario y que administraría Sedesa (Seguro de Depósitos SA). De ese pozo saldría el dinero para sostener a los bancos que pierdan depósitos. Recién cuando esté asegurada esa red de rescate podrían soltarse los retenes activados en las últimas semanas para evitar que empezasen a caerse entidades. La instrumentación del fondo fiduciario urge porque, una vez que las reservas de la convertibilidad lleguen a su piso legal, el BCRA quedará inhibido de auxiliar a los bancos con redescuentos o pases.
Un proyecto que Fernando de la Rúa no llegó a firmar, y que su sucesor prometió suscribir de inmediato, prevé la constitución del referido fondo. El Central contribuirá indirectamente a éste mediante una nueva reducción en los efectivos mínimos que deben apartar los bancos. Estos aportarían la porción desafectada a la hucha común, ideada para evitar que quiebren los eslabones más débiles de la cadena.

 

Claves

Es virtual la decisión de mantener el feriado bancario y cambiario hasta el miércoles 2.
   El cambiario podría prolongarse.
Será muy difícil pagar con tarjeta de crédito gastos que se realicen en el exterior. Se   trabará la remesa de los dólares, más allá de un tope.
El corralito no se abrirá. Los plazos fijos permanecerán cautivos.
Crearán una suerte de cheque de viajero interno para cuentas de ahorro.
Dudas en el Banco Central sobre la ley que libera las cuentas sueldo.
Habrá un fondo fiduciario para ayudar a los bancos que sufran pérdidas de depósitos.   Bajarán los encajes para generar el dinero necesario.

 

EL GOBIERNO DEBE CORRER MAS RAPIDO QUE LOS GURUES
Antes que decida el mercado

“La sucesión de ruptura de las reglas de juego (como mínimo default y quita de depósitos, a lo que pueden sumarse la desdolarización y la devaluación) tendrá consecuencias negativas sobre el futuro económico del país”, asegura la Fundación Capital. “Si el nuevo presidente no actúa... -advierte ese enclave liberal, pero con llegada al justicialismo– será el mercado el encargado de pilotear la crisis, con un desorden obviamente mucho mayor..., pudiendo espiralizar la crisis hacia algún esquema mucho más traumático, de inflación y devaluación continua.” El consejo: anticiparse al mercado.
¿Las ventajas para Adolfo Rodríguez Saá? En primer lugar, que podrá endilgarle las medidas traumáticas a “la herencia recibida”. En segundo, que teniendo a la vista las próximas elecciones le interesará minimizar el alcance de la debacle. Tratándose de un presidente provisorio, la flotación cambiaria, con desdolarización previa de contratos, es la opción más probable, dado que ataca directamente el problema de la falta de competitividad, mientras que la moneda federal perdería sentido en una transición corta.
Hasta el momento, los anuncios del flamante inquilino de la Rosada contradicen este pronóstico de la FC que dirige Martín Redrado y que se conoció el lunes 24. La pregunta que surge es si la nueva administración podrá girar bruscamente hacia una estrategia contraria a la que decidió en un primer momento. De hecho, bajo el paraguas de un feriado bancario y cambiario pueden tomarse las decisiones más extremas.
De acuerdo a este documento, aun bajo un esquema de flotación cambiaria el apoyo internacional continuará siendo crítico para la Argentina. Será una defensa indispensable contra los ataques especulativos que sufrirá la moneda local. Por otro lado, “roto el corsé de la convertibilidad, la austeridad fiscal será la clave para lograr la estabilidad cambiaria”. Vale decir que la receta es devaluación y ajuste presupuestario. “Sería un pésimo negocio –aseguran– pensar que la devaluación implica vía libre para gastar.”

 


 

Se inician los contactos con Washington y Europa

El Gobierno quiere reestablecer vínculos con el FMI y países europeos, con el objetivo de conseguir un paquete de asistencia de 15.000 millones para salir de manera ordenada de la Convertibilidad.

Emilio Cárdenas, director del HSBC,
y Eduardo Duhalde, senador del PJ.

Por Claudio Zlotnik

En forma simultánea a la diagramación del nuevo plan económico, el flamante Gobierno tiene la mira puesta en Washington. Apenas declarada la cesación de pagos de la deuda, el Ejecutivo aceitó las relaciones con el Fondo Monetario. Pocas horas antes de la Navidad, Emilio Cárdenas, presidente del grupo financiero inglés HSBC, ya inició los primeros contactos en los Estados Unidos. Y, según pudo establecer Página/12, en las primeras horas de 2002 viajará el canciller José María Vernet, quien será el coordinador de una comisión encargada de negociar con el Fondo Monetario. A él se unirá una delegación de legisladores del justicialismo junto a un equipo de técnicos de la Secretaría de Hacienda. A su vez, por pedido del propio Adolfo Rodríguez Saá, el senador Eduardo Duhalde viajaría a Europa para explicar el plan a organismos internacionales e inversores. A cambio de mostrar un programa “sustentable”, que incluiría en una segunda etapa el abandono de la Convertibilidad, como pide el Fondo, el Gobierno reclamará una ayuda de unos 15.000 millones de dólares.
Los viajes que se están armando en la Casa Rosada tienen como objetivo explicar el nuevo plan económico, que anoche seguía diseñando el secretario de Hacienda, Rodolfo Frigeri. Por ahora, el descrédito de los inversores extranjeros en la Argentina alcanzó su punto máximo. El riesgo país, que en los hechos mide esa desconfianza, trepó anteayer a un récord absoluto: 5495 puntos, con el bono de referencia de la deuda, el Global 2008, cayendo el 16 por ciento. Tras el anuncio de que la Argentina deja de pagar los compromisos de la deuda, ese título, que en junio tocó su máximo de 80 dólares, bajó a 23 dólares tras haber tocado un piso de 18.
En principio, la delegación que acompañará al canciller Vernet estará constituida por los senadores Carlos Verna y Oscar Lamberto y por los diputados Jorge Remes Lenicov y Jorge Matzkin. Estos legisladores integran las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Economía en el Congreso. El viaje a Washington aún no tiene fecha. En el Gobierno quieren concretarlo no bien finalicen las fiestas de fin de año, aunque también es cierto que el Directorio del FMI vuelve a reunirse oficialmente a mediados del próximo año.
La decisión de conformar una comisión de legisladores para el viaje a los Estados Unidos no es casual. Intenta dotar de mayor legitimidad a las negociaciones que se inauguren. En el Ejecutivo reconocen que un Gobierno que se extinguirá en menos de tres meses no tiene la suficiente fortaleza para imponer criterios. En cambio, la delegación de diputados y senadores garantizarán la representatividad de los candidatos con mayor chance de ganar las elecciones de marzo. Y, por ende, el éxito político del acuerdo. También es cierto que tras los fracasados programas suscriptos en los últimos años, en el FMI quieren que sean los propios parlamentarios quienes se comprometan en forma directa a aprobar en el Congreso las leyes que hagan falta para cumplir con los nuevos planes. “En Washington están hartos de que lo que arregla con el Gobierno termine modificado en el Congreso. Ahora pretenden que haya consenso con todas las partes”, confesó una fuente oficial en diálogo con este diario.
No bien Rodríguez Saá fue designado, el banquero Emilio Cárdenas inició los contactos informales con técnicos del Fondo Monetario y con funcionarios de la Administración Bush. Cárdenas, un ejecutivo con notables relaciones en el mundo de los negocios, es uno de los principales lobbistas de los conglomerados bancarios que operan en la Argentina.
Desde la Argentina, los contactos con Washington quedaron bajo la responsabilidad de la Secretaría de Hacienda y de directores del Banco Central.
En la Casa Rosada suponen que, aun cuando la Argentina presente un plan viable en las próximas semanas, el acuerdo con el Fondo recién se firmará cuando asuma el próximo Gobierno. Y que recién entonces se desembolsarían los fondos frescos. Los negociadores viajarán con la ilusión de comprometer ayuda por 15.000 millones, de manera de duplicar las reservaslíquidas del Banco central. La clave del éxito será la política fiscal y monetaria que presente la Argentina y, para una segunda etapa, el nuevo esquema de política cambiaria para abandonar la Convertibilidad.

 

La solidaridad de Fidel

Tras las duras críticas que había dispensado al gobierno de Fernando de la Rúa, Fidel Castro congratuló al flamante gobierno justicialista. En una carta publicada ayer en el diario cubano Granma, Fidel saludó la decisión de Adolfo Rodríguez Saá de suspender los pagos de la deuda. “Al reiterarle nuestra solidaridad, expresamos también el apoyo al programa de medidas anunciado por su gobierno, que busca superar la actual situación de crisis con acciones tales como la de invertir en lo inmediato los onerosos e insoportables gastos que una colosal deuda externa impone al pueblo argentino en la promoción de programas sociales y en la reconstrucción económica del país”, afirmó Castro.
La declaración del presidente cubano es la primer señal de apoyo abierto de un gobierno extranjero a la medida adoptada por Rodríguez Saá. Pero lo cierto es que, en los últimos meses, tanto el Tesoro norteamericano como el Fondo Monetario Internacional estaban a favor de una suspensión de pagos de la deuda a los acreedores privados para encarar luego una reestructuración con quita del capital. La razón es que en Washington no querían seguir prestando dólares al gobierno argentino que luego se iban por otro ventanilla a pagar a los especuladores privados.

 

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