La decisión de Corte Suprema de Justicia sobre la detención de Milagro Sala no llega. Sin definir si son válidos los fueros que la dirigente social jujeña tiene como diputada del Parlasur y si resulta adecuada en su caso la aplicación de la prisión preventiva, ayer el máximo tribunal remitió a los jueces que investigan a la líder de la Tupac Amaru un conjunto de informes médicos que había solicitado hace algunas semanas. Esos estudios tampoco se relacionan directamente con los planteos de fueros y prisión preventiva, aunque según la Corte pueden ser “elementos útiles” para los magistrados locales a la hora de definir la situación de encierro de Sala. Los supremos cuentan desde hace una semana con el dictamen de la procuradora Alejandra Gils Carbó, quien calificó de “ilegal” la detención de la dirigente, encerrada hace más de 15 meses.   

A través del sitio oficial de comunicación del Poder Judicial, la Corte informó que decidió remitir a los jueces a cuya disposición se encuentra detenida la dirigente jujeña las conclusiones elaborados por el Servicio Penitenciario de Jujuy y el Cuerpo Médico Forense sobre las condiciones de detención y el estado de salud, tanto físico como psicológico de Sala. Los informes habían sido pedidos a principios de marzo. Según el comunicado de ayer, el envío de la documentación responde “a los efectos que pudiere corresponder”, es decir, apuntarían a dar “más elementos de evaluación en caso de eventuales pedidos (como excarcelación o prisión domiciliaria)” para los magistrados jujeños que investigan a Sala y sostienen su prisión preventiva, explicaron fuentes del tribunal.  

Tal acción no significa definición alguna de la cuestión de fondo en torno del encierro de Sala, que permanece encerrada desde el 16 de enero de 2016. Los supremos tienen en sus manos esa decisión desde los últimos días de diciembre pasado, cuando la defensa de la dirigente instó a que definan la validez de los fueros que Sala tiene como diputada electa del Parlasur y de los argumentos que los jueces de primera instancia habían esgrimido para justificar la prisión domiciliaria de la líder tupaquera.

El silencio de los supremos abre el juego a diversas interpretaciones; algunas ligadas a una disputa entre el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y miembros del partido gobernante, todas con el condimento fundamental de la visita de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en mayo. Una opción es que la Corte nacional revoque el rechazo del Supremo Tribunal provincial y les encomiende otro fallo. Otra es que, con el rechazo de los planteos de la defensa como horizonte, el envío de las pericias médicas de ayer sea una señal que indique a la prisión domiciliaria como un techo en la situación de Sala, algo que se vislumbra complejo debido a la naturaleza de los reclamos en torno del encierro de la líder tupaquera: desde sus orígenes se reclama su libertad, un pedido que cuenta con el respaldo de resoluciones de organismos nacionales e internacionales.