Una de las políticas más cuestionadas del actual gobierno es la elevada rentabilidad en dólares de las inversiones financieras. La política de dólar planchado con altas tasas de interés en pesos permitió a los inversores obtener rentabilidades de 25 por ciento y hasta picos de casi el 50 por ciento anual en dólares comprando Lebac. Se trata de la  rentabilidad más elevada del mundo, sólo detrás de algunos bonos en países al borde de la cesación de pagos dispuestos a pagar lo que sea por recibir financiamiento. 

 Si bien Argentina se está endeudando a tasas alarmantes, la buena herencia de desendeudamiento aleja por el momento los riesgos de cesación de pagos. De esa manera, las altas tasas de interés en dólares deben entenderse como el resultado deliberado de la política económica.

 Las elevadas ganancias financieras en moneda dura atraen capitales especulativos del exterior. Es más, para quienes acceden a financiamiento internacional, endeudarse a bajas tasas en algún banco extranjero, cambiar los dólares por pesos, invertir en Lebac y luego cancelar la deuda con una porción de las ganancias obtenidas, puede ser un negocio especulativo muy rentable. Esta bicicleta atrajo 1600 millones de dólares de inversiones financieras externas el primer trimestre del año, más del doble que las inversiones extranjeras directas ligadas a la producción.

 Intentando suavizar las críticas a esa política, un grupo de economistas del Banco Central publicó una nota en el blog oficial de dicha entidad titulada “¿Existe bicicleta financiera en Argentina?”. Allí muestran gráficamente como tras la “normalización” del mercado de cambios dejó de existir “oportunidades de arbitraje que permitiría el aprovechamiento de los diferenciales de tasas entre distintas monedas con una cobertura del riesgo cambiario mediante un contrato de divisas a término”. Es decir, no “se daría el fenómeno llamado “bicicleta financiera” en el que el inversor se asegura una ganancia futura sin correr ningún riesgo”. La sorprendente conclusión trascendió el ámbito de los especialistas y repercutió en medios masivos de comunicación.

 El detalle de la nota es que toma el caso de una bicicleta sin riesgos cambiario, es decir, donde el que trae el dinero del exterior y la coloca en Lebac, compra anticipadamente dólares en el mercado de futuros a una determinada cotización, para eliminar el riesgo de que una devaluación lo deje pedaleando en el aire. Pero el valor de los contratos de dólares futuros en ausencia de intervenciones del Banco Central (como sucede desde mediados del año pasado) está dado por el valor del dólar hoy más la tasa de interés de las Lebac (menos la tasa de una inversión segura en dólares, para ser más precisos) que se pierde quien compra dólares hoy y lo vende en el futuro. De esa manera, cuando a la rentabilidad de las Lebac se le resta el costo de comprar dólares en el mercado de futuros, está restando la rentabilidad de las Lebac, lo que por definición matemática da cero. Un razonamiento circular que muestra que desde el blog del central también están bicicleteando a sus lectores.

@AndresAsiain