"Tengo amigos homosexuales y no dejo que se besen delante de mis hijos, porque podrían salir como ellos", respondió Gustavo Martínez después de avalar el accionar de una profesora del Instituto superior de Formación Docente "Manuel Dorrego" de Morón, que impidió que dos alumnas estuvieran de la mano durante un recreo. Los alumnos desplegaron una campaña de repudio y realizaron numerosas medidas de concientización en el colegio contra las frases cargadas de prejuicios a las que fueron expuestas las alumnas.

En Morón no están al tanto de los avances en la igualdad de derechos de los últimos años, eso demuestran desde las instituciones públicas de seguridad y educación, porque después de que la policía municipal increpara el mes pasado a dos chicas que se estaban besando y abrazando en una plaza pública, Martínez cercenó las libertades de una pareja de dos chicas estudiantes. Los alumnos protestaron y organizaron asambleas para expresar su disconformidad con la actitud homofóbica de las autoridades.

 

“Como estudiantes, marcamos la gravedad que representa este hecho, ya que va en contra de años de lucha y manifestación social plasmados en un conjunto de leyes a favor de la Diversidad Sexual, Identidad de Género, Matrimonio Igualitario; sumado al encuadre inconstitucional de cualquier tipo de acto discriminatorio", expresaron en un comunicado desde la Comisión por la igualdad de género y contra la Violencia del Centro de Estudiantes de la Escuela. El colectivo organizó el viernes asambleas en cada uno de los turnos, donde incluso participó un grupo de profesores para repudiar los dichos de la docente y el director.

Además, la escuela fue empapelada con consignas como "No necesito ser homosexual para saber que la homofobia es un error", "Señor director, debería estar amando a alguien" y "Todo amor es legal". “Dejamos en claro que como estudiantes vamos a continuar tratando y profundizando el tema, ya que, además, somos conscientes del recorrido que estas ideas tienen en nuestra sociedad y la impronta que el mismo sistema capitalista les da en pos de fomentar la desigualdad entre las personas", añadieron. 

A este hecho se suma otro, que protagonizó la Policía Municipal de Morón el 22 de abril, cuando calificaron como "un acto contra la moral", al beso que se estaban dando dos chicas en una plaza. "Si los policías que te van a cuidar se van a regir por su propia moralidad y no se van a querer identificar, la verdad que deja una sensación de mayor inseguridad de la que ya vivimos”, reflexionó en este diario entonces Verónica Luque, una testigo. 

La organización Conurbanos por la Diversidad y el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación se sumó al repudio de Martínez, pero situó al episodio homofóbico, dentro de un contexto de “prácticas discriminatorias y violencia institucional crecientes en el Municipio de Morón”. Al convocar a un “besazo” en la Plaza Alsina de Villa Sarmiento, resaltó que hay una ordenanza "desconocida por el gobierno municipal de Ramiro Tagliaferro (Cambiemos) según la cual debería conmemorarse el "Día Municipal de respeto a la diversidad sexual e identidades de género".