El 2023 quedará en los registros térmicos como un año récord. Las elevadas temperaturas, y la presencia, cada vez con menos intervalos, de olas de calor agobiante, preocupan a científicos de todo el mundo por la aceleración del proceso de calentamiento global y sus devastadoras consecuencias. 

El caso de Europa es un ejemplo de esta situación, con temperaturas que en septiembre promediaron los 25°C en el viejo continente, unos dos grados más altas que el promedio del período 1991-2020. 

Es prácticamente un hecho que este año será el más cálido en 125.000 años, dijeron este miércoles científicos de la Unión Europea, después de que datos mostraran que el mes pasado fue el octubre más caluroso del mundo en ese período. Los datos subrayan la urgente necesidad de tomar medidas significativas para abordar el cambio climático. 

En el reciente debate sobre el clima, la subdirectora del Servicio Europeo de Cambio Climático Copernicus (C3S), Samantha Burgess, junto con un panel de expertos, discutió las implicancias de estas temperaturas sin precedentes y lo que depara el futuro. 

Los científicos destacaron que las anomalías globales en la temperatura del aire en superficie durante septiembre de 2023 establecieron un nuevo récord, superando cualquier mes de cualquier año en los datos registrados desde 1940. 

En este contexto, Burgess expresó su preocupación sobre el ritmo que tomó el cambio climático y la necesidad de adaptarse a las condiciones meteorológicas actuales. 

"El calor es el resultado de las continuas emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la actividad humana, combinadas con la aparición este año del patrón climático de El Niño, que calienta las aguas superficiales en el Océano Pacífico oriental", sostuvo la especialista.

Burgess señaló que las temperaturas superaron por 1,5°C los niveles preindustriales durante los últimos tres meses de 2023. Con estos índices, la experta ratificó la necesidad de acelerar la acción climática, ya que superar este límite es una preocupación en el contexto del Acuerdo de París.

Los expertos del instituto meteorológico europeo discutieron también sobre el récord de extensión de hielo marino en la Antártida y cómo este fenómeno se relaciona con el cambio climático. La tendencia a la pérdida de hielo marino en el Ártico es evidente a lo largo de los años, pero la situación en la Antártida comenzó a cambiar desde 2016. 

El debate también se centró en las temperaturas de la superficie del mar, con un enfoque en los eventos climáticos extremos como El Niño. Burgess mencionó que 2023 fue el año más cálido jamás registrado para el océano global, y se espera que 2024 sea aún más cálido.

Para impulsar la acción climática, los expertos resaltaron la importancia de traducir la información sobre el riesgo climático en términos comprensibles y destacaron el crecimiento de los servicios climáticos para ayudar a las comunidades a comprender cómo los eventos extremos les afectarán.

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