Al asumir su gobierno, Javier Milei buscó imprimirle velocidad y potencia a la transformación (derribo) del Estado y también destruir el esquema jurídico que le da sustento a la convivencia argentina que garantiza la salud y educación pública y los derechos de los trabajadores, entre otros ítems. Ahora bien, la fuerza implementada por el Presidente está recibiendo una de igual intensidad y en sentido contrario desde una parte de la oposición pero, fundamentalmente, desde el sindicalismo.
Por caso, a tan solo 18 días de asumido el gobierno de ultraderecha, la CGT convocó a un paro nacional de 12 horas con movilización hacia el Congreso previsto para el 24 de enero próximo. Una medida de fuerza que es acompañada por las dos CTA y la UTEP en lo que podría ya considerarse como una expresión concreta de unidad del campo popular. La medida de fuerza se realizará en rechazo al megaDNU y contra la ley ómnibus que el triunviro Héctor Daer calificó como "exponencialmente peor que el decreto". Es más, señaló que lo que pretende Milei no es el progreso del país sino que "nos llevan a una Argentina pastoril".
Más directo fue Pablo Moyano al sostener que "el enviado del cielo (Milei) se caga en el Congreso y en los trabajadores" y reiteró que habrá más movilizaciones. Daer, más contemplativo, prefirió decir que a diferencia de Milei "nosotros no esperamos que nos ayuden las fuerzas del cielo, Jesús ya bajó y camina junto a los trabajadores".
El plan de lucha aprobado por unanimidad en el Comité Central Confederal (CCC) incluye la convocatoria a un plenario de regionales que se realizará el próximo 10 de enero y la continuidad de la batalla legal contra el DNU. Por caso, Daer avisó que se apeló el rechazo judicial al pedido de una medida cautelar "interina" para suspender la vigencia de artículos vinculados a la reforma laboral en el decreto. En tanto, la demanda de inconstitucionalidad del decreto ya comenzó a moverse cuando el juez laboral Ignacio Ramonet, le dio tres días al Gobierno Nacional para responder.
El camino hacia el paro
La decisión de recurrir a la medida de fuerza extrema de toda batalla gremial prácticamente nació el día que Milei anunció el megaDNU. De todas formas los integrantes del consejo directivo de la central obrera coincidieron en avanzar en tres direcciones: gremial, judicial y política.
La gremial se concentró en abrir canales de diálogos con los diferentes sindicatos confederados y, sobre todo, con las regionales que la CGT tiene en todo el país. Una tarea que recayó en la Secretaría de Interior de la CGT que ocupa el metalúrgico Abel Furlán y que junto a Horacio Otero llevan normalizadas 67 regionales de las 77 existentes.
La tarea fue sacudir el avispero y que las regionales activen medidas de rechazo a las políticas anunciadas por el gobierno nacional. Esto ahora se concretará con un plenario nacional que ya está siendo organizado. La idea es que las regionales presionen a los legisladores nacionales para que no caigan en la tentación de apoyar el DNU y la ley ómnibus. "Se hace también ante la posibilidad de que algún gobernador se nos de vuelta", reconoció un hombre de la central obrera.
El camino político se tradujo en el contacto directo con legisladores nacionales de Unión por la Patria y ahora, según reconoció Daer, se ampliará al resto de los bloques de la oposición. La CGT quiere y exige a "los compañeros" de UxP salgan de los despachos a pelear contra el avance del Gobierno. Algo así como más hechos que palabras.
La reunión chiquita
Mientras los delegados de los gremios confederados ocupaban las butacas del salón Felipe Vallese a la espera de que comience el Comité Central Confederal (CCC), en la sede de la Uocra se realizaba una reunión de la plana mayor de la CGT. Allí estuvieron Daer, Moyano, Furlán, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez, Juan Pablo Brey (aeronavegantes), Gerardo Martínez (Uocra) y Juan Carlos Schmid (Dragado).
En esa reunión hubo cuatro voces que se posicionaron fuerte a favor de ponerle fecha al paro durante la reunión del CCC. Furlán (UOM), Rodríguez de UPCN, Daer y Brey de Aeronavegantes. El resto no dudó y acompañó sin titubeos. Acordado el paro, el día y la movilización, el grupo se trasladó a la sede de la CGT de la calle Azopardo. Al ingresar el titular del gremio de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, no se aguantó y le anticipó a los periodistas que en un rato más habría "un buen e importante anuncio".
El confederal
Ya en el salón Vallese, Daer le pidió a Furlán que presentara el plan de lucha. Una vez que el metalúrgico lo detalló desde la platea llegó un largo y entusiasta aplauso más el respaldo unánime a la medida de fuerza.
El CCC además facultó al consejo directivo la realización de "las medidas que considere pertinentes en la oportunidad que requiera el actual estado de situación". Esto es, paros, movilizaciones o cualquier otra acción gremial directa.
Ya en la conferencia de prensa, Daer anunció el paro desde el mediodía del 24 de enero y la movilización hacia el Congreso y, según dijo, se eligió esa fecha porque se considera que ese miércoles será el día en que los diputados llevarán al recinto el proyecto de ley ómnibus. La movilización será más que importante porque durante la tarde y tras realizar un plenario las dos CTA, la de los Trabajadores que conduce Hugo Yasky y la Autónoma que responde a Hugo "Cachorro" Godoy, decidieron junto a la UTEP sumarse a la medida de fuerza anunciada por la CGT. Ese día también participarán el resto de las organizaciones sociales e incluso los partidos de izquierda.
"El DNU tiene características ilegales y apunta contra los derechos individuales de los trabajadores, contra los derechos colectivos, contra un sistema universal y solidario de salud, y contra a una cantidad innumerables de cuestiones que hacen a nuestro país", afirmó Daer con una inusual vehemencia. Luego advirtió que no tiene duda sobre el objetivo del gobierno de Milei y que es "una transferencia real de los sectores trabajadores que pierden capacidad de acción ante derechos que están plasmados en la Constitución y en los tratados internacionales hacia un sector pequeño de la sociedad que más tiene y más gana".
El triunviro reconoció que no existen contactos con el Gobierno: "Nosotros no propusimos esta dinámica. En menos de una semana transforman la Argentina, pero no con una mirada de progreso, nos llevan a la Argentina pastoril", indicó Daer.
Luego fue el turno de Moyano: "Nosotros vamos a estar en las calles como siempre, defendiendo un solo interés que es el de los trabajadores", dijo y agregó que la marcha del 24E será multitudinaria porque "todos se ven perjudicados por esta locura que está llevando adelante el 'enviado del cielo', que se caga en el Congreso y en los trabajadores".