“La economía de Estados Unidos agregó 5 millones de nuevos empleos desde febrero de 2020 (justo antes del COVID)”, difundió en las redes el empresario mileísta Marcos Galperín. “La maravilla de una economía libre y con leyes laborales modernas” indicó en un claro mensaje a favor de las desregulaciones laborales que el presidente Milei intentó imponer vía decreto y a través de la Ley Ómnibus.
La fuente de información del empresario fue una publicación del financista norteamericano Steven Rattner, en la que compara la recuperación veloz del empleo en EE.UU. tras la crisis del COVID (4,9 millones) respecto de su evolución tras la crisis de las punto-com y la gran depresión de 1929. Una dinámica que se explica, entre otras cuestiones, por las características que impuso el COVID, de cierre temporal de muchas actividades que recuperaron su producción prontamente cuando las restricciones se levantaron.
Al margen de la particular dinámica temporal que presenta una crisis originada por la parálisis de actividades que impuso el COVID, la firme recuperación de la economía norteamericana no parece ser el resultado de una filosofía económica liberal ni de sus regulaciones laborales flexibles.
Causas
En cambio, es producto de un mix de políticas keynesianas tanto monetarias como fiscales ensayadas por la administración Biden. En materia monetaria, las tasas de interés fueron reducidas a casi cero tras la crisis del COVID. En materia fiscal, los programas de estímulo que ya formaban parte de la plataforma “populista” de Biden antes del COVID, junto a las medidas adicionales implementadas para hacer frente a la pandemia, incrementaron el déficit fiscal norteamericano desde los poco más de 4 puntos del PBI en 2019 hasta más de 14 puntos en 2020 y casi 12 puntos en 2019, cerrando todavía en 6 puntos del producto en 2023.
Esas medidas fueron financiadas con emisión monetaria y un incremento de casi 20 puntos del PBI de la deuda pública. Tal vez Galperin no mencionó esos hechos por ignorancia o porque contradicen los planteos ultraortodoxos que el empresario suele festejar en las redes sociales.
Por su parte, la recuperación del empleo en EE.UU. no fue demasiado significativa, representando sólo un 0,014 por ciento respecto a una población, que alcanza los 331,9 millones. Más importante fue la recuperación del empleo post-COVID en Peronia, como gusta llamar a nuestro país el ahora uruguayo Galperín.
Desde febrero de 2020 hasta octubre de 2023 (últimas estadísticas publicadas), el empleo registrado en Argentina se incrementó en 1,27 millones según datos del SIPA. Por su parte, desde el segundo trimestre de 2020 hasta el segundo trimestre de 2023, el empleo no registrado aumentó en 1,73 millones sin contabilizar los planes sociales, según las estadísticas que elabora el Ministerio de Trabajo a partir de la EPH-INDEC. Esos 3 millones de empleos representan un 0,066 por ciento de nuestra población, por lo que la reactivación del empleo post-COVID en Argentina fue seis veces más significativa que la norteamericana.
@AndresAsiain