El diputado nacional Rubén Manzi se refirió a la polémica suscitada en los últimos días a partir del fallo de la Corte de Justicia de Catamarca que suspendió en parte la actividad minera litífera en el departamento Antofagasta de la Sierra. En este sentido consideró que el máximo tribunal “se refirió a una cuestión que es fundamental, como lo es la necesidad de extremar los recaudos ambientales antes de avanzar con cualquier explotación minera, situación que no puede quedar enrolada en una mera disputa entre poderes del Estado, sino que todos los catamarqueños, pero principalmente quienes tienen responsabilidad institucional, tienen que mirar con un celo extremo”.
El fallo de la Corte de Justicia que frenó la posibilidad de otorgar nuevos permisos para la extracción de litio en el Salar del Hombre Muerto hasta tanto se realice un estudio de impacto ambiental “integral y acumulativo”. La decisión hizo lugar a la presentación del cacique Román Elías Guitián en representación de la Comunidad Originaria Atacameños, que en un primer momento había acudido a la Justicia Federal, pero que luego recaló en la justicia provincial porque la Justicia Federal declinó competencia.
“Por un lado debo expresar que es saludable que la Justicia se aboque a tratar un tema de esta envergadura, dando signos de independencia con el Poder Político, porque como lo he expresado siempre, Catamarca debe explotar sus recursos mineros, pero sin que esa explotación signifique generar un daño ambiental irreparable; esto lo he sostenido siempre”, insistió el legislador. “Y tanto el gobernador como legisladores nacionales oficialistas y también de la oposición, en lugar de salir al unísono a cuestionar el fallo, por el momento político, por la oportunidad en la que se produce esta medida, o por lo que sea, deberían ir al fondo de la cuestión y analizar el contenido de ese fallo, que no hace otra cosa que proteger a los catamarqueños que deben vivir con el impacto que genera la extracción de litio; debemos darles a esos ciudadanos catamarqueños absolutamente todas las garantías de que la actividad minera no va a volver a afectar los ríos, como ya ocurrió, en una zona donde las condiciones climáticas y geográficas extremas hacen que la necesidad de cuidar el agua se multiplique exponencialmente”, subrayó.
Respecto de las disputas entre el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo que vienen protagonizando en los últimos meses, Manzi consideró que, al lado de la discusión ambiental, es una disputa menor. “Yo he sido muy crítico de cómo el gobierno de Raúl Jalil, con la venia de algunos sectores de la oposición, manoseó a la Justicia; de cómo destruyó una institución como el Consejo de la Magistratura y cómo fue forzando la composición de su integración con militantes del Justicialismo”, recordó. “Pero no es el momento de poner el foco allí; la potencialidad de desarrollo de la minería es, desde fines del siglo pasado, una promesa vacía para los catamarqueños que viven rehenes del poder de turno, empobrecidos y con un gobierno que vende espejitos de colores mientras empuja a sus ciudadanos a la pobreza con una licuación de ingresos que comenzó hace cuatro años y que ahora sólo se ha profundizado”, advirtió.
“Es lamentable, porque hay medidas y herramientas para una minería sustentable; pero sin una actitud política que mire transversalmente la realidad del interior profundo y que empatice con los pobladores de nuestra Puna, la minería sólo representará una oportunidad para algunos y desgracias para muchos”, afirmó.