CONTRATAPA

Zzzzz...

 Por Rodrigo Fresán

Desde Barcelona

UNO Ya saben: la onomatopeya que en las historietas representa la condición del sueño, del que se quedó dormido. A veces, se potencia el efecto añadiendo el dibujo de un tronco siendo serruchado. Por eso de “dormí como un tronco”; que es válido también en lengua inglesa y aparece cantado en el “A Hard Day’s Night” de Los Beatles. Ignoro si la imagen se cuelga, también, de las ramas o raíces de otros idiomas. En cualquier caso, escribo todo esto con mucho sueño, cansado, con ganas de terminarlo rápido y volver a la camita a soñar con cualquier otra cosa...

DOS ...que no sea Zapatero. ZP. ZZZZP. Presidente de salida anticipada por decisión propia pero voluntad ajena. Escribo “Zapatero” y bostezo y casi a la altura de la z de bostezo: la tentación de teclear bozzzz... Y a otra cosa. Y me acuerdo de que un muy buen amigo –por teléfono, comentándome estas contratapas– me dijo no hace mucho, casi con ternura, piadoso pero despiadado, algo así como “Pero, Rodrigo, acá a nadie le interesa Zapatero”. Zapatero no es Sabina ni Serrat ni Almodóvar. Zapatero tampoco es Felipe, para alegría apenas disimulada de González. Mi primera sensación fue la de atribuir este desinterés (no aplicable a mi amigo, aclaro) al característico y meditabundo y trascendental ommmmmbliguismo patrio: esa certeza de que nada de lo que sucede afuera importa demasiado. Y si a alguien le interesa algo que no es argentino o algo argentino que no sucede en Argentina, a no ser que tenga que ver con el fútbol, no puede ser tan importante. Y, además, es más que probable que no sea cierto. Salvo que sea Adán y Evita, ¿viste?

TRES A mí siempre me interesó el resto del mundo –en especial en lo que hace al aspecto literario– y nunca me interesó la política. Ni allá ni acá. Pero –soy escritor– siempre me interesaron los políticos. En especial los malos políticos; lo que equivale a decir casi todos. José Luis Rodríguez Zapatero termina, ahora, metafórica y simbólicamente, igual que Julio César (que era buen político). Zapatero no fue un buen político. Digo “fue” porque el mismo Zapatero ya anunció que no concurrirá a las próximas elecciones generales como diputado y que volverá, con la cola entre las patas, a la ciudad de León de la que surgió rugiendo. ¿Por qué Zapatero no fue un buen político? Fácil: porque antepuso buenas intenciones y proyectos llamémoslos “humanísticos” –retirada de Irak, regularización de inmigrantes, ley contra la violencia de género, cerco a ETA, divorcio express, matrimonio homosexual, ley antitabaco, aborto, memoria histórica, investigación biomédica...– a ese tema tan complicado y decisivo y definitivo que es la economía. “It’s the economy, stupid”, dijo Bill Clinton, un buen político (lo que no significa necesariamente ser buena persona). Y por eso –por ese primer perfil de “mal” político– fue que yo lo voté a Zapatero. Por su inicial negación de la crisis, por su preocupación en convencer de que España no sólo era invulnerable al signo de los tiempos sino que también iba a salvar al universo entero, por su preocupante propensión a decir una cosa y hacer todo lo contrario, por dar marcha atrás luego de acelerar a fondo, por asegurarme que se inmolaba en el fuego de la historia por mi bien (cuando lo que hacía era virar a la derecha dictada e impuesta por capos de “países amigos” y financieros planetarios sin fronteras ni límites), es por lo que jamás volvería a votarlo. Zapatero dejó de ser quien quería ser aquel mayo de 2010, cuando anunció medidas y recortes para reducir el déficit y dejó al costado del camino no sólo a muchos ideales sino a demasiados idealistas que lo llevaron con sus votos hasta Moncloa. Con óptica de escritor puede pensarse que si entonces –acorralado– Zapatero se hubiera negado a recetar lo que le exigían y dejado entonces el gobierno, hoy sería símbolo admirado de la izquierda continental a la vez que, maquiavélicamente, le hubiera pasado al Partido Popular una ardiente sartén sin mango. Y –-teniendo en cuenta la más bien difusa capacidad del insulso Mariano “Estoy a Disposición de Todos los Españoles” Rajoy– no hubiese sido raro que cuatro años después o antes, anticipado, el PSOE retornara triunfante de la mano de ese mismo Rubalcaba que ahora se ilusiona con la subida de algunos puntos en las encuestas y el lema “R de Remontada”. Pero no. Todo parece indicar que va a ser “R de Retirada”. O “R de Rajoy”. Y que –más allá de lo que piense un humilde e iluso escritor– el arte de hacer política, ya ahí dentro, es la no-ficción de quedarse la mayor cantidad de tiempo posible, pase lo que pase, incluso si lo que pasa es el tiempo de un político.

CUATRO “El empecinamiento presidencial llega hasta insinuar el exacto cumplimiento de unos planes fraguados hace ya tiempo, mantenidos en prudente secreto e incluso desmentidos públicamente, aun a costa de dar pábulo a quienes le atribuyen una conflictiva relación entre sus palabras y la verdad”, diagnosticó el sábado el editorial “A las urnas, al fin” en El País, diario que ya está en otras cosas, en otro. Y Zapatero –que apenas días antes dijo que se quedaba hasta el final y no adelantaba la partida para no generar incertidumbre y apenas minutos después aseguraba que se trataba de una decisión “pensada y madurada” desde hacía mucho y que se iba para aportar “certidumbre”– nos deja con una nueva muestra de su desconcierto que es el nuestro: convoca a elecciones generales para el 20 de noviembre, fecha en la que los seguidores del caudillo conmemoran, desde 1975, la muerte de Franco. Más allá de haber generado ipso facto el chiste “Españoles... Zapatero ha muerto” (ver: www.rtve.es/alacarta/videos/fue.../espanoles-franco-muerto/362530), lo cierto es que el día intriga. ¿Pensará Zapatero que así subraya una suerte de triunfo de la democracia? ¿O quizás es una manera de estigmatizar la victoria del retrógrado PP y, de paso, ubicarla en una jornada tan luctuosa para más de unos cuantos de sus militantes? ¿O simplemente es la manera traviesa que tiene de estropearles el veranito a los suyos que no lo apoyan y a los ajenos que lo empujan, poniéndolos a sudar sin reposo ni reposeras? Interrogado sobre la cuestión, Zapatero –con su boca cada vez más parecida a sus cejas– aseguró que eligió esa fecha como podría haber elegido cualquier otra de ese mes. No sería raro que la semana que viene diga todo lo contrario, porque también dijo que parte para garantizar así “la consolidación de una recuperación” y, con rumbo fijo y firme, un horizonte de recuperación en el tercer trimestre de este 2011. Moody’s, por supuesto, enseguida se encargó de señalar exactamente todo lo contrario.

Mientras tanto, el irse de Zapatero es, de todas las medidas que tomó, la única unánimemente respaldada. Y empiezan aquí vacaciones donde los políticos –está claro– no nos darán vacaciones. Tampoco tendremos noches de paz con la llegada findeañera del nuevo Papá Presidente Noel. Si no sucede nada raro, será Mariano Rajoy, cuya y en el apellido –onomatopeya de nuevo– se presta tanto para un yyyyaggggh!.

Pero –después de todo a quién le importa– por favor, no griten.

Ya habrá tiempo para eso.

Ahora –otras canciones de Los Beatles– estoy tan cansado, y solamente estoy durmiendo.

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