Imagen: DyN.

Salvaron el día. Le impusieron una amplia sonrisa al ánimo deportivo argentino, que venía vapuleado de la cita basquetbolística en Estambul. Pero ellas no defraudaron, inflándole los pechos de alegría infinita a cada una de los 12 mil almas que poblaron el estadio de Rosario con un único objetivo, verlas en la final del Mundial de Hockey sobre Césped. Las Leonas dieron el sexto zarpazo de este torneo, una victoria sobre Alemania, una victoria que las deposita en el partido decisivo del certamen, mañana, ante el clásico rival del hockey sobre césped, las chicas de Holanda.

El 2-1 sobre Alemania fue un triunfo legítimo, pero arduo. La conquista de Luciana Aymar abrió el resultado en el primer tiempo, y Rosario Lucchetti aprovechó un rebote para anotar el 2-0 circunstancial, y aunque la alemana Maike Stockel descontó sobre el final, el triunfo no estuvo comprometido.

Argentina ofreció desde el comienzo una propuesta de juego fiel a lo que había exhibido en la primera fase del torneo: de neto corte ofensivo. En menos de cinco minutos, el equipo modelado por Carlos Retegui estuvo cerca de quebrar el cero del marcador con dos ejecuciones de corner corto: a los 2 minutos, Barrionuevo estrelló una bocha contra el palo izquierdo y a los 5, la arquera alemana Kristina Reynols, en dos tiempos, salvó el invicto de su valla.

En ese contexto, Alemania apostó a bajar el ritmo vertiginoso que, por momentos, tuvo el partido. Con ese objetivo multiplicó las marcas sobre Aymar, la gestora de juego ofensivo de Las Leonas, pero la rosarina apeló a su mejor destreza para constituirse en un factor de permanente desequilibrio.

El dominio de Las Leonas era pleno cuando, a los 26 minutos, Aymar recibió dentro del círculo un pase de Barrionuevo y, tras buscar su mejor perfil, conectó un remate seco que venció los reflejos de la arquera germana Reynolds.

En el segundo tiempo, obligado por el marcador, Alemania se adelantó en el campo y, sin abandonar su equilibrio colectivo, generó algunos movimientos ofensivos de riesgo, en especial con su delantera Natascha Keller. Se consolidó en el control de la bocha y Argentina intentó capitalizar los contraataques a partir de los inusuales espacios que ofrecía la urgencia del equipo europeo.

Justamente una de esas acciones de contraataque derivó en una maniobra colectiva por el sector izquierdo y el desvío de Lucchetti para marcar el 2-0. El triunfo estaba ya al alcance de la mano y la gente, que llegó a pagar hasta 400 pesos en reventa por una popular que costaba menos de 100, deliraba en las tribunas del estadio. Era la coronación de un esfuerzo enorme frente a un rival que puso empeño hasta el final.

Alemania logró el descuento en su arremetida postrera a través de Stockel, a los 33 minutos, pero no le quedó tiempo para evitar la victoria argentina, la sexta en sucesión después de los triunfos 5-2 sobre Sudáfrica, 1-0 sobre Corea del Sur, 2-0 ante China, 4-0 a España y 2-0 sobre Inglaterra, todas en la fase de clasificación.

Las Leonas formaron con Succi; Barrionuevo, D’Elía, Burkart; Rossi, Russo, Scarone; Aymar, Lucchetti; Rebecchi, García. Luego ingresaron Merino, Gulla, Daniela Sruoga y Kañevsky.