DEPORTES › LA AGENCIA ANTIDOPAJE DE ESTADOS UNIDOS SUSPENDIó DE POR VIDA A LANCE ARMSTRONG

Un duro revés para el ganador de siete Tours

El siete veces campeón del Tour de France recibió una condena ejemplar de parte del organismo de su país. Sin embargo, sólo la UCI puede retirarle los títulos que ganó entre 1999 y 2005.

La Agencia Antidoping de Estados Unidos (Usada) suspendió ayer de por vida al ex ciclista estadounidense Lance Armstrong. Además, borró todos los resultados del siete veces campeón del Tour de France desde el 1º de agosto de 1998, comunicó la Usada en su página web. De todas maneras, sólo la Unión Ciclista Internacional (UCI), en principio, puede retirarle los títulos del Tour, que Armstrong ganó entre 1999 y 2005.

La Usada lo había arrinconado como no había hecho antes con ningún otro ciclista. Y finalmente, tras años de lucha contra las acusaciones de doping, el ex ciclista estadounidense de 40 años anunció el jueves que ya no se defenderá de la Usada, poniendo en riesgo la pérdida de sus siete títulos del Tour de France obtenidos entre 1999 y 2005. “Llega un momento en la vida de cada persona en el que hay que decir basta. Para mí, ese momento llegó ahora”, dijo Armstrong a través de un largo escrito publicado en su página web y habló de una “caza de brujas” por parte del jefe de la Usada, Travis Tygart.

En el ámbito del ciclismo y la lucha antidoping, la decisión del estadounidense desató reacciones diversas. El jefe de la Agencia Mundial Antidoping (AMA), John Fahey, dijo que Armstrong es un infractor y que sus éxitos no valen nada. Además, reclamó nuevas medidas en su contra y que se le retiren todos sus títulos. Si eso ocurriera, se beneficiarían los alemanes Jan Ullrich y Andres Klöden, segundos en los años 2000, 2001 y 2003 (Ullrich) y 2004 (Klöden). Ullrich dijo ayer que el asunto no le preocupa mucho. “Acabé mi carrera profesional y siempre dije que estoy orgulloso de mis segundos puestos”, indicó Ullrich, quien se retiró a principios de 2007.

Si se elimina a Armstrong de las listas de campeones, “no serían más creíbles”, opinó el ex ciclista Steven de Jongh, ahora director del equipo británico Sky, en torno del último ganador del Tour Bradley Wiggins. Más drástico fue el experto en doping alemán Fritz Sörgel: “Sería ridículo. Los top ten pueden haber estado todos dopados”, dijo a DPA. Ullrich fue suspendido en febrero por dos años y también contra Klöden hubo investigaciones por sospechas de doping.

¿Se dopó Armstrong o no? Esa pregunta decisiva quedará sin responder también después del comunicado de ayer. Y es que el ex ciclista no admitió nada. Al contrario: “Yo sé quién ganó siete veces el Tour de Francia, mis colegas de equipo y todos aquellos contra los que competí saben quién ganó el Tour siete veces”, subrayó. “No hubo atajos, no hubo tratamientos especiales. Fueron los mismos trayectos y las mismas reglas.”

Con la caída del ex astro, todo el ciclismo entra a tambalear y la Unión Ciclista Internacional (UCI) vuelve a concentrar las miradas. La entidad apoya al ex ciclista desde hace años. De hecho, en las acusaciones de la Usada a Armstrong figuran claras referencias a la UCI. Su presidente, Pat McQuaid, pidió en Londres que el caso fuera derivado a su jurisdicción y negó estar involucrado. Bajo el mandato del antecesor de McQuaid, Hein Verbruggen, la UCI cayó bajo sospecha de no haber publicado un test con resultado positivo hecho a Armstrong en el Tour de Suisse 2001. Tras ello, se produjeron misteriosas donaciones de Armstrong a la UCI por un total de 125.000 dólares. La razón de tan noble gesto no pudo ser explicada por la UCI hasta el día de hoy. Más allá de eso, la entidad no actuó cuando Armstrong dio positivo de EPO en 2005 de un análisis que se le realizó cuando ganó el Tour en 1999. “La UCI nunca ocultó resultados positivos”, se defendió McQuaid en los Juegos Olímpicos de Londres. Ahora, la UCI dijo que esperará una declaración detallada de la Usada para pronunciarse. Desde la Usada, la reacción fue inmediata. “Es un día triste para todos nosotros que amamos el deporte y a nuestros heroicos atletas”, comunicó el jefe de la entidad, Travis Tygart, a través de un comunicado. Aunque el jefe de la Usada también aprovechó para bajar línea. “Este es un ejemplo desolador de cómo la cultura del ganar a cualquier precio, cuando no es controlada, toma posesión de una competencia limpia, segura y honesta”, dijo Tygart.

Nadie puede modificar sus éxitos en el Tour, consideró Armstrong. “Sobre todo, no lo puede hacer Travis Tygart.” En lo que más lo perjudicará todo esto al ex ciclista, que en algún momento tuvo ambiciones de pasarse a la política, será en la enorme pérdida de imagen. Ya no quedaría en la historia como el más exitoso ciclista de todos los tiempos, sino que será el protagonista del mayor escándalo del ciclismo.

La Usada no le dejó opción. O acepta la acusación o se presenta a un juicio. Armstrong quería evitar eso a cualquier precio, aunque de todas maneras tendrá que presentarse en público en esta causa. Y es que el también acusado ex jefe de equipo y mentor Johan Bruyneel presentó recurso contras las acusaciones de la Usada. Y en el juicio seguramente Armstrong será llamado como testigo.

La leyenda del ciclista que superó un cáncer de testículos y menos de tres años después ganó por primera vez el Tour de France ya se viene desmoronando desde hace años. Ya en julio de 2004 dos periodistas presentaron graves acusaciones de doping. Los ex colegas de equipo Floyd Landis y Tyler Hamilton, ambos suspendidos por doping, se sumaron a las acusaciones en 2010 y 2011. “Yo vi EPO en su heladera. Vi más de una vez cómo se inyectaba”, dijo Hamilton una vez a la cadena CBS.

Armstrong aseguró el jueves que el proceso en su contra es injusto y manifestó que se dedicará en cambio a su familia y su fundación contra el cáncer. “Si pensara por un momento que participando en el proceso de la Usada podría confrontar estas acusaciones en un escenario justo y de una vez por todas podría desarticular esos cargos, aprovecharía esa oportunidad”, aseveró. “Pero rechazo participar en un proceso que es tan tendencioso e injusto”, añadió el texano.

Armstrong se ve como víctima. Todo el proceso tuvo “un precio demasiado elevado” para él y su familia, justificó Armstrong su decisión de no ocuparse más del tema. Por el momento, no se sabe cómo se resolverán entonces las acusaciones. “Hoy cierro esta página. Ya no hablaré más de este tema, más allá de las circunstancias”, escribió Armstrong.

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Lance Armstrong festeja con el siete la obtención de su último Tour de France.
 
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