DEPORTES › EL CONJUNTO DE BIANCHI TIENE UN DUELO CLAVE EN LA COPA LIBERTADORES

Boca, ante el alerta amarillo

Con la necesidad de sumar en Montevideo para mantener sus chances de avanzar en el torneo continental, el equipo xeneize se medirá en el Centenario ante Nacional, que viene de ganarle en la Bombonera. El equipo será el mismo de la semana pasada.

 Por Pablo Ribera

La derrota de la semana pasada ante Nacional en la Bombonera dejó un clima de inevitable preocupación en un club acostumbrado a pelear instancias decisivas en la Copa Libertadores. En tres encuentros disputados en ese certamen, Boca demostró ciertos altibajos que dejaron más dudas que certezas en un equipo que demostró ser notablemente irregular: cayó como local en su debut ante el Toluca mexicano, se repuso en Guayaquil tras vencer al Barcelona de esa ciudad, y cuando tuvo la mejor oportunidad para acomodarse en su grupo volvió a perder en casa, ante el conjunto uruguayo. Con Bianchi como entrenador, el equipo de la Ribera no había conocido, hasta aquí, la derrota como local en zona de grupos. Tan sólo había empatado con el Colo Colo chileno en la edición 2003, el resto de los encuentros (once en total) los había ganado todos. Más aún, para encontrar un antecedente de dos caídas en esa instancia como local hay que remontarse hasta 1994. Con César Luis Menotti a la cabeza, Boca cayó 1-2 con el Cruzeiro brasileño y sufrió ese mismo resultado, curiosamente, ante el Vélez de Bianchi, que terminó coronándose campeón. En esa oportunidad, el conjunto boquense quedó último en un grupo de cuatro equipos y en el que se clasificaban tres.

Pero la historia no juega, bien lo sabe su entrenador, pese a que se empecine con referencias al pasado cuando el resultado no acompaña. Tras nueve años de ausencia en el certamen continental, la fase de grupos dejó de ser un trámite como quizá lo era para sus recordados equipos de principios de 2000. Es que el evidente avance futbolístico de varios países sudamericanos en los últimos años provocó que el principal torneo sudamericano se convierta en un campeonato por demás parejo. El Grupo 1 de esta edición es un fiel reflejo de eso. En un certamen en el que el dueño de casa siempre es favorito, el dato curioso es que a los cuatro equipos les costó hacer valer su localía, incluso ayer igualaron 0-0 Barcelona y Toluca en Guayaquil. Referencia alentadora para el club argentino que tiene por delante dos encuentros fuera del país (el de hoy en Montevideo y el 17 de abril en México, que cerrará la zona).

Las estadísticas dan una referencia de que ocho unidades suelen alcanzar para avanzar a la siguiente fase. Aunque eso suele depender de cada grupo. Internacional de Porto Alegre, en el 2012, logró la clasificación con siete puntos. Sin embargo, Lanús sumó ocho en la edición 2010 y se quedó afuera en la primera ronda, hay ejemplos para todos los casos y todavía es difícil prever el destino del Grupo 1. La única certeza es que “Boca no tiene margen de error”, tal como advirtió Bianchi hace una semana. Y por eso sus dirigidos no deben permitirse otra caída porque, en ese caso, dependerán de otros resultados para clasificarse. Por eso, el encuentro de esta noche cobra vital importancia y será una parada fundamental para sus aspiraciones.

Así lo advirtió el entrenador, campeón tres veces en el torneo continental con la azul y oro, que irá con lo mejor que tiene al duelo de esta tarde. Para alegría del técnico, Erviti y Claudio Pérez dejaron atrás el cuadro febril que habían presentado en la mañana del martes. Del mismo modo, Ribair Rodríguez, recuperado de una fatiga muscular, y Riquelme, que arrastraba una gastroenteritis, también se recuperaron exitosamente y pudieron entrenarse con normalidad en el ensayo de ayer, el último previo a partir hacia la capital uruguaya. En ese sentido, Bianchi volverá a darles la confianza a los mismos once que perdieron hace siete días: Orion; Sosa, Pérez, Burdisso, Clemente Rodríguez; Erbes, Ribair Rodríguez, Erviti; Riquelme; Martínez, Viatri. Esa será la fórmula boquense para afrontar una final, en zona de grupos. En el choque de hoy, al igual que en los dos restantes, el conjunto de la Ribera tendrá el desafío de salir airoso en una prueba decisiva, algo de lo que su entrenador sabe, y mucho. Aunque más importante aún será modificar su imagen dentro del campo de juego y, así, empezar a conseguir los resultados deseados. Boca no puede permitirse otro tropiezo, pero todavía está a tiempo de ponerse de pie y seguir con vida en la Copa Libertadores, su máximo objetivo en el primer semestre del 2013.

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Juan Manuel Martínez, una de las cartas de triunfo de Boca en Montevideo.
 
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