DEPORTES › MARCOS ROJO HABLO SOBRE SU EXPERIENCIA EN EL MUNDIAL DE BRASIL 2014

“Pude cambiar lo que opinaban de mí”

El defensor de Sporting Lisboa destacó el trabajo de todo el grupo y del DT Sabella. Remarcó que la Selección estuvo cerca de lograr su objetivo y se lamentó por no haberlo conseguido.

Marcos Rojo, quien después de su experiencia mundialista se recluyó en su familia y en sus amigos, y en los próximos días antes de regresar a Portugal se tomará unos días de vacaciones en Miami, habló de su experiencia en el Mundial de Brasil, del equipo y de su futuro: “Tengo que volver a Sporting de Lisboa y luego se verá”.

“La verdad, me salieron las cosas bien, tanto a mí como a la Selección, lástima que no se dio todo, hubiera sido hermoso. Estuvimos muy cerca, pero lo importante es que no nos podemos reprochar nada como grupo, porque dejamos todo”, comentó Rojo en diálogo con la agencia Télam. “Para mí no era sencillo, porque se decían un montón de cosas, pero era consciente de que me jugaba mucho, así lo encaré, y con el apoyo del cuerpo técnico y de mis compañeros creo que pude cambiar la opinión que tenían de mí. Yo nunca dudé de mis condiciones y eso también fue clave”, prosiguió Rojo. Y añadió: “A Alejandro (Sabella) le voy a estar agradecido toda la vida, fue clave en mi carrera. Me ayudó y me bancó mucho, como también lo hicieron la Bruja (Verón) y el Chavo (Desábato) en Estudiantes, y toda la gente del club, que es mi segunda casa. Me enseñaron cómo manejarme, me dieron buenos consejos y me los siguen dando, porque el teléfono siempre suena. Siempre siento que están detrás mío. Por suerte les pude devolver algo de todo lo que confiaron en mí”, agregó el defensor.

Más adelante recordó que “hubo momentos clave en el Mundial. El gol no me lo voy a olvidar jamás y el cantito que me hicieron. Me enteré de eso en el micro cuando volvíamos para Belo Horizonte y me lo empezaron a cantar todos los chicos. Me moría de vergüenza. No lo podía creer. Y después el día que la saqué de rabona, porque a Chiquito (Romero) casi lo mato del corazón, pero preferí eso y no clavársela en el palo por pegarle de derecha”. Rojo se puso serio para hablar del grupo que se formó y destacó que “siempre estuvimos unidos, fuimos un equipo y perseguimos el mismo objetivo. Hubo excelente convivencia, donde el más bromista era el Pocho (Ezequiel Lavezzi), que no para nunca, y después Javier (Mascherano), que siempre habla de fútbol. Dentro y fuera de la cancha me trató de acomodar todo el tiempo. Un fenómeno”.

El defensor se refirió a su posición de lateral y señaló que “en ese lugar me siento muy cómodo, pero en Sporting jugué toda la temporada de central y no tengo problemas. Sabella me ha utilizado más por el costado y me pidió siempre que me proyecte”. Y por último, el defensor habló de su caño a Robben: “No me quedaba otra, le tuve que tirar un caño. Fue por necesidad, pero me miraba... Es un jugador tremendo, muy rápido, fuerte, y habíamos hablado antes del partido de que no le podía dar ni un centímetro. La orden era que tenía que pegarme a él, y por suerte salió bien”.

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Rojo, el defensor resistido que se ganó el cariño de la gente.
Imagen: DyN
 
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