DEPORTES › TENIS DIEGO SCHWARTZMAN QUIERE SEGUIR TREPANDO EN EL RANKING MUNDIAL

“Estuve cerca de ganarle a Federer”

Tuvo la chance de dar el batacazo en las semifinales de Estambul, es la tercera mejor raqueta argentina del momento, detrás de Mayer y Mónaco, y espera terminar el 2015 entre los primeros 50 del ranking. “A mis rivales les saco jugo.”

Diego Schwartzman es el tercer mejor tenista del país, detrás de Leonardo Mayer y Juan Mónaco. Con sus 22 años, su metro setenta y su calidad, surgido del Club Náutico Hacoaj, tuvo un ascenso importante en el ranking esta temporada y se prepara para llegar en buenas condiciones a Roland Garros, el segundo Grand Slam del año.

–¿Cómo está físicamente después de abandonar en primera ronda en el Masters 1000 de Roma?

–Después de la lesión, vine a Niza a entrenar unos días acá porque mi entrenador, Sebastián Prieto, también trabaja con Pico Mónaco. Me vine para entrenar unos días y recuperar la pierna con el fisioterapeuta de Pico que me está ayudando. En unos días viajo a Roland Garros en busca de hacer un buen papel.

–Actualmente ocupa el 62º puesto en el ranking. ¿A qué se debió semejante ascenso?

–La semana pasada estuve un poco mejor. Voy subiendo, bajando, creo que fui mejorando mucho. Mi entrenador y la gente con la que comparto el día a día me ayudaron mucho para seguir progresando. Me volví mucho más profesional en las entradas en calor, en la alimentación, en todo. Uno siempre va tratando de copiar a los más grandes, a los que realmente son buenos. Poder verlos, tener un contacto cotidiano con alguno de ellos, te hace mejorar mucho porque ves realmente las cosas que hacen y que le sirven para poder estar ahí arriba. Usé mucho eso, observarlos y sacarlos el mayor jugo posible. Exprimí al máximo cada momento que tuve, cada partido en el que enfrenté rivales mejores que yo, y esas cosas me hicieron aprender para seguir mejorando. Este año me gustaría meterme en el Top 50 del ranking.

–¿Cómo fue debutar en la Copa Davis?

–Increíble. Por suerte ya había tenido la experiencia de haber actuado como sparring en las semanas previas, compartiendo con el equipo mucho tiempo, y además había estado como quinto en la serie contra Israel. Por suerte, los chicos lo hicieron muy bien y no me tocó jugar esa vez. Contra Brasil sí me tocó estar en la cancha y no fue el debut soñado porque el nivel en el que jugué no fue el mejor. Nos tocó perder en el dobles. Pero es una imagen que no me voy a borrar más de adentro de la cancha y ojalá que se pueda volver a repetir. La verdad es que me sentí muy cómodo con el equipo. Obviamente que se sintieron nervios y ansiedad, pero por suerte los compañeros pudieron ganar los singles y sacar la serie adelante que estaba muy complicada.

–¿Cuánto influyó tener a Juan Martín Del Potro como apoyo?

–Aportó bastante. Tener jugadores del nivel de Del Potro ayudando en la semana previa, en los entrenamientos y en el día a día es algo muy importante para nosotros. Como lo es, tranquilamente, compartir con otros jugadores. Ojalá el tenis argentino empiece a demostrar esas cosas. Que en la semana anterior, tanto los que juegan como a los que no les toca puedan estar presentes y aportando para que el tenis siga avanzando. Ojalá que se pueda repetir. Del Potro sigue con los problemas en la muñeca y no sabe cuándo va a volver, es complicado para él, pero si logra poder estar y ayudar como la hizo la vez pasada, pero esta vez con Serbia, bienvenido sea.

–¿Tiene confianza de ser convocado nuevamente contra Serbia?

–Sí. Como dije, el debut no fue el mejor, algunos nervios me jugaron en contra. Pero en estos últimos torneos levanté bastante el nivel sobre polvo de ladrillo y todavía me queda Roland Garros. Después el capitán (Daniel Orsanic) va a tener que tomar decisiones difíciles porque la gira previa será sobre pasto. No tendrá mucho qué analizar a nivel juego, quizá sí a nivel confianza. Donde me toque estar voy a ayudar al equipo.

–¿Cómo fue la experiencia de enfrentar a Roger Federer en las semifinales de Estambul y poder arrebatarle un set?

–Fue increíble. Ya había jugado dos veces, así que entré sabiendo mucho lo que hacía adentro de la cancha y con una táctica más armada. Por suerte, él estuvo impreciso en ese primer set y yo jugué en un gran nivel. En el segundo set mejoró un poco, me quebró y ya no pude volver. En el tercero tuve mis chances. Fue un partido muy parejo. Obviamente que podía haber ganado. Me quedé con muy buenas sensaciones de esa semana en Estambul, fue muy buena para mí. Lástima que venía con ritmo. En Roma también estaba jugando bien y me tocó lesionarme por primera vez en mi carrera de una lesión un poco más grave de lo normal (en el aductor derecho). Pero ya estoy mejorando y preparando todo para llegar bien a Roland Garros.

–¿Cómo ve el tenis argentino actualmente?

–Como todos saben y lo hablan, está pasando por un momento de transición. Es un momento difícil, en el que la dirigencia cambió, está tratando de mejorar las cosas y de que salgan buenos jugadores. Que mi camada (1992), la camada más chica y los que están más adelante se puedan meter es algo que vendría muy bien a todos. Las cosas que necesita un joven tenista para convertirse en profesional son muchas. Tener mucha responsabilidad, mucha cabeza para jugar a este deporte, estar preparado para pasar mucho tiempo lejos de casa, para viajar y para soportar las frustraciones que son enormes. Al ser individual, es un deporte muy mental y es complicado. El apoyo económico también es muy importante. La dirigencia nueva creo que está tratando de ayudarnos mucho en ese sentido. Mucho no los conozco, pero en la Copa Davis se portaron bien conmigo. Es gente nueva que tiene mucho por delante y ojalá que puedan hacer las cosas bien.

Entrevista: Leonel Lenga.

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Diego Schwartzman se prepara en Niza para llegar con todo a Roland Garros, la próxima semana.
Imagen: Alejandro Leiva
 
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