La crisis que vive el fútbol argentino, profundizada por la irrupción en su horizonte de la denominada Súper Liga, sumó ayer una nueva reunión. Esta vez fue en el Hotel Savoy, propiedad del presidente de Racing, Víctor Blanco, para escuchar a Marcelo Tinelli, postulado como presidente de la AFA y también como conductor de la Súper Liga. Acudieron al convite representantes de clubes de Primera División y del Nacional B. Entre ellos estuvieron el anfitrión; Matías Patanian, vice de River; Raúl Gámez, de Vélez; Armando Pérez, de Belgrano; Hernán Lewin, de Temperley; José Lemme, de Defensa; Rodrigo Escribano, de Talleres de Córdoba, y varios otros. Sobresalió la presencia de Nicolás Russo, el titular de Lanús al que algunos sitúan muy cercano al sector que ayer faltó a la cita y que encabezan Hugo Moyano, presidente de Independiente, y Claudio “Chiqui” Tapia, mandamás de Barracas Central y principal referente del bloque conocido como Ascenso Unido.

Al finalizar el encuentro, Tinelli dio explicaciones sobre lo conversado. “La reunión fue muy positiva porque sirvió para comentarles a todos los dirigentes la idea de la Súper Liga. Hoy vimos el plan de marketing y los aspectos financieros en detalle. La idea es que no haya tanta diferencia económica como en España. Mañana en la reunión del Comité Ejecutivo votaremos para ir a una Asamblea Extraordinaria y aprobar el proyecto”, explicó.

“Estudiamos los modelos europeos y es probable que tomemos los promedios, el rating y la masa societaria. Soy el Pastor Giménez de la Súper Liga. Estoy evangelizando con este tema porque soy un convencido de que ayudará económicamente a todos. Los clubes del Ascenso tendrán un pozo solidario”, agregó.

“La Súper Liga tiene que salir por dentro de la AFA y antes del 30 de junio. Tendrá un CEO y si deciden que yo sea el presidente estaré encantado. Lo hablé con Mauricio Macri y creemos que es un proyecto superador. Debemos discutir los números de la TV”, puntualizó.

Más allá de lo hablado en el encuentro de ayer, la AFA vivirá hoy otro día de tironeos, pues los grandes y sus aliados intentarán aprovechar la reunión del Comité Ejecutivo para forzar una votación que decida el llamado a una asamblea extraordinaria para aprobar la Súper Liga antes del 30 de junio, algo a lo que se oponen Moyano, Tapia y Cía. que quieren tratarlo una vez que haya un nuevo titular en la casa rectora del fútbol nacional.