La leyenda de Juan Manuel Fangio en la máxima categoría del automovilismo mundial, la Fórmula 1, comenzó a escribirse el 28 de octubre de 1951, cuando el Chueco ganó su primer campeonato con Alfa Romeo, en el circuito de Pedralbes, España.
Hoy se cumplen 65 de esa gesta. Aunque el nacimiento de la Fórmula 1 fue en 1950, Fangio ya había corrido en Europa en 1949 y el 3 de abril de ese año obtuvo su primer triunfo en el circuito de Ospedaletti, San Remo, Italia, a bordo de una Maserati 4CLT del equipo del Automóvil Club Argentino.
Un año más tarde, el balcarceño nacido el 24 de junio de 1911, debutó en la primera carrera de F1, al comando de un Alfa Romeo en San Remo, y el 13 de mayo de 1950 se presentó en el primer Campeonato Mundial de Conductores. Fangio ganó su primera carrera el 21 de mayo en Mónaco, y luego de cuatro triunfos, perdió el título a manos de su compañero de equipo, el italiano Giuseppe Farina, tras su abandono en el Gran Premio de Italia, y se quedó con el subcampeonato.
La revancha para ex jugador de fútbol en su Balcarce natal, llegó en 1951, año que alcanzó el primero de los cinco campeonatos mundiales.
El día de la consagración fue el 28 de octubre y, tras ganar los grandes premios de Bremgarten y Reims, Fangio llegó mano a mano para dirimir la corona con su rival de marca, Alberto Ascari, con Ferrari.
Esta vez, con estrategia y habilidad, más su talento inconmensurable, el argentino derrotó en Pedralbes al milanés Ascari, quien finalizó cuarto y no le alcanzó para vencer a quien después iba a sumar otros cuatro títulos más en la máxima categoría.
Ascari fue considerado como uno de los máximos volantes de la historia de la Fórmula 1, pero Fangio fue implacable a la hora de definir el título, y tocó el cielo con las manos tras batallar con grandes pilotos. La rivalidad no impidió que días más tarde se juntaran en un restaurante de Milán, para que el derrotado disfrutara de una cena que por una apuesta previa debía pagar quien ganara el título. “Nunca pagué con más gusto una apuesta”, destacaba siempre el Chueco al rememorar su gesta, tras ganar el título a los 40 años. Lejos habían quedado los caminos polvorientos de sus comienzos en Turismo Carretera.
Fangio sufrió una grave accidente en Monza en 1952, en una prueba sin puntaje, que lo alejó de las pistas todo ese año, pero ese mismo autódromo fue testigo del regreso al triunfo el 13 de septiembre de 1953 al volante de una Maserati. “Fangio es un gran piloto, pero un hombre difícil de conocer”, confesó más de una vez el legendario Enzo Ferrari, pero el “Chueco”, fallecido el 17 de julio de 1995, se dio el gusto de salir campeón con el Cavallino Rampante en 1956 y triunfó en 24 grandes premios.